Capítulo 19

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12:34 a.m.

—Acuéstate conmigo.

Camila estaba a horcajadas debajo de mi, se veía tan indefensa, quería abrazarla muy fuerte y protegerla de todo. Mis ojos estaban conectados con los suyos, ella podría pedirme la mayor estupidez en este momento y yo le diría que sí diez veces y luego cumpliría su petición.

—De acuerdo. —Iba a acostarme a su lado pero ella me frenó.

—Cierra la puerta.

—Claro —Sonreí, me reincorporé e hice lo que me pidió. Iba a acostarme de nuevo pero... Quedaríamos muy apretadas—. Camila no cabemos aquí. —Ella torpemente se levantó y tayó su ojo izquierdo. Se miraba tan hermosa adormilada, estoy muy enamorada de ella maldita sea. Estoy muy enamorada de Camila Cabello.

—Acuéstate.

—Pero tú eres la que quier-

—Acúestate, voy a subirme encima de ti. —Oh dios, no. Mi erección seguía dura como una roca. Si ella se subía encima de mí ella iba a...

—De acuerdo. —Me limité a decir. Me acosté en el asiento y coloqué mis manos en mi estómago. Con un nudo de nervios en mi garganta. Camila sonrió no sé porqué y se puso a horcajadas sobre mi, sus cabellos a medio secar caían sobre mis mejillas.

—Lern...

—¿Sí?

—¿Me quieres? —¿Qué clase de pregunta es esta? YO TE AMO.

—Claro que sí Camz, eres mi mayor ídolo y cantas precioso y... —Ella negó con la cabeza y me detuve.

—No ese tipo de querer Lern...

—¿N-no? —Inevitablemente vi sus labios, pero rápido volví a sus ojos con la esperanza de que no lo hubiera notado. Si ella sospechaba de mi amor, seguro me echaba a patadas de aquí—. ¿Q-qué tipo Camz? —Tragué mi nudo de nervios y mi corazón dio un vuelco, ella no respondía—. ¿Camz...?

—Éste.

Y mi corazón se detuvo.

Mis ojos parecían querer salirse de sus cuencas.

Mi cuerpo se sentía debil.

Sucedió.

Maldita sea, sucedió.

Los labios de Camila se sentían jodidamente bien en los míos, sabía que ella estaba ebria pero no me importaba ahora. Hoy era el mejor día de mi puta vida. Pero desgraciadamente todo tiene un fin. No mentira, pero mis pulmones necesitaban oxígeno y... A la mierda el oxígeno, ¡quiero morir así!

Después de unos segundos más, terminó.

Camila se recostó a un lado de mi, con parte de su cuerpo sobre el mío, estabamos acurrucadas y se sentía tan bien.

Mis ojos se cristalizaron.

¿Esto podía ser real?

Tenía a Camila en mis brazos, a Camila Cabello. CAMILA CABELLO ME HABÍA BESADO, A MÍ. A Lauren Michelle Jauregui Morgado. A una adolescente de dieciséis años -casi-, a una fan. A una posnxckxklg-

Solté una pequeña risita. Camila estaba acariciando mi abdomen con su mano, era tan suave. Respiraba tranquilamente, parecía que porfin se había dormido.

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—¿Estás dormida? —Susurré.

—Mhmmm... —Su mano seguía acariciándome pero parecía que cada vez cesaba.

Tuve el valor de acariciarle la espalda, podía sentir la textura de su piel y me encantaba, me daba miedo cuando bajaba mucho la mano, me daba miedo que pudiera sentir mi erección. Me daba miedo que ella...

—¿Qué es esto Lern? —La puta mieRDA ME ESTÁ TOCANDO.

—E-es... ¡Es... —PIENSA ESTÚPIDA, PIENSA—. ¡Es!... —COMIDA MEXICANA—. ¡E-es un tamal! —Sus manos comenzaron a apretarlo repetidas veces. ¡Maldita sea Camila deja de hacer eso!

—Lern... Esto no se siente como un tam... —Y empezó a roncar. NO SABÍA QUIÉN HABÍA ECHO ESTE MILAGRO PERO MUCHÍSIMAS GRACIAS. Saqué todo el aire de mis pulmones. Dios casi me muero. Hoy había mencionado tantas veces a dios que sentía que Ally había poseído mi cuerpo.

La envolví en mis brazos, nos acomodé mejor y cerré los ojos, me dedicaría a dormir con ella. A cuidarla. No me importaba nada.

03:12 a.m.

Abrí lentamente los ojos, podía ver una silueta familiar, en color negro encima. La música aún sonaba, pero era casi nula aquí.

