Amor esquizofrénico

II

Capítulo II: God's dead

Unos minutos después de ocupar la cama vacía en la habitación el chico volvió a repetir que me apresurara. Estaba siendo bastante exasperante así que decidí dejar las cosas a la mitad, y salir de la habitación. El seguía observando después de unos minutos empezó a caminar repitiendo la acción del inicio, ni siquiera sabía porque lo estaba siguiendo. Ahora si sentía miedo, bueno tal vez un poco de preocupación, ya que nunca había estado en un lugar como este, tal vez estaba siendo paranoica, caminamos hasta la parte oeste del hospital y algo me decía que no debíamos estar ahí, no lo sé, los letreros de sólo personal autorizado parecían  bastante convincentes, aunque él parecía bastante acostumbrado a aquella acción. 

—Espera quién eres, quiero dormir tranquila. Ya sabes sin que ningún asesino en serie me mate en la noche. —Dije mientras seguía a aquel tipo aunque no decía ni una palabra, sólo caminaba hasta un tipo de sala de espera que estaba completamente vacía. Empecé a ponerme nerviosa como si alguien nos estuviera siguiendo, pero estaba casi segura que eso no era malo, en realidad estar ahí sola con ese tipo era peor que las alucinaciones... al menos ellas no me dañaban y eso era lo único positivo. Corrí detrás de él para detenerlo parandome un poco de puntas para tomar su hombro y girarlo — Te estoy diciendo que te detengas. 

—Para qué quieres saberlo. Esta bien quita esa cara de asustada, me llamo Andrew Biersack. 

— ¿Y por qué estás aquí?—Retrocedí  un poco aunque no pareciera peligroso, algo en él me hacía desconfiar como si siempre tuviera que estar a la defensiva.

—Verás me volví un poco depresivo, y enojón. Era cantante  y mi compañeros decidieron meterme aquí, tenían miedo que me volviera más agresivo porque siempre bajaba a pelear con las personas en medio de las presentaciones, pero qué más da. De eso se trata el Rock and roll, pero ahora estoy aquí pudriéndome, no ha sido mi mejor momento si me dejas admitirlo. 

—Bueno esto ha sido muy interesante, gracias por traerme a un lugar abandonado si quieres impresionarme te va a costar más que esto. Nos vemos Biersack.

Una sonrisa burlona salió a relucir en su rostro, unos segundos después me encontraba caminando de regreso. Eran demasiadas experiencias nuevas para un día, y el lugar  no dejaba de ser tétrico. 

No sé porque comencé a correr hasta que escuché voces, estaba por fin en un lugar seguro. Las luces del pasillo se hacían cada vez más brillantes.  Cuando por fin llegue a la sala de estar era la misma que había abandonado hace unos minutos, sólo que Andrew no se veía por ningún lado, un escalofrío recorrió mi espalda, traté de controlar mi respiración ya que estaba jadeando. Vamos esto es normal, no del todo pero puede que esto es empeorando, pero va a mejorar. Volví a regresar esta vez tranquilizandome, iba a mejorar.

Cuando llegué ahora sí a la estancia, Andrew estaba sentado en un sillón leyendo un libro con la portada grisácea. Me acerqué lentamente a él.

—Comité de la muerte, nunca había escuchado de ese libro. Por cierto deja de molestarme, no sé cómo hiciste para volver de la sala abandonada, pero conmigo no puedes meterte. Soy cinta negra en Lima Lama.

—Esta bien, pero esto esta apunto de ponerse peor. —Cerró el libro en mi cara, y caminó hasta nuestra habitación. 

Este chico comenzaba a desesperarme, pero tenía una mezcla de sentimientos cada que estaba cerca de él; como que había muchas cosas que descubrir de este lugar. Aunque sinceramente sé que no debería involucrarme.

Traté de pensar en otra cosa mientras me recostaba en aquel viejo sillón que en algún momento fue café, poco a poco me fui durmiendo hasta que alguien osó despertarme.