En el camino

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-No lo recuerdo...-y era verdad! Tenía tanto miedo, estaba horrorizada, siquiera sabía en donde vivía.
-Es enserio? Bueno pero tienes a alguien a quien quieras que le llamemos?- ese Sam comenzaba a oírse preocupado, y yo también lo estaba.
-Si, en mi bolso tengo mi celular.
-Lamento la paranoia, pero aquí no hay ningún bolso.-Peter no, él mantenía la calma.
-No puede ser! Creo que la olvidé en el camión.
-Pet, trae las llaves, iremos a tu casa.
-Esperen que? ¿Creen que dejaré que me lleven a una casa desconocida solo porque estoy mareada?
-Nunca dije eso, solo iremos por nuestros celulares, supongo que por lo menos te sabes el número de tu madre.-dijo Sam;
Supuso bien. Ese chico era fantástico, muy acertado, pero poco caballeroso, era un muchacho normal. Más sin embargo me causaba intriga, y quería resolver mis dudas.
-Bueno... y por donde vives?-Preguntó Peter.
-Mía!
-Que!?-Dijo Sam.
-Mía! Jaja, me llamo Mía.
-Oh jaja mucho gusto.- Peter era algo más... sencillo.
En cuestión de minutos llegamos a su casa, una casa muy grande a mi aparecer, yo no sé qué haría con una casa así.
-Llegó el momento, díctamelo.-dijo Sam
-y se lo dije-
-Quieren la verdad?-ya me había abierto con ellos.
-He hablado con mi mamá y al parecer no les entregan la casa hasta mañana...- no dijeron nada así que seguí hablando- seguro pensó que ustedes eran niñas y por eso me dijo que me quedara.
-Aguarda, te quedarás aquí?-dijo Sam
-No eres de por aquí?-añadió Peter
-En realidad, soy todo un caso, vengo de Chicago, y si, o si tan solo me pudieran dar algo de dinero para ir a un hotel.- obvio que no me iba a ir a un hotel! Era solo para que se mostraran nobles.
-oh Mía, no te preocupes, tengo un cuarto justo aquí.-Peter comenzaba a caerme bien.
-Sisi y yo igual me quedaré Pet, para que tenga mejor seguridad.- Sam era muy bromista, pero me agradaba igual.
Y así terminó ese día.

Just come back.Where stories live. Discover now