••|₁₅|••

50 25 0
                                    

Durante tantos años escuché a mi madre hablar sobre la mujer perfecta que fue construida especial y perfectamente para mi por lo cual ahora mismo podría culparle por haberme hecho creer aquello puesto que ahora lamentablemente sufro lo que muchos ...

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Durante tantos años escuché a mi madre hablar sobre la mujer perfecta que fue construida especial y perfectamente para mi por lo cual ahora mismo podría culparle por haberme hecho creer aquello puesto que ahora lamentablemente sufro lo que muchos hombres sufren. El síndrome A.F, mejor conocido como el síndrome Ayúdame Freud; algo que muchos han escuchado en aquella canción pero que nadie se ha dignado a tomar en cuenta (pero, creo que eso va más dirigido a las madres que crean una espectativa de la mujer perfecta a sus hijos) por lo que aceptar que sufres de el no es lo mejor que puedes hacer, puesto que al hacerlo te llevas la decepción más grande de la vida al comprender que has estado buscando tu lugar al lado de las mujeres equivocadas; o quizá no son aquello pero te has creado una imagen ya de la mujer perfecta que es aún más difícil amar a alguien que no cumpla con las expectativas de la mujer construida por nuestras madres; llevándonos a dejar de buscar a quién amar para buscar eso que muchos llaman "amor" pero no es más que una comodidad que te va consumiendo tan rápidamente que llega el punto en que no puedes percatarte de que es más tu miedo de quedarte solo que el amor que puedes llegar a sentir por ese alguien que llega justo en el momento en que más solo te encuentras.
Lamentablemente soy parte de ese gran porcentaje de hombres que viven con aquel síndrome y lo peor del caso es que después de aceptar que todas las chicas con las que he salido también sufrían de este síndrome al final de todo fueron las únicas capaces de encontrar al amor de su vida. Y, yo; ahora me dedico a escribir en el diario local lo que pienso sobre lo escrito en el cuaderno de una completa desconocida, la cual comenzaba a poner mi mundo patas arriba, sin embargo no por ello quisiera dejarle de lado porque ha sido la única capaz de hacerme sentir tantas cosas con solo un texto de lo que alguna vez alguna otra chica con la cual salí me hizo sentir y eso es simplemente lo más interesante que ha sucedido hasta ahora en mi vida.
—Jefe ¿quería verme?—irrumpió la ahora pelirosa, asomando la mitad de su cuerpo por la puerta de madera.
—Pasa, por favor—pedí, ante aquello la chica solo asintió, adentrándose en la habitación para finalmente tomar asiento en la silla frente a mí
—¿Puedo ayudarte en algo?—cuestionó con interés
—Alba me ha dicho lo sucedido —respondí firme, atento a la expresión de la chica y ansioso por escuchar su respuesta.
—¡Oh!—fue lo único que salió de labios de la chica
—Eres simplemente...
—Creí que si hacia aquello ella sería un poquito más feliz al enterarse de que no sientes nada por mi y que el color de cabello no tiene nada que ver con que me hables o no—soltó en un susurro.
—Me sorprende el saber que has hecho algo así—le alago
—Creo que cualquiera que estuviese en mi lugar hubiese hecho lo mismo–—comentó restándole importancia a mi comentario.
—No creo que eso sea cierto—alegué
—Es cierto, ahora si me disculpas debo ir a terminar con mi trabajo—se excuso, levantándose de su lugar para salir casi corriendo por la puerta de mi oficina.

Eleanor Blaz era la más extraña de las chicas y aquello no hacia más que desear y anhelar conocerle más por el simple gusto de ver aún mejor la perspectiva de su vida; quizá no estaba tan lejos de encontrar a la mujer que mi madre había creado para mí. Al enterarme de aquello que había hecho la chica simplemente no pude sacarlo de mi cabeza y es que me era un tanto imposible e increíble el pensar que aquella chica había logrado lo que yo jamás pude lograr hacer para que la ahora peliazul entendiera que era merecedora de alguien mucho mejor de lo que yo era y es que después de sufrir de aquella decepción de saber que la mujer perfecta de la que mi madre siempre me había hablado no existía ya ahora dudaba sobre si algún día el amor decidiría hacer una sorprendente aparición en mi vida; aunque para ser sincero me era un tanto imposible creer aquello y es que en mi vida he visto tantas cosas que me han hecho dejar de creer en esa cosa que muchos le conocen como "amor" mientras yo sólo le conozco como ese sentimiento del que he intentado huir por años por el miedo de percatarme de que no estoy ni cerca de encontrar al amor de mi vida, quizá no sólo sufro del síndrome A.F, si no que a aparte de ello sufro del síndrome tarde, pero creo que esa cosa ya es un poco aparte y espero que a la chica se le haya ocurrido escribir sobre lo tarde que una persona aparece en la vida de otro para al final percatarse de que nada de lo que pensaba era realidad, quizá sólo así escriba sobre el segundo síndrome que sin duda es de los más interesantes que no mucha gente ve en el momento pero que a la larga es igual de doloroso -o, aún más que el primer síndrome-
Algo más doloroso, interesante y quizá llegue al grado de matar a alguien que no se lo espera. El día en el cual Alba decidió apartarse de mi, fue el día en que Eleanor Blaz, Katherine e Ethan decidieron que era tiempo de parar de castigarme e invitarme a su mesa en la cafetería; aunque en ella algunas que otras veces la peliazul se sentaba a conversar con nosotros, mientras me observaba con picardía al igual que a Leah, sus palabras no eran mentira al decir que le gustábamos como pareja, sí tan solo supiera que Eleanor no me puede amar porque no cree en el amor y que yo no le puedo amar a ella porque temo de este y porque comienzo a sospechar que alguien sin identidad esta conquistandome a través de pequeños textos que me hacen sentir tantas cosas a la vez. Aquello me hacía creer que la mujer perfecta que me construyo mamá no estaba tan lejos de hacer su tan esperada aparición.

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Sɪᴍᴘʟᴇᴍᴇɴᴛᴇ Eʟᴇᴀɴᴏʀ [H.S]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora