Comenzaré con una ráfaga de sinceridad y transparencia. Llevaba días pensando sobre qué rayos escribir esta parte. Pensaba y pensaba y no tenía ni idea, pero decidido estaba que habría una actualización. Y aunque ésta debió haber sido hace ya tres días, más vale tarde que nunca.
Bueno, claro está que las ganas de escribirles están, pero decidir sobre qué escribirles fue algo bastante difícil. Como dije que la sinceridad iría primero, les confieso que no tengo ni idea de que hablaré. Y sí, ya puse el título a esta cosa, y sé que voy a pelar a mis exs, pero no sé muy bien a qué voy a llegar con esto. Así que mejor averigüemoslo de una vez.
Actualmente (por actualmente me refiero a esta semana que ha terminado) y ya hace algunos meses, vengo lidiando con uno de mis exs. Resumiré un poco nuestra relación. Último curso, selectivo humanista, últimos asientos, notitas prehistóricas en papel con copuchas; así comenzó nuestra seudo amistad. Tuvimos nuestra no tan romántica relación y acabó por sus ideas súper avanzadas de comunismo liberal (alguien explíqueme esto plis). Seguimos siendo amigos, pero no tan cercanos porque él siempre insistía (insiste) en algo conmigo. Una especie de relación abierta, y la verdad es que yo no sirvo para esas cosas. Soy muy posesiva, y si tengo un hombre es mío y de nadie más. Y así está todo hoy. Me habla, le contestó. Me coquetea, le respondo. Me pregunta cosas, me enojo. Es demasiado preguntón, quiere saberlo todo. Que hice, que no. Por qué lo hice y por qué no. Si besé a no sé quién, si mi otro ex quiere volver conmigo. Que aquel chico le da like a todo lo que que publicó en face. Que lo dejé en visto, que le contesto muy rápido. Que soy fría y cortante, que soy caliente y preguntona. Siempre siempre me controla y reclama por todo. Tiene una especie de complejo de mujer celosa y muy sensible. Me parece que puedo llamarle mi ex loco.
Cada seis u ocho meses me enfrento a una especie de depresión. Soy un chica muy alegre y extrovertida, aunque bastante miedosa y poco perseverante. Pero esta depresión se debe a aspectos externos a mi persona. Unos dos años antes de la relación con mi ex loco, tuve una relación que me marcó hasta el día de hoy y quizá cuánto tiempo más. Me cuesta reconocerlo, pero fue la primera vez que me enamoré. Sí, estaba enamorada de él hasta las patas. Y él también me quería. Me quiso, mejor dicho. Pero ambos éramos muy inmaduros y la relación acabó por nuestro infantiles malos entendidos. Sin embargo, él tomó la costumbre de hablarme cada cierto tiempo para saber de mí ya que no solo habíamos sido novios, sino que antes de eso éramos amigos muy cercanos por lo que él me conocía muy bien a mí y a mis comunes errores, miedos y problemas. De hecho, hemos intentado cientos de veces retomar la amistad, pero hasta ahora nunca ha resultado. ¿Por qué? Siempre uno de los dos se vuelve a enamorar. Nunca los dos, solo uno. La última vez fui yo. Fue hace siete meses. Y él lo notó, así que desapareció como el poco hombre que es. Hasta el día de hoy no ha vuelto a aparecer. Pero ya los meses pasan y pronto lo hará. Tengo fe en los ciclos de mi ex el estacional.
Cuando tenía catorce años tuve una relación maravillosa. Duró dos horas, por eso tal vez fue tan buena. Yo estaba loquita por él hace muchísimo tiempo, pero él era un fanático de la lectura y la historia mundial, por lo que no quería ocupar su tiempo en nada más que estudiar. No era un tipo antisocial, con gafas y apartado por la sociedad. Todo lo contrario. Era tremendamente aceptado por todos los de nuestra edad y tenía muchísimos amigos. Aún los tiene. Él es peruano pero criado en Chile. Se iba a mudar a Estados Unidos y yo a otra región de mi país, por lo que estábamos aprovechando al máximo nuestras últimas semanas juntos. Nunca habíamos sido tan amigos. Resulta que el último día que estuvimos juntos me dijo que me iba a regalar algo por nuestra despedida, lo que yo quisiera. Como yo estaba colgada de él y él lo sabía muy bien, le pedí un beso. Accedió. Y ese beso acabó en muchísimos más. Aún recuerdo que me dijo que si hubiera sabido que besaba tan bien me habría pedido ser su novia para haberme besado desde hace mucho tiempo antes. Y aunque nos íbamos a separar al día siguiente, me pidió serlo, y obvio yo dije que sí. Hasta el día de hoy mantenemos contacto, pero nunca nadie ha vuelto a mencionar nuestra cortísima aventura de dos horas. Esta es la historia oculta tras mi amigo peruano.
Bueno, por la cantidad de palabras que llevo escritas creo que es suficiente por hoy. Ha sido divertido y algo vergonzoso recordar algunos detalles de relaciones anteriores. Probablemente esta sección se vuelva a repetir en un futuro cercano, ya que como empezaron las clases no tendré ni mucha inspiración ni mucho tiempo para pensar en temas para inspirarme. Espero haberlos dejado al menos un poquitín satisfechos con la sección de hoy. Hasta pronto.
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Como sobrevivir a un noviazgo sin morir en el intento
Non-Fiction¿Quieres conquistar a ese chico que te trae suspirando desde la primera vez que lo viste? ¿Estás más soltero que un viejo gordo de seiscientos cincuenta kilos, tuerto y con acné? ¿Todas las chicas te miran a huevo porque ellas sueñan con un wuandi...