-K.

8.

-¿Que quieres hacer?- dice Jason mientras se aleja.

-No lo sé, lo que sea o no, no se- acababa de besarme, ¿cuando pasó todo esto? ¿por qué lo hizo? Tenía muchas preguntas en mente como para una más.

-Creo que solo está Nicki en mi casa, vamos para aya-.

No he hablado con Nick desde lo que pasó, o quizás lo olvido, ha pasado mucho tiempo. No creo que sea problema. Me quede observando por la ventana hasta que él dijo.

-Llegamos-.

Me baje del auto y entramos, tenía razón. Estaba solo excepto por Nick que se encontraba en el sofá viendo un programa, o eso hacía antes de notar mi presencia.

-Hola Nick- dije temiendo su respuesta.

Su cara fue un poema aunque sus palabras fueron más bien disimuladas.

-Oh, ¡hey!-.

-Claro niños- dijo Jason mirándonos a ambos- iré por una cerveza- pronunció esta ves con los ojos puestos en mi- ¿quieres una?-.

-Clar...- pero no pude terminar por la interrupción.

-Jason papá dijo que quería sus cervezas intactas- dijo un algo alterado Nick.

-¿Y? Luego voy a la tienda por otras-.

-Si sacas dos pensara que yo me tomé la siguiente, tú te puedes ir en cualquier momento yo tengo que aguantar tres años más aquí- no entendía porque tanto drama por un par de latas de cerveza.

-No seas llorón, a tu edad estaba en un campamento militar recibiendo golpes Nicki- dice Jason lanzándome una lata mientras el destapa la otra- de todas formas diré que traje a una amiga, solo se desquitara conmigo-.

Puedo jurar que vi como se relajaban todos los músculos de la cara de Nick.

-Sígueme- dijo Jason tomando de mi mano y llevándome por el pasillo a la que supongo es su habitación.

Si lo era, me encontraba en una habitación de chico, pero vacía en su mayoría, nada en esos muros podía darme un indicio de como era él, solo una cama una mesita y un pequeño estante. Todo vacío, ni un solo cuadro, lo que decoraban las paredes eran los golpes, se veían los agujeros creados por los puños de un enojado Jason o asumo que son de el. Y el olor a cigarrillo mentolado que ambientaba la habitación.

-¿Por que no hay nada?- dejo salir.

-1 año en el campamento militar luego otros 2 de internado, no he tenido tiempo para decidir si quiero las paredes azul cielo o papel tapiz- se le desbordaba el sarcasmo por los poros- no ya en serio, tenía mucho tiempo sin estar aquí-.

-¿Y esos golpes que?-.

En ves de responder a mi pregunta, tiro de mi brazo hasta hacerme caer en sima de el, en sus piernas, donde cerró sus brazos para abrazarme y luego responder.

-Mi papá tampoco tiene buen temperamento, pero es algo focalizado en mí y parece que en Nick cuando yo no estuve- así que no era la única, el también tenía un papá loco, si mi plan era correr de los problemas, ahí en el regazo de Jason estaba haciendo todo lo contrario. Pero en ese momento, él era mi única salida del desastre de vida que tenía y parece que yo también era su letrero brillante de "escape". Pero dos personas rotas no se ayudan entre sí, después de todo ¿alguno de los dos tenía idea sobre lo que era "amar sanamente"? No. Y con el tiempo quedaba más en claro.

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La tarde con Nick fue maravillosa, me repetía todo lo que había pasado para no olvidar ni el menor detalle.

Toque el timbre de la casa de Melissa, era hermosa, grande y acogedora. Había estado ahí en varias ocasiones.

<< -Podríamos huir, alejarnos de todo esto, nuestras familias locas. Quiero un lugar con mar, un lugar donde me despierte con el sonido de las olas y no con un golpe, un lugar donde papá no me alcance jamás- dije mientras acariciaba el suave cabello de Jason y dejaba salir una sonrisa- di algo...-.

-No puedo dejar a Nick con papá, él no aguantará los golpes. Además tú no terminas la prepa aún-.

Sus palabras me decepcionaron, yo sabía que no era posible huir pero muy en el fondo, estaba esa voz irracional que me hacía creer en cuentos de hadas. Aunque ya la vida me había demostrado a golpes que todo era falso, quizás en mi aún había una niñita que soñaba con recuperar su vida.

-Pero... te prometo que al tu cumplir 18 nos iremos, muy lejos, a ese lugar bonito que tú imaginas- dice dejando besos en mi brazo, empezando por la muñeca y terminando en mi hombro- te prometo, que nadie te hará daño cuando yo este encargado de ti. >>

-Hola linda, Melissa te espera en su habitación- dice la Sra. Brown sacándome de mis pensamientos sobre esta tarde.

-Hola, permiso- digo y camino hacia el cuarto de Melissa.

Ella se encontraba tirada en su cama con música de fondo.

-Me encontré con el chico de la otra ves, el hijo de los amigos de mi papá. Es taaan lindo- decía una emocionada Melissa.

Y así fue como pasamos la noche hablando y riendo. Por eso me encantaba estar fuera de casa. Porque fuera de casa yo era una adolescente más y podía fingir que al llegar a casa mamá tendría preparado un rico almuerzo y papá nos diría que fuéramos juntos a la playa o el parque.