Tiempo Prestado [Adaptación Nalu]

Capitulo 8

Desde ahora en adelante se presentará cambios en los dialogos relacionados con erza, Jellal y el embarazo. Ya que en la historia original Jane (Erza) es lesbiana y esta con Liz (Jellal) pero si hacía a Erza lesbiana (pensaba con kagura o Minerva) mi querida amiga Ft_Erza_Dragneel me mataría, me complica la vida pero ya empece con esto, avisó por si llego a equivocarme o algo suena raro.

Aviso 2: jueves 04 02:54 de la mañana terminando un trabajo, picada a morir, se supone que se entregaba una sola parte (la que tenía lista a las 11:30) y a esa hora me entero que hay que entregar otra, y veran que aun estoy en ello, a segundos de eso... no se que tiene que ver pero me dio por publicar (?) espero que sean felices o mas que yo, tengo prueba a las 12 .-. no estudie nada por el trabajo y tengo clase de 8 a 2 .-. mori lo se 

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Tanto Lucy como Erza hablaron con su madre en varias ocasiones durante la semana. Erza continuaba sin aceptar que Irene  se hubiera buscado un novio tan joven, y aunque Jellal y Lucy, por separado, la habían convencido de que todo el mundo tenía derecho a salir con quien le diera la gana, le seguía pareciendo incoherente y humillante que su madre tuviese una historia con alguien de la edad de Sting. Y tampoco tenía muy claro que él no andara detrás del dinero. Sin embargo, accedió a conocerlo en persona y darle una oportunidad cuando ella y Jellal volvieran a la Costa Oeste. Para eso faltaban meses todavía. Erza no le había dicho aún a su madre lo del bebé, aduciendo que habría tiempo de sobra. Jellal la convenció por fin al cabo de unos días, y Erza le contó a su madre que había un nieto de camino. Irene se emocionó, sorpresa aparte.

-Sabes, Erza, una de las cosa que me dolieron cuando empezaste a salir con Jellal - reconoció- fue cuando me contaron que no podían tener hijos. Nunca se me ocurrió que podían usar esta opción de inseminación.

-Lo sé, a mi igual me dolió cuando nos enteramos, me costo superarlo, pero al final Jellal nunca se dio por vencido y busco otras alternativas. 

Erza le explicó a su madre que pensaba hacerse una amniocentesis para asegurarse de que él bebé estuviera genéticamente sano, y que le gustaría saber de que sexo era. A ella y a Jellal le hacía ilusión que fuera una niña. Irene no acababa de creerse que fuera a ser abuela, y al pensar en ello se preguntó si eso cambiaría la opinión de Sting tenía de ella. Sus hijas a habían estado machacando por ese motivo.

Lucy fue más suave con ella, pero estaba claro que tampoco le parecía bien lo de Sting. Había tenido algo más de tiempo para hacerse a la idea de que su madre estuviera con un hombre mucho más joven, puesto que los había visto en el Bel- Air.

-Gracias por no echarme la caballería encima- dijo Irene. Al final, y como ocurría siempre, Lucy había sido cariñosa con ella.

-Solo estoy un poco preocupada- le explicó su hija. Lucy se sintió extraña ejerciendo de madre con su propia progenitora. Y tuvo la impresión de que Irene estaba más dispuesta a confiar en ella que en Erza, lo cual era de por sí extraño. Su madre y su hermana siempre habían estado muy unidas, debido en parto a que Erza era mayor y en parte a la relación madre-hija única que mantuvieron hasta que ella nació. En consecuencia, Lucy siempre había sentido como si Erza le llevara ventaja y compartiera con su madre un vínculo que casi nunca incluía a la pequeña de la familia. Era un coto privado. Madre e hija mayor, ambas eran hipercríticas y dogmáticas, además de compartir muchas ideas. Ya de niña, Lucy se había sentido diferente, como una intrusa en aquel entorno familiar. Que ella recordara, su madre y su hermana habían sido siempre amigas.

Erza se había marchado a la universidad cuando Lucy tenía seis años, pero en vez de convertirse en la hija predilecta por ser la única que estaba en casa, siguió siendo una marginada. Mientras su madre se dedicaba a escribir, ella quedó al cuidado de niñeras. A Irene le interesaban mucho más sus libros que disfrutar de su hija pequeña. Si dejaba de escribir era siempre por Erza, con Erza con quien hacía un viaje, era Erza quien quien le parecía más interesante por ser ya adulta. Independientemente del momento o la época del año, Lucy siempre tuvo la impresión de no dar la talla. Ahora, en cambio, era la siempre perfecta, irreprochable, sabelotodo y célebre Irene Scarlet la que creía haber caído en desgracia. Una sensación totalmente nueva para ella. Y para hallar consuelo, había acudido a la más afectuosa de sus dos hijas.