Capítulo 45: Candace no es importante.

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—Candace, ¿Ya estás lista? —Escucho la voz de Mario proveniente del otro lado de la puerta.

—Ya salgo. —Respondo mirándome en el espejo del baño.

No voy a negarlo, Ashly hizo lo que quiso. Tengo un moretón debajo de mi ojo, una marca roja en mi labio ya que fue roto y dos raspones en mi mejilla derecha. El doctor sacó la venda de mi cabeza ya que la herida que Ashly provocó a mejorado durante esta semana que me e quedado en el hospital.

Levanto el polo y observo con claridad algunos moretones que me han dejado, también tengo en las piernas, por lo que me puse un pantalón de mezclilla para taparlos.

Hoy salgo de alta. Según el doctor e cooperado con mi recuperación y por eso a sido rápida.

Sobre Ashly; después de haber dado mi declaración, decidieron que permanecería en la cárcel por cinco años. Bárbara y Yessica solo estarán tres, ya que fueron sus cómplices. Esto duele, pues sus vidas fueron arruinadas por una simple diversión.

Me doy una última mirada al espejo para luego salir del pequeño cuarto y ver a mi padre con Mario esperándome con un bolso en la mano. Mis cosas.

—Vámonos pequeña. —Dice mi padre acercándose a mí y rodeando su brazo por mis hombros.

Durante el transcurso del viaje no e dicho palabra absoluta, solo me e quedado pensando en el por qué Esteban no se a aparecido en toda la semana, ni siquiera pude darle las gracias por salvarme de morir. No negaré que quise llamarle, pero descartaba esa posibilidad al momento por simple vergüenza.

Al llegar, vemos a Julia parada en la puerta. Bajamos del taxi que nos trajo y paso por su lado sin ningún saludo. Sé que ella hubiera querido que muera en ese momento, así que mejor ahorrarnos hipocresías.

—Candace. —Me llama Mario antes de que pueda entrar a casa. —Emy te dará el tiempo que necesites, luego podrás regresar al trabajo.

—Dile que iré. —Le respondo con una sonrisa en el rostro.

—Pero...

—Mario. —Le interrumpo. —Estoy bien.

—De acuerdo. —Se rinde y luego se acerca para darme un abrazo cálido. —Nos vemos mañana.

—Hasta mañana Mario.

Me adentro a casa con paso lento y entro a mi habitación para sentarme en la cama.

—¿Necesitas algo más cariño? —Me pregunta papá entrando a la habitación y dejando mis cosas en la cama.

—No papá, solo quiero dormir. —Mi padre se acerca y me besa la frente para luego irse.

Me acuesto en la cama soltando un último suspiro y quedando en un profundo sueño.

(...)

Es más que incómodo pasar todo un día con las miradas del instituto, observando cada marca que Ashly me a dejado, sobretodo que tu mejor amigo no venga a recogerte.

Si, Mario me dijo que iría en busca de sus lentes, ya no soporta más sin ellos y pues yo tendré que ir a casa por si sola.

El clima de Seattle no a cambiado, por lo que no me e quitado la polera de Esteban. No e tenido oportunidad de devolvérsela y me sorprende que su perfume aún siga pegado en ella. Camino mientras reproduzco la música de celular, algo relajante para un clima como éste. No hay nadie por las calles, más que una que otra pareja feliz.

Siempre me e preguntado, ¿Qué se sentirá tener una pareja? ¿Le compartes todo? ¿Hasta la comida?

Si es así, prefiero no tenerla.

La Verdadera Yo [SE]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora