Parte 13

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Los días pasaron con gran velocidad desde nuestro primer beso. Todo iba acomodándose en su lugar. Trafalgar quería ocultar nuestra relación de la tripulación pero no duró más que solo unas horas. Todo era perfecto, nos llegaba con viento en popa.

- Yuuki, hay algo de lo que te tengo que hablar – Law se acercó a mi en la sala de operaciones.

- Claro Law lo que quieras – desde que salimos lo llamo así, incluso si la tripulación nos escucha.

- CAPITAN LLEGAMOS A LA ISLA!- Bepo apareció tras la puerta a los gritos.

- Perfecto, trae el cofre.

- Si, capitán – Bepo se apresuró a salir y Law se detuvo en su camino a la puerta y me miró.

- Creo que tendrá que esperar un poco más – agarró su nodachi y salió en dirección a cubierta.

Deje mi libro sobre la mesa y fui detrás de él.

El submarino salió a la superficie en una pequeña isla llena de Marines, una base llena de marines. Pero esto no era sorpresa para nosotros, todo era parte del plan de Law para conseguir el titulo de Shichibukai. Cuando el submarino emergió y los marines percataron nuestra presencia la costa se cubrió de ellos, todos preparados para la batalla. Law bajo al puerto  y con él el cofre que Bepo había ido a buscar. El cofre con los corazones de 100 piratas, los cuales venía juntando desde hace ya un tiempo atrás.

No podía escuchar muy bien la conversación pero de cualquier manera todos nos encontrábamos en cubierta listo para saltar a la batalla si algo llegase a ocurrir. Luego de unos minutos Law se dio la vuelta y sin mirar atrás volvió al submarino. Los marines no se movían.

- Prepárense para zarpar! – gritó Law al volver a cubierta.

- Si, Capitan – respondimos todos al unísono.

Antes de poder notarlo ya estábamos bajo el agua nuevamente.

- Podría decirse que todo salió bien.

- Ahora solo me queda esperar a su respuesta, una vez esto llegue a los altos comandos no dudarán en darme el título – Law se veía bastante seguro de su plan.

Caminamos juntos hasta llegar a su cuarto, o más bien nuestro cuarto desde hace ya unas semanas. Al entrar Law se dirigió al baño y yo me dispuse a continuar otro de los libros que estaba leyendo. Pasaron los minutos y Law entro al cuarto aún mojado por el agua de la ducha, con una toalla en la cintura y otra secando su cabello. No podía evitar pensar en lo sexy que era pero había otro tema que me daba vueltas en la cabeza. ¿Qué era lo que quería decirme hace un rato en la sala de operaciones? Mire mi libro nuevamente para no distraerme por él.

- Law, ¿Qué era lo que querías decirme?

- No era muy importante – se sentó a mi lado en la cama y empezó a darme pequeños besos en el cuello.

- ¿Acaso estás tratando de distraerme?

- Tal vez, ¿lo estoy logrando?

- Un poquito – baje el libro sobre la mesa y lo mire –, esto no cambia nada, sigo queriendo saber que es lo que pasa.

- Prometo decírtelo luego.

Sonrío y se puso sobre mi besando mi cuello y mis labios. Casi como un ritual que lentamente nos llevó a entregarnos al otro sin pensar en detalles más allá de ese momento.





Me desperté y Law ya no se encontraba en la habitación, nunca duerme mucho. Me bañe y fui en su búsqueda, todavía nos quedaba algo de que hablar, pese a las distracciones. Entre a la sala de operaciones y allí estaba él escribiendo en un cuaderno.

No huiréDonde viven las historias. Descúbrelo ahora