Él me susurra en mi mente, sus palabras hirientes y sus ordenes mortales me conducen a mi vacío y infierno lentamente. No pretendo hacerle caso alguno, pero el me controla. Soy su marioneta, y el mi manipulador.
.
.
.
Imagines de su muy largo pasado pasan como película enfrente de ella. Todo su dolor, sufrimiento y odio impregnada en cada una. Mas ve una sonrisa en su rostro, una totalmente falsa pero aun así estando ahí, nunca se había desahogado en todo lo que había vivido después de aquella tragedia. Si, había llorado una que otra vez, encontrando los momentos justos para quitar un poco de peso en cima poniendo de excusa otro problema. Pero sin liberar por lo que en verdad sufría y moría por dentro. Jamás.
Se suponía que esto no iba a ser una historia triste, que ella sufriría; si, pero no de esta manera. Se suponía que iba a vivir cosas de adolecentes normales, que sufriría por cosas que para su edad eran normales. Se sentía realmente egoísta al momento de pensar que su sufrimiento era enorme, cuando alguien podía estar sufriendo mas que ella. Un sentimiento abnegado que la mataba sin quererlo.
Las imágenes fueron pasando a la misma velocidad en los años en que había visitado todo el mundo, teniendo siento dieciséis años te daba la oportunidad de pasearte por todos los países, mas cuando tus padres eran de buena familia. Cada persona que conoció, cada cosa que vio y cada sensación y sentimiento que sintió en aquellos momentos era algo lejano. Tenía que admitir que de alguna forma era feliz. Ella era feliz. De una manera rara, pero así era, cuando las imágenes pasaron a cuando había vuelto a Paris hubo una parte donde este se volvió aun mas borrosa. Volviéndola sin forma alguna, como si esa parte de su vida, ese corto periodo había sido borrada de su mente.
Trato de ver algo que la hiciera recordar, pero no encontró nada. Suspiro frustrada, las imágenes siguieron pasando. No fue hasta el momento en el que despertó aquella tarde en el hospital donde se volvieron nítidas de nuevo. Su confusión en ese momento rebasaba cualquier otro sentimiento que tenía. Teniendo solo unos siete u ocho había abierto sus ojos después de mucho tiempo y conectada a un montón de cables que, tanto tomaban su ritmo cardiaco como le pasaban aquel liquido sustentable y indispensable para ella.
Era consciente de que estaba internada de nuevo, había ido tantas veces a ese hospital para sus chequeos humanos anuales que todo el personal la conocía y por obviedad lo que ella era. No temía pero de cierta forma le disgustaba el estar en ese estado que los humanos llamaban "desmayo".
Su respiración comenzaba a acelerarse por causa de su intranquilidad, estaba empezando a sentir una especie de asfixia. Un dolor profundo se inserto en su cabeza y supo que estaba recobrando la conciencia. Las imágenes se habían suspendido, un chico rubio se encontraba en esa imagen, su piel bronceada y sus ojos con ese brillo que ella siempre envidio. Le sonreía de forma dulce y con amor, se mantenía firme mientras murmuraba unas palabras que en aquel momento, para Bridgette se le hacían incomprensibles.
Abrió los ojos de manera rápida, su respiración agitada era reflejado por le monitor cardiaco que marcaba con aquellas líneas. La luz del sol combinado con la de la bombilla le ardían en los ojos, inmediatamente los cerro sintiendo un gran mareo. Los volvió a abrir viendo todo borrosamente, giro su cabeza visualizando todo de manera algo asustada.
El ruido de la puerta abriéndose de manera brusca la alarmo y vio hacia la puerta. No pudo distinguir de quien se trataba pero de lo que estaba segura era que se trataba de un doctor y un par de enfermeras que se acercaban rápidamente a ella.
- Señorita Bridgette, debe de tranquilizarse- hablo el doctor de forma tranquila.
- ¿Que.. Que me ha pasado?- pregunto entrecortadamente.
- Por favor cálmese, necesitamos que se tranquilice- volvió a repetir el doctor.
Bridgette asintió y trato de calmarse, en pocos minutos el monitor ya empezaba a dar las frecuencias de los latidos de su corazón de manera mas lenta y normal. Su vista aun seguía siendo borrosa, mas ya podía ver con mas detalle de quien se trataba. El doctor Robert estaba posicionado enfrente de la cama de hospital junto a dos enfermeras mas que reconocía.
- Doctor Robert- hablo cansada, miro su cuerpo tendido en aquella cama. Una bata de hospital cubría su cuerpo junto con una sabana blanca, de sus brazos salían varios tubos, pero uno exactamente llamo su atención, este contenía un liquido que para ella tenía gran significado- ¿Qué hago aquí?
- Bridgette, nos alegra que hayas despertado. Llegaste en unas horribles condiciones- hablo con una sonrisa.
¿Horribles condiciones?
- ¿A que se refiere?- pregunto.
El doctor abrió la boca mas de el no salió sonido alguno al ser interrumpidos por un grito.
- ¡DENJEME VERLA!- exigió una voz, unos pasos rápidos se escuchaban por el pasillo dirigiéndose a donde ellos estaban. Entonces la puerta se volvió a abrir de manera brusca dejando ver a Félix siendo perseguido por un par de enfermeras tratando de detenerlo- ¡Bridgette!, ¡soltarme, quiero verla!- volvió a gritar desasiéndose de las manos que lo sostenían y corriendo a lado de la chica. Este la abrazo sin titubear.
- ¿Félix?, ¿Qué... que haces aquí?
Félix se separo un poco de ella para obsérvala, tenía unas ojeras algo notables y se le notaba mas pálido de lo normal. Sus ojos grises parecían haber perdido el brillo, y su cara mostraba mucha preocupación.
- ¡¿Cómo que qué hago aquí?!, ¡casi me matas de un maldito susto!- grito sosteniéndola de los hombros, sus ojos empezaron a brillar cristalinos- ¡SABES LO QUE SENTI AL LLEGAR A TU CASA Y HARLLARTE EN ESAS MALDITAS CONDICIONES!, ¡TE ESTABAS DESANGRANDO MALDITA SEA! ¡TE ESTABAS MURIENDO DESANGRADA, TU CORAZON CASI NO LATIA Y TENIAS DOS ORIFICIOS EN TUS MUÑECAS! ¡JAMAS, POR UN DEMONIO JAMAS VUELVAS A HACER ESO, QUE TE JURO QUE ME MUERO!... me muero si te pasa algo- lagrimas ya empezaban a salir sin control de sus ojos grises, mientras que Bridgette solo lo veía estupefacta.
Jamás había visto a alguien gritarle de esa manera, nadie había llorado y le había gritado con tanta furia. El rubio rendido cayo recostando la cabeza en las piernas de la chica ocultándolo. Había tenido guardado eso todas estas horas, y ahora que la veía y le preguntaba que qué hacía ahí simplemente había explotado. Sus sollozos eran fuertes, no había llorado así desde que había perdido a su madre al igual que Adrien. Una caricia en su cabeza lo hizo detenerse, levanto la cabeza encontrándose con una Bridgette con lagrimas cayendo al igual que el mientras lo miraba con dolor.
- Perdón, yo no quería que....- había recordado lo que había pasado, en aquel momento en que perdió control de su cuerpo de tal manera que se había lastimado ella misma- Yo... no se que me paso, solo...- Oculto su rostro con sus manos y rompió en llanto. Félix al verla sonrió tristemente y la abrazo, la chica no tardo en rodearlo con sus delgados brazos y apoyarse en su hombro.
:
:
:
:
- Debe de ser un efecto secundario de tus transformaciones- la voz seria del doctor mantenía a Bridgette y Félix algo tensos-, ya que ahora estas en esa fase, tus emociones van a ser algo mas sensibles con respecto a "ese" tema. Dime, ¿algo hizo que te enojaras o te hiriera de tal forma que perdieras el control de tal forma?- la pregunta tenso aun mas a la joven, trago difícilmente saliva y miro nerviosamente al doctor que la miraba con la ceja levantada al igual que el rubio.