CAPITULO 9 Sucesos inesperados.

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-Nowaki-

No pude moverme ni decir nada después de que mi Hiro-san se fue, me sentí impotente de no tener las fuerzas de detenerlo y dejar que se fuera.

-Nowaki ¿te encuentras bien?

-Si Usami-san, gracias por preguntar.
-No me espere que Hiroki reaccionara así, pero tenemos mucho tiempo de sobra, tomemos el transporte para instalarnos en la casa.
Usami agarro a Misaki de la mano y nos dirigimos rumbo al carro. En todo este tiempo en mi mente solo has existido tú mi amado Hiro-san.



-Hiroki-


-Bien, antes de que lleguemos con tu amigo, me gustaría saber que paso en el aeropuerto. –dijo Ald mientras se paraba frente a mí.
-Pues que otros conocidos llegaron también.
-¿Qué conocidos?
-Mi mejor amigo y su pareja, al igual que... -suspire- Nowaki.
-¿Qué hace él aquí?
-La verdad no lo sé Ald, a mí también me extraño.
-Creo saber el motivo de su visita. –me tomo del mentón.
-¿Cuál es?
-Que de seguro viene a recuperarte.
-¿Eh? No lo creo.
-Pero sabes que, -sonrió y me beso por unos segundos- no lo permitiré, quiero ser el único en tu corazón, en tu vida, no me importa si lo amaste demasiado, puedes quedarte esos recuerdos, no pretendo que lo olvides, sino que lo superes para que seas feliz.
-Ald... -solloce.
-Esperare todo el tiempo que sea necesario para que mi amor, -dijo mientras me acurrucaba en su pecho- llegue a tu corazón, no hay que apresurar las cosas y dejemos que estos sentimientos nos embriaguen y crezcan cada vez más.
-Sí. –murmure.
Ald me tomo de la mano y caminamos hacia la casa. Al entrar Tsumori se encontraba viendo la tele cuando nos vio entrar y nosotros nos acercamos a él.
-Tsumori, te presento al príncipe de este reino Ald.
-Ald, él es mi amigo Tsumori.
-¿Un príncipe? –grito.
-Un placer conocer a un amigo de mi querido ángel.
-¿ángel?
-Creo que tendremos una charla muy larga. –comente mientras los invitaba a sentarse en el sofá.

Entre Ald y yo le contamos a Tsumori sobre el tiempo que llevo viviendo en este reino, al igual Ald le dijo a Tsumori que estaba enamorado de mí, cuando menos lo sentí mis mejillas me empezaban a arder.


-No eres el único que está enamorado de Hiroki príncipe. –sonrió Tsumori.

-Eso quiere decir que ¿tú también lo estás?
-Efectivamente.
-Sinceramente me lo esperaba, quien no se podría enamorar de él.
Cuando terminamos de hablar, acompañe a Ald hasta la puerta donde lo esperaba Raven en un carro color azul, me beso la mejilla y se marchó.
-¿Te gusta ese chico no?
-Sí. –murmure.
-Supongo que llego tarde, -me abrazo- pero eso no quiere decir que dejare de pelear por ti.
-Tsumori, yo... -empecé a decir y me tomo de la mano.
-Mientras no tengas un anillo de compromiso en el dedo, trataré de conquistarte, aunque creo que será muy difícil.
-Gracias por comprenderme. –sonreí.
-No tienes nada que agradecer, bueno Hiroki, ya es tarde y deberíamos descansar ¿te parece?
-Sí. –respondí y cada uno entro a su habitación.
A la mañana siguiente Tsumori me dijo que quería quedarse en casa para ordenas sus cosas, yo salí a pasear como todos los días hasta que...



-Nowaki-


Me sorprendí de lo hermoso que es el lugar, por donde se mira está lleno de rosas, es como un lugar mágico. Usami nos llevó a una casa rustica que estaba cerca de la plaza principal. Lo único que hice al entrar a mi cuarto fue encerrarme y dejar que sus recuerdos me inundaran, mi Hiro-san es mi vida entera, y jure que estaría a su lado por siempre así que lo voy a recuperar.

A la mañana siguiente le avisé a Usami y Misaki que iría a dar una vuelta por el lugar, ellos aceptaron y dijeron que me alcanzarían después. Camine como 30 minutos por el lugar, hasta que visualice la silueta de Hiro-san, sin pensarlo dos veces lo abrace por la espalda.


-Hiro-san por favor no huyas más. –murmure y me deje embriagar por su aroma.


-Hiroki-

De repente sentí como me sujetaban por la espalda en un abrazo suave, sentí su respiración rozar mi cuello.
-Hiro-san por favor no huyas más. –murmuro Nowaki y me tense al instante, me aparte de él y me tomo de las manos.
-Nowaki por favor suéltame.
-No lo hare.
-Te lo ruego.
-Quiero que hablar contigo y me escucharas. –murmuro.
Nowaki me llevo a un restaurante que estaba de paso, la verdad no quería hablar con él pero prácticamente me obligó.
-Hiro-san perdóname por todo, eres lo que yo más amo en la vida
-Eso dices-murmure
-Sólo escúchame
-Está bien, escucharé todo lo que tengas que decirme... –comente mientras me acomodaba en la silla.
-Hiro-san lamento haber malinterpretado todo, en verdad soy tan imbécil, -me miro con ojos llorosos- sé que no tengo perdón, me deje llevar por los celos por mis estúpidos celos que no me permitieron ver más allá de la verdad.
-No creíste en mi amor Nowaki. –trate de contener mis lágrimas.
-Lo lamento Hiro-san, -me tomo de la mano- en verdad lo siento tanto, no sabes cuánto te amo, eres mi vida, eres mi todo.
-Eso es mentira. –aparte bruscamente mi mano- Yo te vi besándote con una mujer.
-Ella me beso, y por un momento imagine que eras tú y mi mente se nublo. –lloro.
Todo esto que me dice revuelve a un más mis pensamientos y sentimientos, estoy hecho un lío.
-A pesar de todo Nowaki, ya te perdone. –sonreí mientras me paraba y salía del lugar.
-¿Es enserio Hiro-san? No sabes lo feliz que me hacer. –me alcanzo y roso sus labios con los míos.
Al sentir ese contacto lo aparte y lo mire.
-Eso no quiere decir que estoy volviendo contigo.
-Entonces no me estas perdonando. –me abrazo fuertemente.
-Lo nuestro ya no puede ser, porque yo ya no te amo.
-Estas mintiendo Hiro-san, porque como me explicas que tu corazón está latiendo rápidamente, y tus mejillas están sonrojadas. –me miro.
-Suéltame. –susurre.
-No. –dijo firmemente.
-Suéltame por favor. –las lágrimas caían por mis mejillas.
-No lo hare.
-Que no oíste que lo sueltes. –gruño Ald mientras me apartaba delicadamente de Nowaki y me abrazaba.
-¿Tú quién te crees para apartarlo? –grito Nowaki.
-La persona que más ama a Hiroki en este mundo. –dijo Ald mientras me acurrucaba en su pecho.
Nowaki nos miraba confuso, mientras Ald tenía una mirada decidida, pero ahora mi mente está muy revuelta, ¿Qué debo hacer?



---En algún otro lugar del reino---


-Tengo listo el pedido que me encargo mi amo. –susurro una voz.
-Excelente, -sonrió malévolamente- ahora querido príncipe de la rosa roja, pronto desaparecerás del mapa y ese castaño estará estremeciéndose en mis brazos...

El Destino que Comencé a forjarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora