Capítulo 14

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Poco a poco fue abriendo los ojos a la luz del nuevo día; tardó varios segundos en reconocer su habitación y en hacer memoria de la noche anterior. Así que su amiga Mai le quería enjaretar un novio, esa fue la jugarreta. No estaba dispuesta a tolerar algo así por segunda vez; ni siquiera por ser su amiga más querida.

Un olor agradable la sacó de sus pensamientos. Era un olor de comida friéndose en un sartén.

Sorprendida, se levantó de su cama y bajó las escaleras a medio vestir. Al llegar a la cocina descubrió al causante de la fragancia aromática.

-Hola Tea.

Los ojos azules de Tea no podían parpadear por el asombro. Yami estaba preparando unos huevos refritos con tocino a un lado.

-¿Dónde aprendiste eso?

-En los libros que tienes.

La forma de hablar indicaba que nuevamente había crecido. Calculó mentalmente unos 16 años.

-No te hubieras molestado.

-Quería hacer algo especial para ti ya que tienes que salir hoy.

-¿Eeeehhhh?

La cara confusa de Tea fue señal de que no recordaba nada. Yami la miró serio.

-Me dijiste que vas a salir con tu jefe.

Lo recordó todo; al no poder asistir con Kaiba ayer se citaron para el domingo.

-Es cierto.-se llevó una mano a la cabeza cerrando los ojos agotada y molesta.

-¿No quieres ir?

-No quisiera, pero no me queda de otra.

-Si es por mí, no tengo inconveniente en quedarme solo.

Un vuelco en el corazón de Tea la hizo sentirse conmovida y triste; no toleraba ver a Yami con esa clase de pensamientos. Así que se acercó a él y, como una esposa lo hace, pasó sus brazos alrededor de la cintura del chico mientras cocinaba.

-¿Qué haces?-preguntó Yami extrañado.

Seguía sin comprender esa actitud rara de Tea hacia él.

-Solo quiero demostrarte lo mucho que te quiero.

Yami se sorprendió, en especial porque su corazón comenzó a latir con más fuerza de lo normal, algo raro en él que en ocasiones tenía la sensación de que no sentía nada.

Dejó el sartén, apagó la estufa y coloco su mano sobre las de Tea que lo abrazaba por detrás.

-Yo también te quiero.

Tea sonrió, no era el cariño que esperaba pero era amor en cierta forma. Estaba ganando terreno en el alma de su amado ¿alma?

.

.

La entrada de la Corporación Kaiba estaba vacía en esos momentos por ser la hora de comer para los guardias. Eso era ventajoso para Tea que esperaba a su jefe sentada en las escaleras de entrada. No le daba gusto nada de esto, comenzaba a sentir fastidio de tener que seguir reuniéndose con Kaiba. Por mucho que le tuviera respeto, prefería dedicar tiempo a estar con su creación para que se desarrollara más rápido y así establecer su relación de amor con su Yugi. Era más que obvio que Yami la amaría al ser tan parecido a su novio.

A distancia, vio una limusina negra estacionarse en frente de la compañía y reconoció al hombre con la capa blanca bajando de este. Frunció el ceño algo enojada y resignada.

Se levantó del escalón y bajó para acercarse al jefe que caminó hacia ella. Se detuvieron cuando estuvieron cerca, mirándose en silencio.

-¿Qué planea que hagamos en esta cita?-preguntó Tea haciendo un esfuerzo por controlar lo furibunda que estaba.

Crepúsculo de AmorUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum