La chica extremadamente pálida, solo daba unos pasos a una dirección que ella misma desconocía, en su mente se encontraba un revuelo de pensamientos.
¿Acaso era tan estúpida? sus juegos era estúpidamente infantiles para la de cabellos rosados; eso era lo que dominaba la mente de la chica.
Estúpidos pensamientos atascados en su consciente, esperando una respuesta para salir; era estúpida.
Lanzó un suspiro hacia la nada; las respuestas caen del cielo, eso creía siempre pensaba Mai, siempre viendo el lado dulce de la vida.
Ahora no.
Estaba tan metida en sus pensamientos, tanto que ni se había dado cuenta de la presencia de la cabaña de los chicos, lanzó la vista hacia aquella choza, al no escuchar o ver al algunos de los chicos, pensó que la choza se encontraba completamente desolada.
O eso pensaba ella, hasta escuchar unas ramas que crujían y unos cuantos suspiros, su cuerpo reaccionó escondiéndose atrás de una arboledas, de su frente salieron gotas frías.
De un suspiro de tensión al notar que bajo la tensión, se asomo.
Era un joven peliazul con una bola de pelos en su mano, acariciando cuidadosamente la zona arriba del labio.
—Que irritante —soltó un suspiro el peliazul, un paso rompiendo una rama asustando a Bon.
— Quien dijo eso — dijo el peliazul, reaccionando de forma instantánea corriendo hacia el bosque, asustado.
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Oye marionetta; Pupenette
Short Story❝ Oye Puppet y si te digo que Bonsua es Bon ❞; era la oración que siempre tomaba la mente de la piel nieve.