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CAPÍTULO 4

Salí del hospital una semana después y estuve tres dias de reposo en casa aunque mucho no hice ya que tenia a Alice cada vez que me daba la vuelta en mi casa contandome como iba el instituto y merodeando a cada lugar al que iba. Pero bueno, era mejor que quedarse todo el dia sola y aburrida ya que ha mi madre le dieron el trabajo y se pasaba todas las tardes fuera hasta las tantas de la noche.

Luego de un tiempo volví a la rutina normal, a ir con Thomas todas las mañana en su monopatín negro y a las tardes a dar paseos con Alice. Todo poco a poco volvia a ser como antes pero Marco no aparecía por las clases. No lo volví a ver desde ese día en el hospital. Supongo que era lo mejor para los dos, olvidar todo, olvidarnos. Así que después de pensarlo bastante acepté la invitación de Thom y esa noche pensaba ir a cenar con él a un restaurante de la zona.

《Dios! Que me pongo》pienso mientras rebusco por el armario rapidamente. Queria que esa noche fuera genial. Sabia desde hace unos meses que Thomas sentia algo por mi y quería corresponderle, pero Marco se coló por el medio y ¡PUUM! Todo a la mierda. Así que esta era mi oportunidad, Marco ya no estaba y con Thom podría olvidarle por completo.

Me vino un escalofrio al pensar en Marco así que volví al problema de antes ¿que me pongo? Al final me decido por una blusa y unos vaqueros ajustados. Voy al baño y me visto corriendo, enseguida llegaria Thom.

Y justo cuando acabo de ponerme los zapatos llaman a la puerta.

Bajo dando botes hasta la puerta.

《Mierda casi se me olvida》 voy a la cocina y le escribo una nota a mi madre diciendole que he salido con Alice y que volveré tarde, no quiero que sospeche nada.

Abro la puerta. Thomas esta en el porche esperandome. Esta guapisimo, viste una cazadora negra . Y lleva el pelo engominado (que mono). Nunca lo había visto así. Thomas es muy guapo y todo el mundo lo sabe, pero no me había fijado en él.

《Calmate Ree》 me ordeno, el rubor se me ha subido a las mejillas.

-Hola Ree -dice Thom sonriendo- estas guapa.

-Gracias.

Thom me lleva hasta el coche y subimos.

-¿Tienes frio?-pregunta al verme temblar.-puedes ponerte mi chaqueta-dice quitandosela y quedandose solo con un jersey blanco que le marca su robusto y entrenado cuerpo.

-Bueno y a donde has pensado que vayamos- digo poniendome la cazadora por encima.

-Yo habia pensado en ir a Lawrence's, tu eliges.

-Vale,  pero pagamos a medias.

-Ni hablar. Tu eres la invitada y no pienso dejar que pagues nada.

-Bueno...Da igual, ya tendremos tiempo de discutirlo allí. Vamonos.

Thom arranca el coche. No hablamos en todo el camino, se hace un poco incómodo, la verdad. Así que para romper el hielo suelto lo primero que se me pasa por la cabeza.

-¿Entonces lo de hoy se podría considerar una cita.-《Mierda》de todo lo que le podría haber dicho le suelto que si es una cita. Que habrá pensado.

-No sé ¿A ti que te parece?- pregunta con una pequeña sonrisa.

-Thom... ya sabés que nunca he tenido una cita- digo avergonzada.

-Bueno pues siempre hay una primera vez para todo- responde y quita una mano del volante y la acerca a la mia.

-Claro.-digo entrelazando mis dedos con los suyos.

Me mira a los ojos y yo le sonrío. Me he dado cuenta lo que quiero. No necesito a Marco y su forma de munipular a la gente para que haga lo que él quiera, lo que necesito es a alguien como Thom, a quien le importe de verdad y no sea solo una más del montón.

Un estruendo me devuelve a la realidad.

-¿Que ha pasado?-pregunto preocupada.

-No lo se -dice Thom- viene de detrás. Iré a ver.

Thom sale del coche y yo le sigo hasta la parte trasera del vehículo.

El maletero está forzado y de dentro sale un humo negro y nauseabundo. Al abrirlo encontramos el motor fundido y al rededor una especie de liquido viscoso que me produce arcadas solo con verlo.

-Aag! Que asco!- digo con mala cara.-¿Que hacemos ahora?

-Nose, supongo que podriamos llamar a una grua y mientras cenamos en ese bar de ahí, si te parece.- responde señalando con la cabeza al otro lado de la calle. Es un viejo bar de carretera, pero está en buenas condiciones. Así que nuestra magnifica noche en el restaurante Lawrence's se ha sustituido por un viejo bar de carretera con un gran letrero luminoso en el que se puede leer el nombre a medias... podria ser peor.

Cojo la mano de Thom para cruzar la carretera, pero la suelto al ver un destello procedente de los faros de un coche. El automóvil se para en frente nuestra y de él sale una persona que no logro a ver por el reflejo de la luz.

-¡Thom!- grita Melissa mientras se acerca meneando sus anchas caderas.

Melissa es como mi mayor enemiga. Es la típica que va de guay pensando que es mejor que nadie y mirando a todo el mundo por encima del hombro. Y no tengo ni idea de que hace aquí.

-Ah...Hola Melissa- ella le sonrie aunque se le quita la sonrisa al verme detrás de Thomas.

-¿Que hace esta aquí Thom? No ves que no pintas nada- se vuelve para mi.

- Pues Thom y yo ibamos a cenar hasta que has llegado tu y lo has fastidido todo...-digo cabreada.

- ¿A cenar vosotros? Vamos Ree, no me hagas reir. ¿Como va a estar Thomas interesado en alguien como tú?

-Pues la verdad es que...- dice Thom pero le interrumpo antes de que acabe la frase.

-Eres una guarra

-Cerda...

-Y una zorra...

-Niñata...

-Idiota.

-Vete por donde has venido. ¿No ves que ni siquiera tu abuela que quiere?

-Cállate Melissa ¿eres gilipoyas o es que te diste un golpe cuándo naciste, eh?- salta Thom.

Me doy cuenta de que las lágrimas me caen por la mejilla. Melissa sabia perfectamente que mi abuela esta muerta y usó eso para hacerme daño.

Murio la noche de mi nacimiento. Lo único que conservo de ella es un pequeño colgante de una pluma plateada, que me puso horas antes de morir. Lo llevo siempre encima, es como llevar una parte de ella conmigo. Y en estos momentos tan difíciles es cuando más la necesito.

Thom me sujeta por los brazos, creo que me había mareado.

-¡Marchate! Supongo que estarás contenta. Ya le has ganado, ahora vete.-le grita.

-Pero Thom, fue ella que me provocó yo no...

-¡Que te vayas, joder! -le vuelve a gritar, esta vez mucho más fuerte- Eres odiosa... Vamos Ree no vale la pena seguir así. Ya sabes como es.

-Da igual... no vale perder el tiempo contigo- le dice a Thom- no sabrias reconocer a la persona correcta ni aunque la tuvieras delante.

Thomas se acerca y me limpia las lágrimas con su mano.

-Tranquila, ya se ha ido. No volverá a molestarte, te lo prometo.-me acaricia la cara- Vamos Ree quiero verte sonreír, ¿vale? Eres preciosa.

Me coje de la mano, y ahora si, entramos en el local.

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⏰ Última actualización: Mar 17, 2014 ⏰

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