—¿Camz? —Me reincorporé sobre mis codos, sin poder levantarme por el peso que tenía encima. Y sí, era Camila, pero ella no me contestó.

Ella estaba sentada sobre mis piernas, observando hacia abajo mientras mordía las uñas de una de sus manos y podía sentir cómo se recargaba con la otra en mi abdomen. Se veía tan preciosa confundida, se veía tan ingenua en lo que hacía que no pude evitarlo y perseguí con mis ojos aquello que fuera lo que estaba viendo. Aterricé en mi erección.

Mi corazón cayó. Todo acababa aquí. Todos mis esfuerzos por ocultar esta mierda se habían desplomado. Empecé a respirar de manera agitada y los nervios helados corrían por mi sangre aterrándome. Debía arreglar esto, ¡maldición no podía perderla así!

—¡C-Camz n-no es lo que crees! —Intenté levantarme pero no podía, maldita sea, no podía hacerlo con ella encima—. ¡Puedo explicarlo! —Estaba apunto de llorar, no iba a aguantar mucho.

Estaba asustada. Estaba asustada porque no quería perderla y todo era mi culpa.

MALDITA SEA CAMILA DI ALGO.

—Camila déjame explica-

—Shhh... —Los dedos de Camila vagaron desde mi abdomen pasando por el borde de mi pantalón hasta los botones de éste, mi corazón se aceleró de golpe, ¿qué rayos iba a hacer?—. No me importa —¿Qué?—, no me importa esto —¿¡PORQUÉ ACABA DE DESABROCHAR UN BOTÓN!?—, eres especial —Uno más. Diablos Camila porfavor detente—, eres especial para mí Lauren —Y desabrochó el último botón.

—C-Camila d-detente.

—No quiero. —Camila tomó el dobladillo de mis pantalones y los jaló un poco hacia abajo. ¿Qué mierda estaba pasando?, no. Esto... Esto no es real, esto no puede ser real, estoy soñando.

—Camila p-porfavor... —Sentí sus manos acariciar mi miembro por encima de mi bóxer e inevitablemente gemí. Se sentía rico. Muy rico.

—¿No te gusta? —Mierda, claro que me gusta, me encanta, no quiero que te detengas.

—S-sí...

—¿Quieres que la saque Lern? —Mi miembro latía como nunca. Ella hablaba como si no supiera qué diablos estaba haciendo y me ponía a mil que sonara de esa manera—. Lern...

Asentí a su propuesta. Ella me observó por unos segundos, sentí la tela despegarse de mi piel, sentí mi miembro chocar contra mi abdomen cuando la tela estaba abajo y sentí la delicadeza de sus manos sujetándome.

—C-Camz... —Ella deslizó sus manos hacia abajo, mordí mi labio inferior con fuerza. Fue como tocar el cielo por dos segundos.

—¿Te gusta Lern?, ¿te gusta así? —Sus manos empezaron a subir y bajar. Y yo sólo podía soltar severos gruñidos y gemidos en respuesta. Podía escuchar su respiración irregular al igual que la mía. Podía ver cómo se lamía y posteriormente se mordía el labio. Podía sentir sus preciosas y delicadas manos masturbarme cada vez con más rapidez.

—¡C-Camz d-detente! —No iba a aguantar ni siquiera 2 minutos así, ¡que vergüenza!

—¡Camila! —NO PUEDE SER MALDITA SEA. El vidrio del auto empezó a sonar con fuertes golpeteos.

—Diablos... —Camila llevó mi bóxer hacia arriba y abrochó mi pantalón. Mi erección dolía como la mierda-. Hazte la dormida.

—¿Qué?, pero-

—¡Hazte la dormida!

—D-de acuerdo.

—¡CAMILA! —De inmediato nos sentamos cada quién por su parte, agradeciendo que los vidros de ese auto fueran polarizados. Camila abrió la puerta, entreabrí uno de mis ojos y vi a Dinah echa una furia—. ¿¡Dónde demonios estabas!?

—Yo me vine a...

—¿Qué hace Lauren aquí?

—Bueno ella-

—¡ME TENÍAS MUY PREOCUPADA MALDITA SEA MILA!, ¡Shawn dijo que no volviste!, ¿¡y cuándo vas a responderme qué haces con Lauren!?

—¡SI ME DEJARAS HABLAR! —Apreté uno de mis puños. Esta situación me ponía nerviosa. Podía escuchar a ambas respirando con dificultad gracias a los gritos. Ambas se habían quedado en silencio.

—Estás enamorando a esta niña, Camila.

Mierda.

—Y también estás muy ebria.

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