{19} Paintball.

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-Pero, ¿no olvidas algo?.

-No, ¿a que te refieres?.

-Hoy tenemos que hacer el trabajo de psicología.

-Lo haremos mañana.- su voz denotaba tranquilidad.

-No, claro que no, lo haremos ahora.-dije con cierta imposición.

-Escúchame, ya dije que no y no lo haré, se que no haz tenido un buen día y yo tampoco así que necesitamos un poco de diversión.- hizo un movimiento chistoso con sus cejas por lo cual no pude evitar reír.

-Esta bien, esta bien,-levante mis manos en señal de rendimiento- tienes razón hoy ha sido un mal día.

-Entonces vámonos.

Subí al auto y Alex empezó a conducir, un silencio muy incomodo había entre nosotros. Hasta que decidí hablar.

-¿A dónde iremos?.

-No te desesperes, ya veras.- dije sin desviar su mirada del frente.

-Voy en un auto con mi mas grande enemigo, no se a donde vamos y me dices que no me desespere.- mi voz sonaba un tanto exagerada.

-¡Ey!, tranquila no te voy a hacer nada, no si tu lo quieres. -su voz seductora me hizo estremecer.

-Claro que no, solo sigue mirando al frente y no te distraigas.

-Como usted ordene señorita capitana.- puso una mano en su frente como un militar y me dedico una pequeña sonrisa la cual yo le devolví.
No podía entender porque a veces el se portaba tan insoportables y ahora estaba siendo una persona diferente, era algo extraño, pero me gustaba que actuara de esa manera.

Despues de unos minutos llegamos, mire sorprendida a Alex, no imaginé que iríamos a ese lugar, pero si me gustaba la idea.

-Paintball- dije con entusiasmo.

-Si, eso es bastante divertido así que ayuda a distraerte y dejar a un lado los problemas, aunque había pensado en ir a otro lugar pero iremos cuando acabemos esto.

-Si, recuerda eres mi asistente y tienes que ir donde yo te diga.

-Ya cállate y entremos.

Entramos al lugar y nos fuimos a poner los trajes, despues de unos minutos salimos a jugar.
Ya había pasado bastante tiempo y Alex iba ganando.

-Eres mala para esto.

-Claro que no solo me vas ganando por cuatro puntos, por lo tanto te puedo ganar, no te descuides.

-ok si tu lo dices, pero podría apostar que te voy a ganar.

-No pienso hacer mas apuestas contigo, así que olvídalo.

Seguimos jugando y despues de varios minutos ya había empatado a Alex, ahora venia la ronda final debía ganarle a Alex, mi orgullo no me permitía perder una vez mas.

Amar sin recuerdosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora