Lleva siempre mi corazón contigo.
Capítulo 36.
Caminé con ellas y me encontré con la tierna mirada de Drew. Hoy se veía completamente bien en camisa y jeans entallados. Aun así, yo prefería a alguien. ¡Oh vamos Boleyn, no vas a arrepentirte ahora!
-Hola.
-Hola.-Sonrió. – Tenía mucho que no te veía.
-Yo igual. ¿Qué estás haciendo? –Pregunté al mirar su bebida.
-Tomo. ¿Quieres un poco?
-Claro. –Sonreí y tomé el vaso.
-No, espera.-Tomó el que estaba a su lado.-Ten.
Lo tomé rápido y sentí electricidad recorrer mi cuerpo. Esa bebida tenía algoy pude sentirlo.
-Me siento rara. Reí estúpidamente y Drew tomó mi mano.
-Bailemos. –Me jaló hasta la pista.
La pista reproducía Gun- Serebro. Me movía con el ritmo que esta implicaba: lento y sensual. No entendía por qué me sentía así de liberal. Pero la dopamina estaba en mi cuerpo. Drew se pegó un poco a mí y sentí sus manos caer sobre mi trasero. Yo sólo me reí.
-¿Quieres un poco más?
-Tiene algo raro. –Me reí.
-Pero te gustó.
-¿Es algo malo?-Pregunté.
-Para nada. Te daré un poco más.
Le sonreí esperé por un vaso más. Mientras él estaba en la mini cantina que Perrie había instalado, miré a mí alrededor y vi como Eleanor discutía con Louis. Oh Eleanor. ¿Qué habrá hecho?, me causo risa y los saludé de lejos. Drew volvió con un vaso al tope y lo bebí complacida. Algo en mi decía que no estaba bien. Pero no me sentía mal emocionalmente.
-Gracias.- Le sonreí.
-De nada preciosa. Sigamos. –Dijo y abrazó mi cintura para continuar bailando.
Las luces eran neón, tal como en mi sueño. Me movía y sentía a Drew moverse conmigo. Me decía cosas que no lograba entender, pero a fin de cuentas. ¿A quién le importa? Mañana no iba a recordarlo.
-Eres hermosa. ¿Lo sabías?
-Gracias.
Sus labios se pegaron a los míos y dejé abiertos mis ojos por la sorpresa. ¡No, no, no! Yo no quiero esto. Sin soltarlo miré a mí alrededor.
Mierda, mierda.
-¡NO!-Grité en cuanto escuché un golpe sonar.
-¡Vete de aquí!-Gritó.
-¡Déjalo! ¡No eres nadie para controlarme! –Exclamé. No sabía qué mierda podía hacer.
-Vámonos, _.-Me jaló Harry.
-¡Liam! ¡Suéltalo ya!
Sentí como me miró, pero volvió su mirada hacia Drew cuando esté, en su distracción le soltó un golpe en el estómago.
-¡Liam!-Grité desesperada.- ¡Te odio!
-¡Vámonos,__! –Repitió Harry.
-Déjame-Lo empujé.
-¡¿Qué diablos pasa?!- Interrumpió exasperada Perrie.
-Está drogada. El imbécil de Turner la drogó.-Respondió furioso Harry.
-¡Te odio Liam, te odio tanto!
Liam soltó a Drew y en su mirada veía tantas cosas, tantos sentimientos encontrados. Me dio miedo, me dio pánico. No tenía idea de cómo manejar esto.
-__...-Se acercó hacia mi lugar. Pero me escondí rápido detrás de Harry.
-Liam, será mejor que hablen después.-Interrumpió él intentando hacer que Liam entendiera.
-__...-Repitió.
-Liam, basta.
-Necesito explicarle. –Miró a Perrie.
-Liam, vete.-Pidió ella.
-No, ella es mi… -Guardó silencio. Era evidente que no tenía nada que responder.
-Tranquilo hermano, yo la llevaré a su casa.
-Quiero hacerlo yo, Harry –Lo miró. –No le haré daño.- Exclamó desesperado intentando encontrar mi mirada.
-__.-Habló Perrie. -¿Quieres irte con Liam?
Negué con la cabeza. No quería, tenía miedo de él.
-¡Fue el quien te drogó!
-Lo siento Liam.-Musitó Harry.
-¿__?- Me miró.
-Liam, vete.- Interrumpió Perrie.
-¡__! Sólo quiero hablar contigo. ¡Maldita sea!-Gritó y mi piel se erizó por completo.
-Te quiero fuera de aquí, Liam. Por favor. –Hablo la rubia.
Agachó su cabeza y avanzó. Sentí mi corazón romperse, él parecía herido. Giró su cabeza por última vez hacia mí, buscando una solución a esto. Pero yo le aparté mi vista y el continuó su camino. Esto… podía ser el fin.