Sigo atorada, y Margareth que no para de reír, ya hablo a un carpintero para que corte la madera y me saque, me alegro de usar pantalón, si no, que fea vista tendrían, mientras más tiempo pasaba, más me desesperaba y quería salir, pero ese tiempo ahí me a ayudado a recordar, esto no fue lo más humillante de mi vida, un pedazo de mi vida pasada me paso por la memoria....
¨Estaba en la escuela preparatoria, llevaba puesto un pantalón blanco hermoso, que quedaba ceñido a mis piernas que en su tiempo estaban regordetas al igual que yo, llevaba mis zapatos nuevos de tacón azul marino junto con una blusa blanca con capas de holanes, y encima un saco de vestir negro con azul marino, caminaba rumbo a hablar (por fin) con el chavo que me gustaba y eso me ponía nerviosa, llevaba un bote de agua en la mano para que no se me secara la boca.
-Muy bien, tu puedes Sophia solo habla con Bryan- me dije para mí misma dándome ánimos
Camine decidida hacia Bryan, estaba muy nerviosa y eso era una desventaja para mi, por que cuando estaba nerviosa me ponía tartamudear y no me entendía nadie, estaba a un paso de él, así que tome todo el aire posible y le toque el hombro, volteo y me sonrió con su típica sonrisa de matador.
-Hola, Bryan- dije nerviosa *vas bien Sophia, sigue así, recuerda Dalay*
-Hey, hola Sophia- dijo Bryan tan calmado y sonriendo con todo su encanto
-¿Como estas?- le dije aun más nerviosa *si te pones más nerviosa, lo cagaras todo* Ha como le gustaba a mi conciencia tratarme mal
-Pues... ser alguien guapo no es un trabajo fácil, pero tampoco difícil bombón, estoy más que bueno, ¿no lo crees?- dijo Bryan recargándose a los casilleros con una pose super hiper mega duper sexy, mi boca se seco en segundos, asentí sin poder pronunciar ninguna palabra - JAJAJAJAJA eres muy tierna, ¿tu como estas hermosa?-
-Muy... bien- dije con dificultar por culpa de la sequedad de mi boca, abrí la botella y le tome, de un segundo a otro sentí el agua caer por mi cara, estaba en shock, Melissa, la popular de la escuela me había tirado el agua encima, lo peor es que había mojado mi pantalón de tal modo que parecía que me había orinado
-Uy, miren a la orines- dijo Melissa sonriendo con superficiencia, era morena, con unos ojos color avellana, una melena negra y lacia, con unos labio que como decían los hombres eran ¨sabrosos¨, con unas curvas que dejaban a todos los hombres sin habla
Todo el mundo volteo a verme rápido, me señalaban y se reían de mi, lo entendía, hasta yo me hubiera reído si a alguien más le hubiera pasado, pero por desgracia a la persona que le paso y de la cual se reían era de mi, las lagrimas se me juntaron en los ojos, voltee a ver a Bryan esperando ver algo, hasta el momento no se que esperaba ver en su rostro pero definitivamente no esperaba que se estuviera riendo en mi cara¨.
Estar recordando eso provoco que se me salieran lagrimas desconsoladamente, no lo había notado, hasta que hablo Margareth
-Oh, Sophia lo siento por reírme, no creí que te dolería, lo siento- dijo Margareth preocupada, toque mi cara notando el rastro húmedo, me limpie rápido y negué con la cabeza
-No pasa nada nena, no es tu culpa, me acorde de algo que me paso- dije aun limpiando las lagrima que aun salían sin control
-Lo siento... espera... ¿dijiste que te acordaste de algo que te paso?-dijo Margareth asombrada, yo solo asentí, ella grito y brinco como si su vida dependiera de eso
–¿Estas bien?- dije mirándola raro, ella sonrió y grito
-Por dios, Sophia, no te das cuenta, ¡¡RECORDASTE!!- dijo emocionada Margareth, me quede en blanco, había recordado algo desde que salí del hospital
*Milagro, pensé que nunca lo harias*
Oh, ahí estabas tuqui, tanto tiempo sin hablar, pero creo que no te necesite así que largo
*Siempre me necesitas estúpida, soy parte de ti*
Por desgracia
*Desgracia o no, soy parte de ti*
Esta bien, ya entendí, pero creo que te ves mejor callada
*Ya ves lo que digo, necesitas una subconsciencia, estas más estúpida que un güey, mujer te recuerdo que no me puedes ver, como puedes decir que me veo mejor callada*
Ay no me vengas con tu lógica inservible
*¡¿Inservible?!*
Si, ya cállate
*no me call...*
-¿Te sientes bien Sophia? Estas haciendo caras raras- dijo Margareth mirándome entre preocupada y raro
-Claro, perfectamente bien, ¿cuando llegara el carpintero que decías?- dije desviando el tema
-Me dijo que en 30 minutos estaba aquí, no debe tardar en llegar- dijo Margareth, y así fue, en menos de 5 minutos ya estaba ayudándome a salir de la alacena, pero claro primero se rió al verme aquí, pero que tiene de risa ver a alguien atorado, esto es frustrante.
Después de 1 hora intentando sacarme lo logramos, pero claro se tardo otra hora armando todo de nuevo, pero eso no tiene relevancia, al fin estaba afuera y ya podia respirar mejor, esto de estar al fin estirada es lo mejor, me senté en el sillón y cerré mis ojos.
-Cuéntame de lo que te acordaste- dijo una voz, abrí un ojo y vi a Margareth sentada enfrente de mi
-No creo que pueda- dije cerrando otra vez mis ojos tratando de no llorar de nuevo
-Ándale, cuéntame- insistiendo Margareth
-¿Te gusta hacerme sufrir?- le dije abriendo mis ojos que estaba segura que estaban rojos por las ganas de llorar
-Solo quiero saber que fue tan malo, como para que lloraras- dijo Margareth ladeando la cara, me dio ternura y sonreí, inhale para después soltar un fuerte suspiro
-Esta bien, te contare- dije sonriendo a lo que ella correspondió con otra sonrisa
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La Nana (en edición)
Teen FictionUno cuando necesita dinero puede hacer lo que sea, unos roban, otros entran a un trabajo, otros se vuelven oportunistas, pero en mi caso, me volví una niñera, mejor dicho una NANA, ya que los cuido las 24 horas del día los 7 días de la samana, la ve...