Semana SawaHaru 2017

Juntos

Despedidas | Reencuentros

El día en que Haruichi se fue de Seidou antes que todos los de su generación, Eijun intentó con todas sus fuerzas no llorar.

No lo consiguió.

―Eijun-kun, ya está decidido. La Universidad me exige este mes en su concentración y todo quedó arreglado con los profesores. Nos veremos en algunas clases y en el periodo de exámenes...

Pero Eijun-kun no piensa responderle con la cabeza gacha y las lágrimas corriéndole por las mejillas.

Por eso Haruichi no se aleja. Se sienta junto a él y aunque no lo está viendo ni hablan ni se sinceran, Haruichi le apoya a su manera y quiere decirle que va a estar bien, que ellos van a estar bien; que se volverán a ver y que quizá vuelvan a ser compañeros en la Universidad o buenos rivales enfrentándose en el diamante pero que estarán bien. Porque lo lograrán, ellos pueden sobrellevar la situación y hacer que funcione.

Pueden, ¿verdad?

―... nada― tan entre dientes que Haruichi tiene que forzarse a salir de sus pensamientos para preguntar.

― ¿Eh? ―esta vez levantando la cabeza y mirándose.

―Esto no cambia nada.

La sonrisa que le entrega Eijun le oprime e infla el corazón en un instante, y Haruichi está completamente seguro ahora: pueden lograrlo. Ellos pueden encontrar el modo de que lo suyo funcione, porque en esos tres años que pasaron junto pensó en qué sucedería cuando tomaran rumbos distintos y, a pesar de que nunca lo sintió tan real como en estos momentos, ahora sabe que las palabras de su novio son ciertas. Esto no cambia nada.

Sin pensarlo le regala una sonrisa amplia y la imagen más linda de su rostro ligeramente sonrosado. Eijun le sonríe con convicción entre las lágrimas y no se disculpa por llorar aun cuando quiere hacerlo porque ha hecho que su novio se preocupara, pero sí le toma de la mano para que puedan volver al dormitorio de Haruichi a empacaran sus cosas.

Y quizás compartir un beso o dos con un mensaje claro para ambos.

Te estaré esperando.