28. Todavía

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Me levanto, tambaleándome, y corro con las pocas fuerzas que me quedan hacia él. Me tropiezo en el camino, pero no caigo. Siento mis mejillas humedecerse por la cantidad de lágrimas que derramo. Llego hasta él y lo abrazo por la espalda, apegándome y sujetándolo con fuerza.

—No lo hagas, por favor —suplico con la voz rota—. Sé que no quieres... Éste no eres tú —cierro los ojos con fuerza—... Vuelve a mí, Sasuke. Vuelve a mí.

Su chakra disminuye y siento su peso caer en mí. Me arrodillo y coloco su cabeza en mis piernas hasta que abre los ojos.

—Hemos visto lo fuerte que es Sasuke Uchiha —dice Dosu, quien carga a sus compañeros—. Les daremos nuestro pergamino a cambio de que nos dejen ir. Gracias.

Deja el pergamino cerca de nosotros y desaparece entre los árboles.

—¿Qué te... pasó? —escucho la débil voz de Sasuke.

Mis ojos se llenan de lágrimas; extrañaba a este Sasuke.

—Estoy bien —le digo y mi voz se quiebra—... Estás bien.

Lo ayudo a sentarse y me abraza sin razón. ¿Acaso recuerda lo que hizo?

—Límpiate, por favor —me suplica.

Siento una mano en mi hombro y miro en esa dirección. Sakura me sonríe. Sin decir nada, acepto ir con ella, lejos de Sasuke. Me arregla el cabello al mismo tiempo en que me despido del equipo 10 con la mano. Ellos me sonríen y desaparecen entre los árboles. Después, llega Tenten por Lee. Lo despierta y, después de agradecerle, saltan a una rama donde está Neji. Luego, desaparecen. Ahora solo estamos el equipo 6 y 7. En frente de mí aparece Issei.

—Ya curé a Sasuke —me dice—. Es tu turno.

Sakura termina de arreglar mi cabello y se aleja con su amigo, Moitse. Issei saca un pedazo de tela y lo moja con un poco de agua que llevaba consigo. Limpia mi rostro y cuando veo la tela me doy cuenta que tenía mucha sangre. Le ofrezco algunas medicinas para que las utilice, pero solo me unta una pomada en el mejilla para la hinchazón y otra para los cortes de mi labio partido y mi ceja.

—Te ves mejor —me sonríe.

Issei es un chico muy alegre que le gusta proteger. Tal vez llegue a ser un gran ninja médico algún día.

—Gracias.

Me levanto con su ayuda y camino hacia Sasuke. Mi cuerpo está más limpio que antes, pero sigo teniendo cortes.

—Gracias a todos —les digo.

—Espero verte en las finales, ______ —me dice Moitse.

Asiento y ellos se van, dejándonos solos al equipo 7.

—¿Estás bien? —me pregunta Sasuke, tomando mi mano.

—Sí —le respondo—, ahuyentaste a los del Sonido.

—No le digas a Naruto sobre esto —pide.

—No lo haré.

Sujeto su mano con más fuerza y él me corresponde. Después, decido abrazarlo.

—No lo uses otra vez, por favor —suplico.

Pasa su mano por mi corto cabello hacia mi espalda.

—No lo haré.

Nos separamos, me da el pergamino de los del Sonido y en eso despierta Naruto.

—¡¿Qué pasó?! —pregunta Naruto, atolondrado.

Río por su actitud. «¿Cómo es que, después de mis profundos sentimientos encontrados hacia Sasuke y lo que me hizo el Uzumaki, siga causando este efecto en mí?».

(...)

Llegamos a un río después de horas de caminar. Sasuke fue a pescar, mientras que Naruto enciende una fogata. Ambos me han ordenado descansar, por lo que me siento contra un árbol y cierro los ojos. No tardo en quedarme dormida.

(...)

—______…

Alguien me sacude.

—______.

—Cinco minutos más —balbuceo.

No sé por qué, pero estiro mi brazo y tomo a la persona que me intenta despertar. Lo siento a mi lado y me apoyo en él para volver a dormir.

—Ya está la comida —escucho la voz de Sasuke algo seria.

Se escuchó diferente a la voz que intentaba despertarme, así que me alarmo y abro los ojos. Miro hacia la persona en la que estoy apoyada (por no decir, completamente encima) y descubro que es Naruto. Está sonrojado y me mira. Siento mis mejillas arder y me alejo lo más rápido que puedo. Sasuke me da un poco de pescado. Su actitud es seria y cortante conmigo. Tal vez sea por lo que hice inconscientemente.

—Iré por agua —dice y se va.

Comienzo a comer lentamente el pescado. Siento maravillas en el estómago cuando doy el primer bocado... y el segundo... y el tercero...

—¿Por qué te comportas diferente conmigo?

La pregunta de Naruto me sobresalta y dejo el pescado. Por un momento, me enfurezco por que no sepa cuál es la razón, pero después decido relajarme.

—¿No recuerdas lo que me hiciste —le pregunto— en el País de las Olas?

Baja la mirada, sonrojado.

—Te dije lo que sentía, pero aunque me dijiste que me correspondías, no lo hacías.

—No estaba lista para todo —le digo.

—¿Puedo preguntar algo?

Sonrío de lado de forma comprensiva.

—Por supuesto.

—¿Entre Sasuke y tú hay algo, o aún tengo oportunidad?

Me sorprendo por su pregunta. De forma indirecta, está diciendo que aún me quiere. Pero yo... ¿Qué siento? Está muy claro que siento algo por Sasuke, pero lo que siento por Naruto...

—No lo sé —respondo al cabo de varios segundos—. Me lastimaste ese día, así que me alejé para no lastimarme más. Y Sasuke... Él me consoló, me ayudó.

Noto que Naruto se irrita, así que me detengo y lo observo.

—Si aún tengo oportunidad, haré lo que sea para que seas mía.

La determinación en sus palabras hace que me ruborice. No puedo creer que él esté tan decidido, a pesar de todo lo que pasó entre nosotros. Él aún me quiere, y mucho.

—¡Seré mejor que Sasuke! —grita y corre hacia mis cosas.

No comprendo lo que hará, hasta que saca el pergamino. Comienza a abrirlo.

—¡Naruto, no! —grito.

Tiro lo poco de comida que me queda y salgo disparada hacia él con las intenciones de detenerlo lo antes posible; pero es demasiado tarde. Kabuto llega y lo detiene.

Una Llama CongeladaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora