Capítulo 2- Jugador, jugadora

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Sábado 22:23

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Sábado 22:23

Desde que había entrado a la casa no había hecho otra cosa más que bailar y tontear con diversos chicos para poder sacarles cigarrillos y bebida gratis. Ahora mismo estoy bailando con el más guapo de todos los que había podido encontrar, seguramente este sería mi presa de esta noche. Tenía todas las papeletas, guapo, alto y con una sonrisa preciosa. Único problema, era rubio pero bueno básicamente todos los chicos de esta fiesta eran rubios y blancos de piel así que tampoco podía pedir mucho más.

Bailo al ritmo de la música, la cual por suerte era en inglés y dentro de lo que cabe que sabía más de una, bebiéndome el último trago del cubata de vodka al que me había invitado este chico del cual desconocía el nombre aún cuando siento miradas puestas en mí. Miro sobre el hombro del chico al fondo y en una pared apoyados mi primo y Perk junto al "chico del coche " y el "chico que había hablado con mi primo en la puerta " están mirándome fijamente.

Paro de bailar de golpe fastidiada y desafío a Kite levantando mis hombros algo agresivamente, este ríe antes de hacerme una señal con su mano para que me acerque a él.

Suspiro indignada y miro de nuevo al chico rubio de enfrente.

-Me traes otra bebida por favor. -Digo cerca de su oído para que pueda escucharme a pesar del gentío y la música. Este asiente en respuesta. -Estaré allí con unos amigos. -Señalo el grupo de los 4 chicos y este asiente algo serio antes de marcharse a por mi bebida.

Los cuatro chicos estaban mirándole fijamente hasta que se ha perdido en la multitud y yo a paso lento mientras empujo a gente que baila llego hasta ellos.

-¿Qué? -Pregunto directa a mi primo.

-Relájate. -Responde riendo. - ¿Ese será tu juguete de hoy?

-Tiene toda la pinta sí. A no ser que encuentre uno mejor. -Puntualizo riendo.

Reímos y puedo ver que los otros tres chicos no entienden nada de lo que estamos diciendo. Miro al "jugador ", "el chico del coche " que me sigue observando como si quisiera devorarme con la mirada. Tiene una mirada jodidamente caliente.

-Te quiero presentar a dos amigos. -Habla mi primo interrumpiendo el cambio de miradas entre el moreno y yo. -Él es William. -Señala al chico más alto y con el que hablaba en la puerta. Jodidamente sexy también pero tiene pinta de jugador también. -Y este es Chris. -Señala al moreno del coche quien me sonríe.

-______.-Digo estrechando sus manos.

-Sabía que eras tú.-William sonríe.

-¿Qué soy quien? -Pregunto con una media sonrisa.

-¿Conoces de España a una noruega que se llama Noora? -Su pregunta me hace fruncir el ceño pero al instante una amplia sonrisa ilumina mi rostro.

-¿Esta aquí? Ella vino a Oslo pero... ¿La conoces? -Mis preguntas salen nerviosas de mí mientras William tan solo sonríe.

-Está allí. -Señala hacia una habitación continua donde hay sofás.

          

-Oh dios mío. -Digo entusiasmada. -Toma jugador. -Digo estampándole el vaso vacío sobre su pecho hasta que lo coge al que me han presentado como Chris.

-Ey, nena no soy un reposa vasos. -Se queja tirando el vaso al suelo.

-Ni una basura pero sirves como tal. -Mi mirada es fría y la suya llena de furia. Mi primo ríe a carcajadas junto a Perk mientras que William solo sonríe intentando aguantar la risa.

-Serás... -Comienza a decir pero le corto.

-Que si, que si. Gracias William. -Le Sonrío sincera y me marcho en busca de Noora.

Mi Noora, una de las pocas amigas que he tenido de verdad en mi vida. Ambas eramos voluntarias en un refugio de Animales en Madrid. Fue gracioso cuando Noora conocimos porque su nivel era tan malo como el mío de noruego ahora mismo. Le ayudé a perfeccionarlo y ella me enseñó mis primeras palabras en este idioma. Se había marchado el verano pasado de vuelta a Oslo después de estar conmigo más de 4 años en España y aunque los primeros meses mantuvimos el contacto el tiempo fue pasando y bueno que me quedara sin teléfono móvil ayudo demasiado a perder el contacto.

Sabía que existía la posibilidad de encontrármela, deseaba que sucediera. La primera persona en la que pensé cual supe que me miraría aquí fue en ella. Pero no tenía para nada pensado encontrármela el primer día y en una fiesta en la que me había autoeditado.

Entré a la sala ignorando los insultos que Chris gritaba sobre mí y las amenazas de mi primo hacia él. Hice un barrido con la mirada y la vi. Su cabello rubio platino corto por sus hombros y perfectamente liso, sonreí al instante. Estaba con dos chicas más, una pelirroja de media cabellera y otra que parecía ser musulmana. Me acerqué a ella rápidamente.

-¡Noora!

Grité su nombre, sus amigas me miraron con cara de confusión. Ella de giró lentamente y reaccionó lentamente. Primero sorpresa, después confusión, de nuevo sorpresa y por último alegría.

-¡_____! -Gritó de vuelta abrazándome con toda su energía positiva.

La he echado tanto de menos, su calidez y luz es siempre tan positiva y armoniosa.

-No puedo creer que estés aquí. ¿Qué haces aquí? Vi en Facebook que te pensabas mudar pero ¿aquí?, ¿a Oslo? ¿Qué hace una friolera como tú aquí? -El abrazo se separa pero sus ojos y los míos siguen siendo de cariño y emoción.

-Me he mudado con mi primo. Necesitaba empezar de cero.-Si sonrisa se ensancha.

-Oh dios mío. No me puedo creer que te vuelva a tener tan cerca. ¡Chicas! -Grita llamando la atención de las dos amigas con las que hablaba y tirando ligeramente del hombro de dos más, una rubia y otra morena de complexión grande. -Ella es _____. Mi amiga de España de la que os he hablado alguna vez. -Todas me sonríen mientras le asienten a Noora.- Ellas son Eva, Sana, Vilde y Chris.

Con cada nombre estrechamos nuestras manos y sonreímos cortésmente.

Lunes 9:00h

Caminaba por los pasillos del que sería mi nuevo instituto, me quedaban apenas dos años en España para terminar la educación que ni si quiera era obligatoria mientras que aquí me quedarían dos y medio mas debía de adecuarme en todos los sentidos a mi nueva vida. La secretaria de dirección me acompañaba a la que sería mi clase tras ayudarme a firmar todos los papeles del traslado. Al parecer según mi itinerario me tocaba clase de Historia en ese momento así que tras la pequeña reunión donde el director me había dicho cada una de las normas del centro caminábamos hacia ella.

Mi mente no dejaba de pasar por el recuerdo de la noche del sábado. Finalmente me perdí con Noora contándonos nuestros últimos meses separadas y bailé junto a ella y sus amigas hasta que mi primo me envió un mensaje de que me estaban esperando afuera en el coche para volver a casa. El domingo lo pasé tranquila viendo series y leyendo un poco una versión Noruega de Harry Potter esperando aprender más vocabulario.

Gamer's SKAM (Chris Schistad y tú)Where stories live. Discover now