Tenía que decirlo...

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-Tengo diecinueve años y me cansé de vivir. En un menos de un día pienso matarme y nadie podrá detenerme, este es el primer día del resto de mi vida.- respondí con un suspiro de pereza.

-¿Crees que haciendo eso no lastimaras a las personas que te aman?- ella con cara neutra continuó-
¿Acaso se nota que me importa lo que piensen los demás? - esto simplemente es un fastidio, solo hablando cree que me hará cambiar de opinión, si que está muy equivocada - Entonces ¿qué es lo que quiere saber?

-Cuéntame, ¿Por qué tomaste esta decisión?- su expresión fue fría y calculadora, que más se podía esperar de una psicóloga que trata de fingir apoyo hacia sus pacientes.

-Esta bien, le contare, pero sabe que a pesar de que trate de persuadirme no me hará cambiar de opinión -¿acaso todos los psicólogos creen que asistiendo a una tonta terapia todo lo que sucedió quedara borrado? Que pérdida de tiempo esto es realmente aburrido.

-En todo caso veremos que sucede, no debemos de apresurar las cosas, sabes que hay muchas opciones de cómo solucionar esta crisis o pensamientos que estas teniendo ahora, yo solo estoy aquí para ayudarte.- Me dan ganas de burlarme en su cara, pero mejor acabemos con esto, suspiro profundamente, me escruta con sus pequeños ojos acomodando sus anteojos- Vamos dame una oportunidad.

-Para que perdemos mas el tiempo, ¿Puedo empezar de una vez? - con irritación evidente empecé reunir mis recuerdos, rayos esto realmente está empezando a cansarme, me recuesto sobre el mueble ya que tardaremos aquí un largo tiempo.

-Mi padre murió cuando tenía once años, nada interesante, no recuerdo absolutamente nada bueno de él, salvo que trabajaba largas horas y cuando regresaba a casa solo era para golpear a mi madre y a mi - creí oír un quejido- creo que lo único bueno que hizo por nosotros fue morirse de un paro cardiaco. - Empecé a reír y alcance a oír un dios mío de Alex, rayos, eso que no es ni la cuarta parte de mi historia-

-Alexandra, ¿puedo tutearla verdad?, no se sorprenda, realmente fue lo que siempre espere.

-Si Will, puedes tutearme, pero ustedes debieron denunciar a su padre para que no volviera a suceder- evite su mirada, no es necesario dar explicaciones de porque no lo hicimos- todo esto se podía a ver prevenido.

-Veamos seguiré contando - observando hacia la ventana y tratando de oír los sonidos que el cuarto no permitía que entraran, continúe relatando

-Mi madre entro en depresión, no me quedaba nada más que hacerme cargo de mi familia, tenía que darle mucha atención a mi pequeño hermano Dante, el tan solo era un niño de un año de edad. Era difícil para mí cuidarlo, yo solo era un pre-adolescente de 12 años y cuidar de un niño con problemas respiratorios no era fácil. Tenía que llevar a Dante cada 4 o 5 días al hospital infantil para que le inyectasen unos broncodilatadores, hacer eso cada semana era demasiado agotador.

-¿Qué sucedió después? Tienes que decirme que mas paso en ese entonces - ella no apartaba la mirada de mi rostro, quizá esperaba algún rastro de miedo o resentimiento, enfrente de suyo no puedo demostrar ninguno de esos sentimientos-

-Al año por fin mi madre se recupero de la depresión en la que estaba viviendo, pero no mejoro en nada, ya que el dinero de indemnización lo perdió al dárselo a un pastor de Brasil diciéndole que le otorgaría la salvación eterna - trague saliva, aquí venia algo que nunca podre sacar de mi mente, cada noche lo recuerdo

-Puedo decir que hasta ese momento todo fue complicado pero no difícil ya que logre manejarlo y estuve a la altura de la situación, pero todo eso se acabo en la noche que mamá decidió bañar a Dante. - falle al controlar mis sentimientos, recordarlo es una cosa, pero decirlo en voz alta es otra, necesitaba dar un respiro así que me puse de pie y camine por todo el salón de estar.

-Antes de que prosigas ¿Dónde Vivian anteriormente?- preguntó con tono calmo, quizá para quitar un poco la tensión de lo que diré- no has comentado nada sobre eso.

-Nosotros en ese entonces alquilábamos una casa más o menos decente, algo vieja pero teníamos los servicios básicos como la luz y el agua. - Las imágenes de ese día llegaron como si hubiese sucedido ayer. Para que darle más rodeos si puedo terminar con esta absurda platica, tome un respiro y exhalé el aire que había contenido por un minuto

-Mamá ya tenía varios días en que andaba bien, lucida, razonablemente contenta y cuando me dijo que ella quería bañarse con Dante, me desatendí completamente del asunto y aproveche a tomar una pequeña siesta a mi habitación, había trabajado casi todo el día en la distribuidora, solo apoye mi cabeza en la almohada, cayendo profundamente dormido, cuando desperté eran pasadas las 2 am, la casa estaba a oscuras y completamente en silencio.

-Me había acostumbrado a mirar al bebe ya que su cuna quedaba a un lado de mi cama, pero no sé porque esa noche lo pase por alto, solo camine hasta el baño para hacer mis necesidades, prendí la luz y aun adormecido me incline sobre el lavabo para lavarme los dientes, ya había terminado y me disponía a volver a la cama cuando escuche unos goteos, ese ruido aun lo escucho todas las noches - Jamás se me podrá olvidar ese sonido, ese plic plic cristalino que me seguirá por toda la eternidad.

-¿Willian que sucede? Te has puesto blanco como un papel, toma asiento te me vas a desmayar - me tomo de los brazos y me sentó en una de los muebles de la estancia, paso un poco de algodón con alcohol para devolverme a la realidad- ten toma esto, el agua te sentara bien. Si quieres hemos acabo por hoy, esto es demasiado para ti, no quiero que te desmayes en medio de la consulta.

-No, vamos a terminar con esto de una vez- al recordar todo lo dije, en mi mente todo cobro forma, llevándome al pasado como si lo estuviese viviendo- corrí la cortina y mire, madre estaba dormida dentro de la bañera, arrugados y amarillos por la sustancia de la droga, no se ahogo de casualidad, pero siento que eso hubiese sido lo más justo, en cambio - ella emito un sozollo

-En cambio mi hermanito Dante estaba flotando boca abajo, cuando lo saque del agua el era una cosita blanda, tenía los ojos abiertos como si me mirara, como si me acusara por haberlo dejado sola con nuestra madre que se drogaba a base de cocaína y keroseno. Ese día llegue a odiarme por a ver permitido que eso sucediese. - no aguanto más y rompo en llanto, recordando la pequeña figura que sostenía en mis brazos tratando de hacerlo volver a la vida.

-Después de la muerte de Dante me internaron en un instituto de rehabilitación de mala muerte, madre ya no era capaz de hacerse cargo de mi, así que decidieron alejarme de ella, no fue la mejor decisión ya que en ese lugar no soportaba las torturas que nos ejercían, no me importaba en los absoluto, lo que más me hería era recordar las palabras de mi madre gritándome que era yo el que tenía la culpa de que mi hermano estuviese muerto, esas palabras taladraban mi mente y mi corazón.

- Alex intentaba decir algo, quizá pensaba que con un poco de terapia o rehabilitación podría llegar a mejorar, pero no es lo mismo que se lo esté contando, ella no sintió absolutamente nada, no vivió en su propia carne lo que es perder a un hermano con tan solo un año de vida, el estaba a mi cargo y por descuido mío todo se fue al traste, la miro fijamente para decirle mis últimas palabras y largarme de aquí

-Que traumático, ¿No es así? Tan solo era un niño en ese entonces, todas las noches recordaba lo que sucedió, las pesadillas me seguían a todos lados, en ello mi mente jugaba conmigo haciéndome creer que podía salvarlo, pero al tratar de sujetarlo simplemente se me resbalaba cayendo de nuevo al agua, para así terminar de ahogarse.

Will ¿por qué recurriste a una casa de ayuda? Pudiste recibir mejor tratamiento médico para solucionar o tratar de evitar aquellas pesadillas, tu no tenias que cargar con esta pena tan grande, destrozando tu niñez y haciéndote daño al tiempo que crecías con un rencor hacia ti mismo. - se levanta cautelosamente, tratando de acercarse a mí, quizás para darme un abrazo

-Solo era cuestión de ayuda y comprensión, déjame ayudarte ahora, estaré ahí para ti cuando lo necesites- roza mi cabello dándome una pequeña caricia- quiero hacerte vivir de nuevo, que seas feliz, que sonrías, que recibas amor y puedas seguir adelante.

-Por favor confía en mí.

Eso es lo más tonto que he escuchado en tanto tiempo.

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⏰ Última actualización: Sep 29, 2018 ⏰

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