Lo siento por todos pero no pienso seguir en este estúpido campamento mientras mi hermana está quien sabe donde. He decidido por mi misma que saldría en busca de Sea, y así lo hice. Hace aproximadamente cinco horas que estoy caminando. ¿A dónde? No lo se, pero algo dentro de mi parece saber por donde ir.
Dejé a Cloud con mi tía Annabeth y antes de irme pegué una nota en la puerta de la cabaña de Zeus para que mis tíos supieran que estoy bien. Al menos por ahora. El camino es bastante aburrido, por ahora no me he encontrado con nada peligroso y la verdad espero que así siga.
Un horrible olor llegó hasta mis fosas nasales y tuve que esforzarme para no vomitar allí mismo. Cubrí mi nariz y me acerqué a la zona de donde parecía provenir el olor. Esperaba no encontrarme nada desagradable como un cadáver o algo así, porque sino vomitaría seguro. Pero por suerte no fue nada de eso, sino que era un gran circulo de pasto quemado que aún humeaba. Fruncí el ceño al notar huellas humanas quemadas a un lado del circulo. Las seguí hasta llegar hasta detrás de una gran roca, solo que las huellas iban en reversa, no hacia delante.
El brillo de algo en el suelo me chocó en el ojo y maldecí sin poder evitarlo. Me puse de cuclillas y revise la zona para encontrar el objeto, el cual resultó ser un anillo de bodas, de esos sencillos que no tienen ninguna roca. Lo inspeccioné entre mis dedos y descubrí que tenia algo tallado del lado de adentro. Tuve que esforzarme mucho para leerlo.
“Perseus Jackson”
Alcé las cejas con sorpresa. ¿Qué hace esto aquí? ¿Mamá y papá estarán cerca? ¿Y por qué el anillo de papá esta tirado en medio del césped? Aunque ahora que lo pienso creo que es algo ridículo que papá tenga un anillo con su nombre, tal vez sea de mamá.
Sonreí inconscientemente al recordar el collar que Marcus me recordó el día en que volvimos al campamento. Lo tomé entre mis dedos y lo mire, provocando otra sonrisa en mi rostro. Estúpido simio.
Me puse el anillo de mamá en el dedo índice y seguí con mi camino. No caminé mucho hasta llegar a un pequeño arrollo, donde me senté a descansar, sumergiendo mis pies en el agua. Me eché hacia atrás hasta quedar recostada en el césped aún con mis pies en el agua, sintiendo una repentina calma. Y sólo me quede allí, sintiendo el sol en la cara y el agua moverse entre mis pies, ¿Qué mas perfecto que esto?
El sonido de ramas quebrándose me hizo ponerme alerta y me senté inmediatamente. Miré a mi alrededor y lentamente armé mi escudo. Me puse de pie y miré detrás mío, hacia el bosque del cual acabo de salir. Algo tintineo a mis espaldas y me volteé inmediatamente. Miré hacia el piso y me encontré con una especie de cilindro metálico, me agaché y lo tomé, inspeccionándolo. Tenia una frase escrita en lo que parecía ser fibra.
-“¿Nunca te han dicho que no recojas cosas del piso?”-leí.
Y justo en ese instante el cilindro explotó en una nube de humo verde. Tocí ante el repentino humo y abaniqué ni rostro con mi mano. Sentí un tirón en mi brazo derecho y luego en mi brazo izquierdo, algo o alguien estaba sosteniéndome. Una tela salió de la nada y cubrió mi boca, impidiéndome hablar. El humo desapareció poco a poco y mi visión se aclaró. Frente a mi habían tres personas, dos de las cuales sostenían mis brazos con cuerdas.
¿Qué carajos?
Me sacudí en un pobre intento de liberar mis brazos, pero por mas que lo intenté no pude. La muchacha frente a mi, quien era la que no me sostenía, rió burlonamente al verme.
-Vaya, vaya-habló juguetonamente-, ¿Qué tenemos aquí?-gruñí-. El jefe estará feliz de que capturáramos a una mas, ¿no lo creen, chicos?-le preguntó a los muchachos que sostenían las cuerdas.
Ambos asintieron con la cabeza.
-Tal vez con esto me ascienda a algo mas importante que captura-semidioses -siguió. Sus amigos carraspearon-. Nos. Nos asciendan-se corrigió sonriendo nerviosamente.
-Muy bien, llevémosla a la base-habló uno de los muchachos.
-No es una base-dijo la chica rodando los ojos.
Durante todo el trayecto a su “base” se la pasaron discutiendo sobre temas sin sentido, pero no podía maldecirlos porque la tela en mi boca me lo impedía. Entramos a una especie de edificio altísimo sin ventanas y, al parecer, con una sola puerta. En un principio el lugar parecía bastante solitario pero en cuanto nos adentrábamos mas y mas, comenzaban a oírse voces a lo lejos. Algunas personas pasaban a nuestro lado pero al parecer no les parece extraño ver a una chica maniatada y amordazada. Por supuesto es SUPER normal.
Doblamos en un pasillo y luego en otro, subimos escaleras y cruzamos infinidades de puertas hasta que llegamos a lo que parecía ser una terraza. Mi cerebro se accionó al recordar eso como el lugar donde Sea hizo su mensaje Iris. ¿Ella está aquí?
Ataron mi mano derecha en la valla del lado derecho de la terraza y mi mano izquierda en la valla contraria, dejándome parada en medio de la terraza con mis brazos extendidos involuntariamente hacia los lados.
-Quédate aquí mientras yo voy a buscar al jefe-habló la muchacha hacia uno de los chicos-. Tú ven conmigo-le dijo al otro chico.
Ambos se fueron del lugar, dejándome sola con el chico. Él sonrió de lado y se acercó a mí, me miró de pies a cabeza y luego soltó una risita.
-Tan indefensa-acaricio mi cara con una de sus manos. Yo hice un movimiento brusco para alejarlo-. ¿Cómo te llamas?
Lo miré incrédula. ¿Cómo quiere que le responda si ellos me lo impidieron?
-Oh, cierto.
Con ambas manos quitó la tela hacia abajo, dejándola colgando como un collar.
Y yo no perdí mi oportunidad de escupirle en la cara.
Él maldijo y retrocedió, limpiándose la cara con la manga de su sudadera. Me miró furioso y en menos de dos pasos ya tenia su mano alrededor de mi garganta, haciendo cada vez mas presión.
-Cuida lo que haces con esa boca-gruñó cerca de mi rostro.
Mierda, no debería estar malpensando las cosas cuando me estoy ahogando.
-S-suéltame -mi voz salió como un susurro.
Él rió e hizo presión mas fuerte.
-¡Quita tus manos de ella!-oí una voz masculina a espaldas del chico.
Mi cabeza cayó inmediatamente hacia abajo al no ser sostenida por nada debido a que el chico se separó de un salto. El aire llenó mis pulmones nuevamente y mi cuerpo se destensó.
-¡¿Qué es esto?!-exclamó la voz anterior, la cual, por desgracia, conozco bastante bien.
-¡Grayson!-exclamó enojada la muchacha que había salido tiempo antes.
-¡Ella me escupió!-exclamó el tal Grayson.
Oí una risa en alguna parte del lugar pero no pude ver de quien se trataba porque mi cabeza seguía gacha.
-¿Y como no? Si la tienen atada-habló la irritante voz del rubio que ha estado detrás mío y de mi hermana hace tiempo. Luke.
-¿Quiere que la desatemos, señor?-pregunto la chica.
-¡Por supuesto!
Ellos se acercaron a mi y desataron las sogas de mis muñecas. Mi cuerpo tembló y caí sobre mis rodillas al suelo.
-¿Cómo te llamas?-preguntó Luke con un tono de voz tan amable que si no lo conociera le hubiera creído.
Reí amargamente.
-Luego de todo lo que sucedió me sorprende que no me recuerdes-respondí de mala gana.
-No puede ser…-respondió con un tono de alegría que me sorprendió bastante.
Rió con alegría.
-Mira hijo-habló nuevamente-, he conseguido uno de los premios mayores-alguien gruñó.
¿Hijo?
Levanté la vista con el ceño fruncido al oírlo decir eso, ¿tiene un hijo? ¿Desde cuando?
Cuando mi vista se enfocó en ellos mis cejas se alzaron y mis labios se separaron con sorpresa. Su expresión no fue diferente a la mía, de hecho podría decirse que estaba mas sorprendido que yo.
-¿Sky?-preguntó.
-¿Marcus?-hablé al mismo tiempo que él.
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Sea & Sky - [LHDZ#2]
Fanfiction«Para entender esta historia deben leer primero "La hija de Zeus", la cual pueden encontrar en mi perfil. Esta es una segunda temporada de la historia anteriormente mencionada, asi que para que puedan llegar a enterderla mejor les recomiendo leer la...