Capítulo 15: Huída

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Me quedé en el pasillo acariciando un rato más al Becker, su patita estaba sanita ya a esas alturas de la vida y lo regalonié harto, si hasta se echaba mostrándome la guatita para que le hiciera cariñitos.

Jugando con el perro me di cuenta que en cualquier momento, salíamos de allí y era otro mundo, no habría tiempo para juegos, regresaríamos a una guerra constante contra híbridos agresivos y asesinos.

Eso ya lo sabía, obvio, pero igual a uno se le olvida después de vivir tanto tiempo en un lugar que parece seguro.

Me dio miedo de nuevo, y sentí algo así como náuseas y un mareo. Extrañé a mi mami en esos momentos... ella habría hecho uno de sus menjunjes raros y se me habría pasado cualquier mal.

Los extrañaba a todos y la vida que teníamos antes... extrañé el computador... el alcohol, la Navidad, la estufa, la tele, la buya de hasta a los vecinos...

Me pregunté si seguían vivos...

Si mi mami y mi hermanita se encontraron con mi padre, si siguen en Valdivia...

Me dieron ganas de llorar, hasta que el Becker de repente salió corriendo a rasguñar una puerta.

Me sorprendió.

Y me asusté un poco igual, porque en una de esas, el weón se estaba metiendo donde no debe, además yo seguía sin reconocer a todo quien se estuviera quedando en ese hotel, pero sin duda no éramos los únicos, se habían acercado representantes de otros grupos humanos, sólo por la posible cura, que resultó ser un fracaso.

Y la cosa es que... nunca más los volví a ver y tenía la sospecha de que los mataban, para asegurse de no delatar que el hotel era seguro y tenía gente.. Esperaba que no fuera así, pero parecía que eran capaces de hacer eso.

Pero filo... fui a agarrar al perro, sin cachar que al final, quien abrió tal puerta fue el Peshoh.

El weón se veía muy cansado, con el pelo chascón y unas ojeras terribles. Se agachó a hacerle cariño al perro y yo me acerqué lentito, hasta quedar frente a él, como pidiendo permiso a cada paso.

- Hola- saludé tímido. Él aún agachado con el perro entre sus brazos,  miró hacia arriba, estudiándome con la mirada, hasta que relajó los músculos de la cara.

- Hola...- dijo finalmente con una sonrisa, recibiendo las lamidas del perro en su rostro.

- Oye que le caís bien al Becker- comenté sorprendido de verlo tan amigable con gente del Jaime; el can no dejaba de agitar su cola emocionado por querer entrar.

- Jeje si, se ha portado súper... me ha hecho compañía a mí y al Óscar- suspiró el Peshoh, acariciando al perro. En ese momento me demoré en adivinar que Óscar era el Bestia, así que mi estado de alerta fue algo tardío. 

- ¿Al Bestia? ¿Cómo está?- le cuestioné preocupado, intentando mirar hacia dentro.

- Ahora bien, estuvo grave y fue todo muy lento y doloroso, pero según el Yelo, hoy le dan de alta, igual que al Jaime- me contó poniéndose de pie en la puerta, con una mirada nostálgica y aliviada por su mejor amigo.

- Sí, se lo llevaron...- suspiré recordando la escena de hace un rato en que vi al Jaime salir.

- ¿A dónde?- preguntó confundido el Peshoh.

- Le acaban de poner un buzo raro y se lo llevaron no sé dónde...- le expliqué alzando los hombros.

- En una de esas lo tiran al corral- se burló como siempre algo resentido con el Jaime.

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- ¿Ya sabís de eso?- le interrogué sorprendido de que supiera la existencia de un corral, del cual había escuchado todo el día de ayer, pero que yo no conocía aún.

- Obvio, me he paseado por estos lados durante estos meses, voh eri el perkinazo que no atinó...- me dijo en un bufido, como reprendiéndome en el proceso- nada personal- se corrigió de repente, mirándome fijo.

- Nah, si... creo que lo reconozco...- lo relajé, sin ganas de pelear- Y... ¿puedo pasar a ver al Bestia?- le pregunté, mientras el Becker aún le hacía sus gracias para que lo pescara.

- Ya que...- alzó los hombros y se hizo a un lado, dejándome pasar.

Al entrar, el Becker también pasó entre mis piernas y se subió a la cama del Bestia. La pieza estaba oscura y olía a sangre seca, perro sucio y existencia humana, así que no fue del todo agradable, pero era totalmente comprensible en esas condiciones.

- ¡Tiabes!- lo saludé extendiendo los brazos, feliz de verlo vivo.

- Buena, Nico- me saludó con su típica voz pajera, un ojo vendado y el otro ojeroso y cansado, además se veía algo chascón y delgado.

- ¿Cómo estái?- le pregunté sentándome en la orilla de la cama, controlando al inquieto Becker que le lamía toda la cara.

- Mucho mejor, listo para volver y fumarme uno bueno, ahora ya- me dijo con su típico buen humor a pesar de todo.

- Ya estái angustiado, me imagino- le respondí bromista, acariciando al perro encima suyo.

- Nooo y sirve caleta, de verdad- me aseguró el sabiondo y experimentado Bestia Negra.

- Si po, hoy día te dan de alta, a lo mejor hoy podis quemar un ratito- le dije con una sonrisa.

- Si, porque sino los mato a todos, con ayuda del Beck- amenazó entre risas, jugando con el can.

Me alivió un poco ver una escena tan livianita, después de tanta tensión en el aire.

- Que bueno que se lleven bien- dije genuinamente alegre.

- Pensar que te quise comer alguna vez- suspiró el Tiabes, haciéndole nanai detrás de las orejas.

- ¿Qué?- le pregunté desconcertado. Lo peor es que el Peshoh ni se sorprendió.

- Jajajaja si, todavía me acuerdo de esa weá- río recordando el experto en hachas.

- No les voy a prestar al Becky nunca más- dije con falso drama, abrazando al perro que me lamía la cara juguetón.

Se cagaron de la risa, relajándose un poco.

- Soy pesaoh...- se quejó el Panes con falso enojo, generando un pequeño silencio.

- ¿Y tu ojo?- me atreví a preguntar preocupado. Sentí al Peshoh ponerse tenso atrás mío, pero el Panes sólo sonrió triste.

- Ciego- suspiró.

- ¿De verdad?- cuestioné incrédulo y desilusionado. Esperaba que se recuperara, pero era mucha sangre y daño el de esa vez...

- Si, pero me facilita apuntar con el arma... sólo que de repente calcular distancias me pierdo brigido...- me explicó fingiendo un arma con sus brazos y apuntando.

- Con unos porritos vai a ver todo- le aseguré con una sonrisa.

- Se me abre el tercer ojo, claro- me siguió el juego el Bestia.

Hasta que la muerte nos reuna (GOTH HD - Zombie AU!)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora