Bayas y mas bayas...

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Los pasos se acercaban cada vez mas, al igual que el corazón de Liz. Ella imaginaba si Criss tendría miedo, tal vez si, tal vez no. Los pasos se detuvieron a unos pasos del arbusto donde se encontraban las niñas.

-¿Hay alguien aqui?-pregunto uno de los señores, mirando a sus alrededores

Liz solto una bocanada de aire tan ligera, pero que a su vez emitio un pequeño suspiro.

-Repito...¿hay alguien?-cada vez se acercaban mas al arbusto.

Criss tapo la boca de Liz para que no emitiera sonido alguno.

Pronto los pasos cesaron y se fueron alejando poco a poco, tranquilizando así a Criss.

-Vámonos...no hay nada ni nadie, aparte no tarda en oscurecer- dijo uno de los hombres
-Lo que pasa es que tienes miedo ¡Cobarde!
-¡No soy ningún cobarde! Solamente quisiera no estar en un cementerio de noche, eso es todo
-Está bien señorita, vámonos...- agarraron sus cosas y desaparecieron por el este

Criss y Liz salieron de su escondite cuando vieron que era seguro.

-Estuvo cerca- suspiro Liz
-Demasiado cerca
-¿Crees que regresen?
-No lo creo...si no encontraron nada, dudo que vuelvan por gusto
- Bueno...en algo tienen razón
-¿en que?
- Ya es tarde y quisiera descansar
-Vamos a la cripta...anda- Criss recoge el bolso de Liz y se lo entrega
-Gracias

Al día siguente Liz se despertó por un sonido bastante peculiar, vio que Criss seguía durmiendo así que con mucho cuidado y sin despertarla, se levanto y fue a caminar un rato en compañia de sombra

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Al día siguente Liz se despertó por un sonido bastante peculiar, vio que Criss seguía durmiendo así que con mucho cuidado y sin despertarla, se levanto y fue a caminar un rato en compañia de sombra.
Caminando, Liz pudo apreciar el amanecer, observo los colores que se extendían por el cielo, todo iba perfectamente hasta que su estómago rugio, buscó en su bolso, pero recordó que la comida la habia guardado en la mochila.
-Diablos...- suspiró- tendré que regresar
-¿Hola?- alguien que se encontraba cerca preguntó.

Liz rápidamente se escondió y Sombra desapareció, era un gato bastante listo.

Liz observaba quien se acercaba, y una silueta que caminaba silbando hacía ella se le hizo muy conocida...¡era Matthew!

Liz salió de su escondite y se dejo ver por Matthew, el sonrío al verla y apresuró su paso para alcanzarla.

-Hola Liz- saludo Matthew
-Hola Matthew- Liz ajusto su bolso
-Solo Mat
-Bueno, solo Mat
-¿Vas a algún lado?
-Iba de regreso a la cripta, tengo hambre y la comida está allá
-Oh...bueno si tienes hambre, siempre puedes comer bayas
-¿Bayas?
- Si, bayas silvestres
-¿Que acaso no son venenosas?
-No si cojes las buenas
-¿Me enseñarias?
-¡ por supuesto!

Ambos niños caminaron unos cuantos metros y encontraron unos matorrales, se veía que habia estado abandonado por un largo tiempo.

- Anda, ven- Matthew le ofrece la mano a Liz para ayudarla a entrar a el matorral
-Gracias

Ambos entran al matorral y Matthew empieza a agarrar bayas...

-¿Son comestibles?
- Ya te dije que si...anda prueba una-Matthew pone una baya en la mano de Liz- Liz dudó un momento, pero terminó provandola y llevándose la sorpresa de que estaba deliciosa, y sorprendentemente no la había matado.
-¿Y que tal?
-Me encanta!

Matthew y Liz siguieron comiendo bayas y platicando acerca de sus vidas antes de la guerra.

El tiempo voló para los pequeños infantes y Matthew ya se tenía que ir.

-¿No te puedes quedar mas tiempo?
-Mi tío me regañara...
-Vale- Liz se sentía triste
-¿Pero te puedo ver mañana?
-Me encantaria Matthew...Mat

-Vale, entonces hasta mañana niña bonita

Black & WhiteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora