Capítulo 32.

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Zayn P.O.V

-¡¿Qué está haciendo él aquí?!-digo en un tono de voz demasiado alto, sigo mirando a Elyse pero de reojo veo como Harry sonríe burlonamente.  

-Solo he venido a cenar, al igual que tú-remarca el moreno de ojos verdes.

-Yo he venido con Elyse-gruño entre dientes. Estoy a dos pasos de ellos.

-¡¿Qué?!-pregunta sorprendido. Elyse le mira y le susurra algo que no llego a captar.

-Cenemos los tres juntos-pacta Elyse y Harry la coge del codo para llevarla hacia dentro.

-Claro amor, ¿vienes Zayn?-sonríe Harry victorioso. Yo me limito a mirarles perplejo.

‘¿Por qué Elyse ha invitado a Harry? ¿No se suponía que era una cita? ¿Desde cuándo las citas son de tres?’ Reprocho en mi interior al mismo tiempo que les sigo para entrar al restaurante.  El local no es grandioso cosa que agradezco, nunca he venido aquí aunque supongo que ellos sí ya que hablan animadamente con la que parece ser la camarera. Ésta nos acompaña hasta nuestra mesa, que está un poco más alejada de las demás. Cosa que también agradezco.

Las paredes parecen desgastadas y están pintadas en un tono oscuro. El local está iluminado tenuemente por unas lámparas de apariencia antigua que cuelgan pesadas del techo. Las mesas y sillas son de madera de roble y estas últimas tienen unos pequeños cojines rojos sobre ellas.

Nos sentamos en la mesa; yo en frente de Harry y Elyse a mi derecha.

-Siento el malentendido, pensé que había quedado con Harry mañana y cuando me he dado cuenta ya era la hora de venir. No te molesta, ¿verdad?-cuestiona preocupada.

-Tranquila-respondo seco. Sí que me molesta, mucho. Odio esta situación. Odio a Harry. No sé si podré soportar una cena con él.

-¿Nos traes la carta, Sirah?-pregunta Harry educadamente a la camarera. Ésta le hace una seña con la mano y en menos de un minuto ya tenemos las cartas en la mesa.

La camarera con pelo castaño ondulado hasta la cintura y con una sonrisa en la cara espera a que hagamos nuestro pedido. Después de esto se va hacia la cocina y deja el encargo en la barra.

-Pensé que no te gustaba la comida humana, Elyse-digo en un tono lo suficientemente bajo.

-Y no me gusta, pero siempre se puede hacer un esfuerzo-me sonríe amablemente y le devuelvo la sonrisa.

-Gracias amor-sonríe Harry mientras acaricia la mano de Elyse por encima de la mesa-Significa mucho.

Elyse suspira cansadamente y en ese instante la camarera viene con nuestras bebidas.

                                                           ***

La cena se hace más pesada de lo que podía llegar a imaginar, nadie suelta palabra. Bueno, alguien sí, Harry. Éste le echa piropos a Elyse por cada movimiento que hace. Está intentando ponerme celoso para que me cabree y le eche las culpas a Elyse por esto, sé que lo hace. Pero no voy a caer en su juego, yo la quiero y no voy a permitir que un idiota de ojos verdes me arruine mi futura relación con ella.

-¿Deseáis postre?-pregunta Sirah, la camarera, amable.

-Sí, tráenos lo de siempre-contesta Elyse educadamente. Se me hace rara no verla en su peculiar estado de ánimo.

-Yo quiero lo mismo que ellos-respondo cuando Sirah me mira. Ésta me regala una mirada confusa cuando oye mi respuesta.

-¿Estás seguro?-pregunta con la voz entrecortada.

Wild Soul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora