Juvia no esperaba conocer a Gray en las vacaciones de verano ni enamorarse, el amigo de Natsu y de Lucy.
Gray no esperaba conocer a quien sería su mariposa azul, poniendo su mundo patas arriba. No, no lo esperaba, sólo quería conocer a esa chica que...
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― ¿Sabes lo bueno que fue haberte quedado?
― ¿Qué es, Gray-sama?
―Ayudarme con la maqueta. ―en efecto la llevaban hoy, era el día de la entrega y ambos habían salido del departamento. Juvia preparó el desayuno para los tres. Silver la halagó de nuevo, sugiriéndole visitarlos más seguido, la falta de una figura femenina se notaba.
Gray cargaba con la maqueta directo al instituto, mientras su compañera llevaba los bolsos de ambos, al menos él no tuvo que ir a buscarla con tanto equipaje.
Su fantástica maqueta del Templo de la Concordia fue por lejos la mejor de la clase, mejor que la del Coliseo de Natsu y Lucy. ¡Lucy le dijo que hicieran la cuidad completa de Roma, hubiese sido la más fantástica de todas!, pero Natsu quiso ir por lo más predecible...
Los días y las clases transcurrieron rápidos; Mirajane estaba conociendo a Laxus, desde la primera vez que vino a recogerla al instituto fue más seguido; lo mismo para Lisanna. Elfman tenía un tic nervioso, ¡sus hermanas estaban saliendo con hombres! ¡Hombres que no eran él! Por lo tanto, tomó el mando de sus hermanas como un verdadero hombre, encarando a Laxus. Si quería cortejar a Mirajane, debía pedirle autorización, ¡como un hombre!
Cosa que a Laxus no le importó, estaba saliendo con Mirajane, no con él, y le pediría autorización a sus padres.
Y Natsu como siempre entrometido, se le unió. Las Strauss eran sus amigas, sobre todo Lisanna. Le urgía saber qué clase de chico era ese tal Bickslow, escaneándolo de arriba abajo. No tenía su total aceptación, amenazándolo que, si le hacía llorar, se las vería con su enojo encendido y las llamas sobreprotectoras. Ni hablar de Elfman, amenazando hasta por donde no se debía, como un hombre.
Erza estaba contenta, Jellal la visitaría el próximo mes, ya que en Estados Unidos estaban de vacaciones. Estaba tan contenta, nada en el mundo le haría enojar a excepción del comportamiento inmaduro de Natsu y Gray, discutiendo y peleando por un pastel de chocolate. Natsu lo quería para Lucy, Gray para Juvia. Erza los golpeó y el pastel lo tomó Gajeel, dándoselo a Levy, riéndose por haberlos hecho llorar y enfadarse más, lanzándose a ellos en la cafetería.
Erza tuvo que frenarlos de nuevo.
Lucy suspiró sonriendo, esos dos tenían una amistad muy bonita, bueno..., haciendo a un lado sus golpizas.
Juvia opinó lo mismo, Gray le ha contado muchas historias de él y de Natsu, son muy graciosas y extrañas.
Lucy le preguntó cómo iba con Gray, han pasado dos meses y medio, ¿no será suficiente castigo?, entre más tiempo pase (ojalá no suceda), puede aparecer una competencia. Juvia pensó en eso en ese minuto, rodeándose de un aura depresiva. Lucy tuvo que contradecirse, no es que esa competencia se ganara del corazón de Gray, ¡él sólo tiene ojos para ella!
