Capítulo 3

14 5 1
                                    

- ¡Lucas!

Entra corriendo en casa sin saludar a sus padres y entra en la habitación de su hermano, está muy desordenada, pero eso es lo normal, lo que la sorprende es encontrarlo con un amigo. Igualmente, eso no la frena en absoluto. Lo coge del brazo y lo lleva a su habitación a la vez que se excusa ante el amigo

- No te imaginas lo que he averiguado.

- ¿El qué?

- Uno, tengo esto-Y le entrega el archivo que ha cogido- Dos, me he enterado de que a veces no les entregan los resultados de las pruebas y que, cuando lo hacen tardan mucho, no, muchísimo.

- No puedes coger cosas sin permiso, eso es robar. ¿Y si se dan cuenta?

- Si hubieras estado ahí sabrías que seguro no se dan cuenta. Eso es un caos. Y por eso mismo es que puede afectar en su concentración, rendimiento...

- Bueno mira yo ahora voy a volver con Mike y cuando él se vaya nos ponemos con eso ¿vale?

- ¿Quién es Mike?

- Acaso no te has dado cuenta de que había alguien más que yo, en mi habitación.

- Ah, ese es Mike, vale yo iré leyendo el archivo a ver si averiguo algo más.

- Vale

Rebecca se queda leyendo y mientras Lucas se vuelve a su habitación.

- ¿Esa es tu hermana?

- Si

- ¿Y cómo la aguantas?

- Si no molesta

- Haz el favor, ¿es que no te das cuenta o qué? Te ha sacado de lo que estabas haciendo sin preguntarte ni nada.

- Era algo importante -lo piensa un segundo- y no me molesta.

- Si me hiciera eso a mí me enfadaría, y mucho

- Como se nota que tú no tienes hermanos.

- Si tú lo dices, pero yo creo que lo que pasa es que eres demasiado bueno con ella

- Lo necesita

- No creo

- ¿Y tú qué sabes?

Siguen así un rato más cuando sale un tema más importante que incluye... lo de siempre: "A la izquierda", "Yo me encargo del gordo, tu cúbreme las espaldas" o el típico "No, tu ibas a la derecha. Si he ido a la derecha. Esa derecha no la otra."

De mientras Rebecca sigue en su habitación leyendo el archivo, trata de entenderlo, pero le parece como si intentara leer un libro en chino. Poco a poco se le van cerrando los ojos, ya no sabe lo que lee, escucha palabras, pero no llega a unirlas ni a comprenderlas, y finalmente se funde entre sus ideas en un profundo sueño.

- ¡Tú!

- ¿Yo?

- ¡Tú te colaste en el Hospital y robaste mis archivos, vas a ir a la cárcel como la ladrona que eres!

- Yo... yo

- ¡Debería darte vergüenza!

- A ti sí que debería darte vergüenza todo el daño que has hecho a esas pobres personas, ¿Fue mi hermana la única pequeña o hubo más menores? Eres un asesino has matado a muchísima gente ¿Y vienes a acusarme a mí? Lo mío no es nada comparado con lo tuyo.

Solo necesito una verdadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora