Prueba obvia

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Vas a ir a vivir con Cristian y Clara a partir de ahora. Dijo Grace hablando con Red. Vi la mirada perdida de ella mientras que su madre le daba un abrazo, seguramente el último.

Me estáis abandonando. —Habló la pequeña casi con lágrimas en los ojos, casi como si pudiera sentir algo que no fuera odio. Grace negó con la cabeza y le dió un beso en la frente a Red mientras ésta se intentaba apartar de su madre.

No me queréis. —Habló Red con tono de asco. —Me queréis abandonar. —Siguió hablando con odio. —No me queréis. —Una lágrima solitaria salió por su ojo derecho mientras que más agua se acumulaba en éste.

Pero cariño claro que te queremos. --Dijo Grace poniéndose de rodillas para estar a su altura —Claro que te quiero. —Corrigió recordando lo sucedido hacía apenas una semana. —Lo hago por tu bien, de verdad. —Dijo con gotas negras en la mejilla. Supuse que el rímel se le había corrido de tanto llorar.

No me queréis. Repetió por tercera vez Red. —Pero yo tampoco os quiero. —Dijo cruelmente antes de salir de la habitación y cerrar la puerta tras de sí.

—Red. —Llamé a mi hermana en cuanto entré a la habitación. —Red. —Repetí al ver que no pensaba responderme. —Necesito hablar contigo. —Dije sentándome a su lado, en la cama con la colcha rosa que hizo de pequeña con su madre, me encantaba esa manta, traía tantos recuerdos.

—¿Qué quieres? —Contestó mi hermana destapando su cara entre las sábanas, aún seguía durmiendo.

—Tengo que preguntarte algo y tienes que ser sincera por primera vez. —Hablé mirándola. —Porfavor. —Supliqué con una mueca de tristeza.

—¿Porqué debería después de todo lo que me dijiste ayer? —Salió la Red rencorosa debajo de las sábanas, esa que llevaba tiempo esperando que saliese.

La miré negando con la cabeza, no tenía remedio.

—Siento lo que dije ayer. —Me disculpé sinceramente. —Pero no entendí el por porqué te pusiste así. Diciendo esas cosas. —Aclaré.

—¿Qué quieres? —Repitió pero esta vez dándome la oportunidad de hablar con ella normal.

—Quiero saber la verdad.

—¿Qué verdad? —Preguntó con el ceño fruncido y colocándose de manera que pudiera verme y no solo escuchar.

—Toda la verdad. —La miré directamente a sus ojos claros y repetí de nuevo la oración. Red me miró interrogativamente, como si con ella no fuera la cosa.

—Que te la diga tu novio.

—No es mi novio. —Le contesté algo molesta por el tono que había usado al decir esa oración. —Además ya he hablado con él de un par de cosas.

—¿Qué cosas?

—Cosas. —Contesté secamente. —Pero la pregunta que debes contestar es: ¿Qué pasó aquella noche? —Fui directamente al grano.

—¿Qué noche? —Red no sabía contestar a preguntas directas, solo sabía preguntar preguntas sin sentido. Rodé los ojos algo cansada por la hora que era y le volví a preguntar. —Ahhh aquella noche. —Dijo como si de repente una rayo de sol le hubiera hecho recordar. —Sí. ¿Que pasa con aquella noche? —Volvió a desviar el tema.

—¿Fuiste tú?

—¿Sobre qué? —Preguntó haciendo que un bufido de mi parte saliera mis blancos labios.

—Red me estoy cansando. —Contesté bordemente, levantándome de la cama y yendo a la mía. —Sabes perfectamente a qué me refiero. —Dije molesta por hacerse la tonta.

—Puede. —Habló con tranquilidad, incluso pude escuchar una especie de risita que salió de su boca. Le encantaba desesperarme.

—Entonces ¿Fuiste tú o no?

—Dime sobre qué y te contestaré. —Dijo mirándome esta vez seriamente, parecía que ahora iba enserio.

—La pala. —Respondí a la inexistente pregunta. —¿Fuiste tú quién me dió con la pala en la cabeza? —Esperaba la respuesta del como esperaba que solo pusiera una excusa más que se inventaría por el camino para dejarme con la intriga, pero, me sorprendí, para mal.

—No. —Habló mientras se daba la media vuelta en su cama y volvía a la posición en la que me la había encontrado.

—¿Esa es tu respuesta? —Pregunté incrédula. —¿Crees que después de todo lo que me has hecho te voy a creer así por las buenas? ¿Sin pruebas si quiera? —Chillé desesperada. No quería aceptar que hubiera una pequeña posibilidad de que, pudiera, y solo pudiera ser Miquel el responsable.

—Tengo una prueba. —Dijo sin mirarme si quiera. —Una muy obvia.

—Di. —Exigí atenta por sus siguientes palabras.

—Porque estoy muerta.

Al escuchar esas palabras me di cuenta de lo que pasaba, lo que sucedía de verdad.

Y por primera vez, Red no mentía.

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Tengo que decir que todos los flashbacks que salen en cursiva es Red y Margaret de pequeñas, todos son de cuando eran pequeñas y la mayoría de antes de que murieran los padres de Red

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Tengo que decir que todos los flashbacks que salen en cursiva es Red y Margaret de pequeñas, todos son de cuando eran pequeñas y la mayoría de antes de que murieran los padres de Red.

Por si alguien no entendía ♥.

Por cierto apenas quedan 3 capítulos reales para que termine la novela... ¡Saquen sus teorías más profundas! (Quitando los 2 que le quedan de Red)

Siento no haber actualizado antes :(

--Wxnder Xx

--Wxnder Xx

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