La ciudad del amor...

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Mi viaje deseado se estaba volviendo realidad...
Desde que Angi y yo teníamos 15 años siempre soñamos con viajar a París. Y de hecho, ya tenemos una agenda hecha.
El primer día iríamos de compras, el segundo día iríamos a la torre Eifel y el último día saldríamos a algún antro.
Llegamos al hotel, nos dimos un baño cada quien. Daniel se quedó en una habitación individual justo a lado de la Nuestra, por suerte Angi y yo aprendimos un poco de francés . Así pudimos pedir dos habitaciones.
Estaba terminando de secar mi cabello cuando entra Angi apurada
- no tengo que ponerme!- dice
- sólo iremos de compras Angi, ponte lo que sea - dije
- me acaban de invitar a cenar! -
Dejé lo que estaba haciendo y voltee a verla
- quién? - pregunté asombrada. Acabamos de llegar a París y Angi ya tiene una cita, eso es sorprendente.
- el chico del avión - dijo sonrojándose.
Eso es nuevo, Angi no se sonroja.
- es en serio?!- dije bastante sorprendida - cómo dijiste que se llama? - pregunté
- se escribe Anton pero se pronuncia Antuan - dijo
- a qué hora pasará por ti? - pregunté
- a las 8 - dijo
Miré mi reloj, eran las 4 de la tarde. Teníamos tiempo suficiente para ir por algo de comer y después comprar la ropa que se pondrá para su cita.
- son las 4 podemos ir de compras para que tengas algo lindo que ponerte y de paso comer - propuse
- si, vamos - dijo mientras tomaba mi mano y me sacaba de mi cuarto.
Sólo me dejó tomar mi bolso y salimos hacia el centro comercial, obviamente tomamos un taxi porque no tenemos idea de donde queda.
En el camino Angi llamó a Daniel y le dijo que habíamos salido de compras que regresábamos pronto.
Pero conociendo a Angi tardaríamos una eternidad.
Llegamos al centro comercial y Angi me llevó directo a las tiendas de ropa, eran muchas tiendas y había mucha ropa muy bonita, vestidos cortos y largos, de noche y de día, blusas manga corta y larga, faldas, playeras, bolsos, zapatillas, sandalias, botas, incluso ropa que ni yo sabía que existía. En fin, Angi parecía niña en juguetería. Pasamos 3 horas en el centro comercial porque Angi no sabía que comprar para su cita, aunque ya había comprado un par de vestidos, unos pantalones, 3 faldas, como 10 blusas y no sé cuánta cosa más. Ya me había cansado y moría de hambre, además de que las bolsas de Angi pesaban mucho. Regresamos al hotel como a las 7 y tuve que ayudarla a arreglarse, yo solo tenía ganas de ahorcarla por hacer que pasara la tarde sin comer y llendo de tienda en tienda porque nada le gustaba.
Cuando por fin dieron las 8, Angi estaba lista. Se veía linda, parecía una modelo.
El tal Anton, Antuan o como se llame pasó por Angi a las 8:01 y yo estaba muerta de hambre, no sabía que hacer. Estaba por pedir servicio a la habitación cuando escucho que tocan a la puerta.
Abrí la puerta y quién creen que era? Exacto! Daniel.
- hola, pasa - dije
- gracias - dijo entrando a la habitación
Justo cuando pasó a mi lado mi estómago gruñó de hambre. No por favor! No de nuevo!
- tienes hambre? - preguntó
- si, tu hermana me llevó de tienda en tienda y no nos dió tiempo de comer algo - dije con una sonrisa
- Ah! Una chica loca por las compras? - preguntó
- si - dije con mirada cansada - nunca aceptes ir de compras con ella - aconsejé
- no pensaba hacerlo - dijo - por cierto donde está, hablaron mis papás diciendo que debimos avisar que llegamos bien - agregó
- esta en una cita - dije antes de que mi estómago gruñera de nuevo
- cómo consiguió una tan rápido?! - dijo asombrado
- no lo sé - dije y mi estómago gruñó de nuevo
- ok vamos a cenar yo invito, ese estómago tuyo es muy ruidoso. Ponte más linda que paso por ti en 10 minutos - dijo
- pero a donde iremos? Acabamos de llegar no conocemos nada -
- entonces pidamos servicio a la habitación - sugirió
- está bien, que deseas cenar? - pregunté
- como yo invité a cenar yo elegiré la cena si no te molesta - dijo
- está bien joven, como usted desee - contesté rondando los ojos y llendo a la mini cocina de la habitación. Me serví un vaso de agua y fui a mi cuarto por mi teléfono, tenía la necesidad de llamar a mis padres.
Así que tomé el teléfono y llamé a mamá.
- diga? -
- em... mamá? Yo... sólo quería avisarte que llegué bien -
- gracias por avisar cariño, tenemos que hablar corazón. Tu padre y yo estuvimos reflexionando sobre lo que dijiste y necesitamos que nos aclares algunos puntos. Crees que eso sea posible? -
- si mamá, claro que sí. En cuanto regrese de Francia hablaremos - dije - si es que siguen ahí - agregué en voz baja
- aquí estaremos esperándote cariño, y si quieres podemos ir por ti al aeropuerto, sólo necesitas avisarnos a que hora llegas - dijo - te amo cariño, cuidate mucho y disfruta tu viaje - agregó
- gracias mamá, nos vemos luego - y colgué. La llamada salió mucho mejor de lo que esperaba. Salí del cuarto para ver si ya estaba la cena.
Pero al llegar al pequeño comedor mi sorpresa fue enorme, esto es algo que simplemente no me esperaba...

Perfectamente imperfecta (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora