Quedate Junto A Mi...

Capítulo 50

Narra Matt:
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Ha pasado un día desde que supimos que Val tenía un pequeño tumor, lo que ocasionaba un gran moratón.

Mi mundo se derrumbaba cada paso que daba hacia la habitación del hospital.
Val ha sido hospitalizada y le están haciendo pruebas, nadie le echo en cara su fuga que ella llamó "Vacaciones".

Val sólo ha pasado un día allí, pero parece que no le ha sentado bien, la noto peor. Mas delgada, más deprimida, más distante.

Todo me daba vueltas. El pasillo era totalmente blanco, venía y iba médicos y gente normal.
Le había preguntado a la recepcionista donde estaba Val.

Tess se encontraba en su casa, descansando ya que no ha dormido en toda la noche, ha necesitado pastillas.
Kenny con la madre de Val recogiendo sus cosas para llevarlas al hospital y yo bueno.
Mi misión es sentir mejor a Val.

Y aquí estaba delante de la habitación número 104.
Me temblaban las piernas, me almé de valor y abrí la puerta.

Y ahí estaba.

Tumbada en la cama con sábanas blancas como la nieve, con su pelo castaño suelto. Ojos tristes me miraban.
Sólo había una cama y de fondo no había pared, si no una gran ventana que daba a un gran césped perteneciente del hospital.
Tenía un tubo atravesando su vena proporcionándole un líquido extraño.

Entre y me senté en un sillón junto a su cama ya que notaba que me caía por el temblor de mis piernas. No dije nada, no sabía que decir.
Hasta que ella habló.

—Lo siento.- Dijo echándose para atras mirando el magnífico paisaje a su izquierda.

—No tienes que sentirlo. Sólo quería que no sufriéramos, lo sé.- Respondí.

—¿Crees que he mejorado las cosas, Maty? ¿Crees que haberlo mantenido en secreto, ha ayudado?- dijo está por fin mirándome. Vi que sus ojos se cristalizaban con forme la conversación fluía.

No supe que decir. Y lo noto ya que suspiro y siguio mirando a su izquierda.

De pronto me acordé había  traido su película favorita.
"La Vie Est Belle"
Le encantaba y nunca he sabido el Porque.

Pero no importa. No siempre se debe conocer todo de alguien para amarlo. Basta simplemente con saber lo que siente por ti.

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Pasó las horas, al poner su película.
Val se animó y tras verla en la televisión de la habitación  con un silencio que no era incómodo,
vinieron de nuevo las charlas, las risas y los momentos bonitos.

Pero todo terminó, cuando el médico de Val llamo a la puerta.
Me invitó a que saliera para hablar conmigo.

En el pasillo hacia frío y con mis escalofríos, me ponía enfermo. Los hospitales me deprimían.

—Eres Matt,¿Cierto?- dijo Isaac.

Yo asentí.

—Llevo conociendo a Valeria desde que tuvo el accidente, yo acaba de entrar en el hospital.
La considero mi amiga y por ello quiero que sepas que no quiero que le ocurra nada. Haré todo lo que pueda para ayudarla.

—Gracias, de verdad.- Dije iba a decir algo más hasta que vi de lejos a los amigos de Val.
Los de la banda.

Me entró miedo en el cuerpo. No me podía mover. Vi que entraban en la habitación de Val y a la nada oi gritos. Y corrí.

La imagen era horrible.
Val lloraba y les gritaba que se fueran que no quería volver a verlos nunca más.
Ellos lloraban. Todos se fueron no antes mirarme con desprecio.

Al irse todos, Val me miró y sólo dijo una cosa:

—Intentare que nadie más sufra por mi. Y si hace falta alejarlos. Lo haré.- Dijo ella secándose las lágrimas.

A lo que yo respondí:

—Yo no me alejaré de tu lado.- Dije sentándome en el sillón.

Ella miro de nuevo a su izquierda.
Yo sentí como mis palabras se convertían en un ligero susurró que no escucharía y que a la vez quería que me oyera. Sólo dije una frase:

"Quedate junto a mi...
No me alejes."