Trato de ignorar el dolor en mi cabeza por el golpe y de aminorar los latidos de mi corazón mientras me centro en él chico de ojos oscuros que trata de regularizar su respiración en el suelo.—¿Estas bien?— digo preocupada.
¿Y si le dispararon? ¿Y si se lastimo algo al caer? ¿Y si yo lo lastime?
—Si, solo, pensé que perdería a la única persona que podría ayudarme— se reincorpora y estira su mano para levantarme—. Vamos, hay que irnos de aquí— guarda él arma y comienza a caminar pero se regresa cuando nota que no lo sigo—. ¿Que esperas? No voy a llevarte cargando— ruedo los ojos y comienzo a seguirlo no muy segura de lo que hago.
Aun estoy nerviosa por lo que paso pero tener a Erick aquí me tranquiliza un poco, solo un poco. No entiendo porque quisieron matarme pero se que si me detengo a pensarlo terminare mas histérica de lo que ya estoy.
Lo sigo unas cuadras mas alejados y nos detenemos en un edificio viejo y despintado. Nos encontramos frente a una puerta que su numero esta roto y tiene un agujero que fue rellenado con no se que cosa. Comienzo a preguntarme porque vine hasta aquí pero no tengo una respuesta exacta.
Aunque el lugar es pequeño, luce acogedor. Un pequeño sofá se encuentra frente a un televisor que esta a un lado de una mesa muy pequeña y una cocina muy provisional.
—No pienso quedarme aquí por mucho tiempo— explica.
A comparación de afuera, este lugar esta muy limpio y organizado, pero yo jamas podría vivir aquí.
—¿Segura que estas bien? ¿No lograron hacerte nada?
—Solo me duele la cabeza.
—Ya te traigo algo. Sientate— obedezco y me siento en el sofa marrón.
El palpitar de mi corazón a disminuido pero aun me pesan las piernas y las manos. Tengo un pesar grande que recorre mi cuerpo y no me deja pensar, ni siquiera recuerdo el rostro de aquel sujeto.
—Toma— tiende una aspirina y Un vaso con agua.
Frunzo el ceño pero en el fondo algo confía en él. Las tomo después de unos segundos y dejo el vaso en la pequeña mesa de centro mientras veo como Erick se sienta en esta frente a mi.
—Emerson, yo quiero ayudarte pero para eso necesito que tu me ayudes. No voy a hacerte daño. Eres la única persona que puede ayudarme y no pienso rendirme. Heather era mi hermana y no debió terminar de esa manera. Te suplico que me ayudes porque no voy a dejarte ir tan fácil.
Tomo una bocanada de aire.
—Pero...tienes que prometer que no le harás nada a nadie que no sea Adam.
—Eso ya te lo había dicho.
—Necesito que lo prometas. No lastimaras a Dalton, ni a nadie que aparezca mas que a Adam— frunce él ceño.
Estoy desesperada, asustada, angustiada. Esto es un maldito juego donde todos somos víctimas y terminamos como protagonistas. Adam, él nos mangonea a su antojo sin mover un solo dedo y temo todo lo que pueda llegar a hacer.
—¿Y eso que importa?— se levanta—. Ni siquiera llevan mucho tiempo juntos. ¿Como es que estas tan segura de que no lo odiaras después y querrás lo contrario?— me levanto de igual modo, quedando a centímetros de él.
—¡Eso no importa! ¡Asi quiera matarlo yo por mi cuenta tu no debes hacer nada! ¡No vas a lastimarlo! ¡NUNCA! ¡Es la única condición, tomalo o dejalo!— tensa la mandíbula.
Debo asegurarme de que no tocara a Darla, a Dustin o Dalton aunque no hayan echo nada. Ahora veo que eso de que no iba a tocarlo solo era una cuartada. Necesito asegurarlo.
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Dalton
General FictionHay demasiadas historias sobre mi, malas y buenas, tu puedes creer la que tu quieras y mas te convenga, pero si te interesa de verdad, te demostrare quien es Dalton Fisher.