Las tierras de fuego

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Parte dos; Esclavitud y poder.
Infierno.

Kai.

Ella siguió a sus hermanas, no quería alejarse de su hogar jamás había salido de ahí en toda su vida, su madre se lo prohibió y ella hizo caso en todo por que quería el cariño de su madre el cual no le daba nunca.

Quería llorar, Shiba la abrazo y ella se apoyó en el hombro de su hermana mayor.

— No vale la pena llorar –shiba siempre trato a su madre con odio– es una Thixsha, no merece nuestra lealtad, nada más que odio.

— Pero... —intentó protestar pero Firel se giró hacia ella–

— Escucha Kai, esa bastarda nos esclavizo nos puso en un nivel de porquería ¿sabes lo que significa? –los ojos rojos con amarillo de su hermana comenzaron arder– ¡seremos unas prostitutas! ¡Sirvientas! Demonios que no son más que basura...

— No...ella... —protesto en un murmuro, sabía la verdad así que no ganaba nada en seguir mintiendose–

— ¡Vasta Kai! –reprendió firel– lo sabes, ahora sólo hay que sobrevivir en este mundo.

Siguieron caminando lo más rápido que podían, el olor del azufre impedía que pudiera crear su alas.

Miro el cielo rojo, el cual se estaba oscureciendo a un rojo más oscuro para luego un gran vórtice abrirse.
Se detuvo al ver salir del vórtice a muchos ángeles ¿Los estaban atacando?

Eran hermosos, desde sus complextura hasta sus ponentes alas blancas.

— Así que la rebelión de ángeles se logró —susurro firel–

— ¿Cómo?

— Los rumores decían que un grupo de ángeles estaba contra las creencias del alto señor –informo Shine– que no les parecía justo el trato hacia los humanos, supongo que la perra de Bataista les dejo entrar, ojalá la mataran. Sigamos caminando.

Asintió, ¿porqué su madre las corrió del nudo? No entendía si ella misma había los encerrado ahí para cuidarlos...

No importaba, su misma madre las mandó lejos y las tierras del norte eran bien conocidas por demonios sádicos y crueles.

***

Khaled.

Detrás de él estaba Klaus y los demás ángeles que lo habían seguido.

La reina del infierno salió a recibirlos, una belleza exquisita con crueldad grabada en ese hermoso rostro.

— Bienvenidos a mi dulce hogar –Bataista sonrió– ¿Quién es el que quiere mi lugar!

Sin pensarlo formo su espada de fuego y fue directo hacia ella, que como Adiria había previsto la reina usó sus las para contrarrestar su ataque, deshizo la espada y sacó la de metal bañada en agua bendita, la hoja se traspasó la carne del vientre.

— Adiria te manda saludos, ex reina —sonrió de manera sádica–

Vio ira en esos ojos de fuego, la vio querer levantarse pero el agua estaba haciendo efecto a como Adiria lo previo.

— Escucha, se mi subordinada y vivirás –le ofreció un trato–

— Eres muy joven para suministrarme energía –Bataista ladeo la cabeza–

Le acaricio el rostro hermoso con cuidado.

— Nunca dije que me vincularía a ti –el fuego no le hizo daño al tocar el cabello– se buena chica y dame el poder del infierno.

4. LA OBSESIÓN DEL DEMONIO. (Evil 4)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora