Darío, no se que es lo que estoy haciendo, me he escapado.
En la casa de mamá ya no me puedo esconder y no quiero volver con la doctora. Es mala.
Bruno me dio una hoja que había escrito la doctora sobre mí, ponían muchas cosas raras y decía que había leído mi diario. Eso no me gusta.
He estado allí 2 semanas desde que vi la nota, sin escribirte por si descubrían mi plan de fuga y sin apenas ver a Bruno.
Hemos huido por la puerta principal sin que nadie ni nada nos pudiera parar, mientras él despejaba el camino y yo pasaba a gatas para no hacer ruido. No creí que fuera a funcionar, pero tuvimos suerte.
Ahora estamos a las afueras de la ciudad, hace frío y estoy cansado, pero si estoy con Bruno no me importa. Es en el único en quien puedo confiar ahora mismo. Volveremos cuando todo se haya calmado.