Rescate bajó por el barranco a ver si encontraban mi cuerpo. Cuando tuve el accidente, sabía que mi auto explotaría. Lo que hice fue que me moví hacia un lado para no morir. Rescate encontró mi cuerpo.
Rescate: ¡Está vivo!
Regina: ¡Siii!
Gerardo: ¡Quedó vivo!Narra Regina:
Me estaba muriendo hasta que me enteré que mi sobrino Gabriel estaba vivo. Me dieron ganas de saltar a abrazarlo. No lo hice por que está en un mal estado.
Regina: ¡No lo puedo creer, está vivo!
Gerardo: Si, mi sobrino está vivo...3 Meses Después:
Yo: ¿Cuánto tiempo estaré en este hospital?
Regina: Querido, estuviste muy grave...Ya estaba súper bien. Estuve tres meses en el hospital. Estaba muy grave.
Gerardo: ¿Qué vas a hacer Gabriel? ¿Vas para donde Ángel?
Yo: Si Tío Gerardo. No quiero que ninguno de ustedes vaya.
Regina: Tranquilo, no iré pero tampoco irás solo.
Gerardo: No te preocupes, yo iré contigo.
Yo: Tío no... No irás, no vas a arriesgarte.
Gerardo: ¡Iré si!
Yo: Está bien tío...Pasan varias horas, era de noche e ibamos para la casa de Ángel. Cuando llegamos, entramos por una puerta trasera. Entramos a su cuarto y estaba durmiendo. Saqué mi pistola y le apunté.
Gerardo: ¡No lo hagas! -dice bajito
Yo: ¡Lo quisiera matar! -le respondoAl fin y al cabo no lo maté, pero lo desperté.
Ángel: ¿Qué pasa? ¿Cómo entraron? ¿Qué hacen aquí? ¡No me hagas nada!
Yo: Jajaja, ¿y por qué te tengo que decir? ¿Dónde está Fabiola?
Ángel: ¡No te diré estúpido!
Yo: Si no me dices te mataré... Tengo la pistola.
Ángel: ¡Está bien, te diré! Está en mi sótano.
Yo: ¡Como no sea verdad, te mataré de verdad?
Ángel: Nooo, me matarás de mentira. Jajaja. -dice con voz burlona.
Yo: ¿Estás lucido? -le disparo en un brazo.
Ángel: ¿Qué haces?
Yo: ¿Dónde está Fabiola? ¡Dime!
Ángel: ¡Está en el sótano! Bajas las escaleras que están al lado de la cocina.
Yo: ¡Está bien! Papá, toma la pistola, iré.
Si no está, ahí te mataremos.Salí del cuarto y abrí la puerta del sótano. Estaba bajando las escaleras y había una mujer amarrada de espalda.
Yo: ¡Fabiola!
Fabiola: ¡Gabriel hermano!No lo podía creer, estaba viva. Le dí un abrazo como nunca se lo había dado.
Fabiola: ¿Cómo estás?
Yo: ¡Estoy bien! Te sacaré...Mientras intentaba desamarrarla, entró un hombre y me apuntó con su arma.
Yo: ¿Quién eres?
Fabiola: No otra vez...
Rómulo: ¡¡¡Jajaja, caíste!!!
Yo: ¿Quién es este imbécil? Me armaron una trampa.
Rómulo: Soy el que le ha hecho una vida imposible a tu Fabiolita. Soy el que la violó.
Yo: ¡Qué! -me tiré encima de él a golpearlo.
Rómulo: ¡Déjame imbécil!Le quité la pistola y le apunté con la misma.
Yo: ¡Eres un idiota!
Le dí varios disparos. No podía parar de dispararle. Fabiola se sorprendió por lo que hice.
Fabiola: ¡Gabriel gracias! No sabía que tu eras capás de hacerlo.
Yo: Tenía que hacerlo...Fui y le di un abrazo.
Fabiola: ¡Vámonos de aquí!
Yo: No antes de matar a el estúpido de Ángel.
Fabiola: No lo hagas, tu no eres un asesino.
Yo: Sí, lo soy.
Fabiola: No No, tu no puedes serlo...
Yo: Arriba hay alguien que hace años no ves.
Fabiola: ¿Quién?
Yo: Tío Gerardo...
Fabiola: ¿Qué?Rápidamente subió las escaleras emocionada.
Yo: Está en el cuarto de Ángel.
Fabiola: ¿Dónde es?
Yo: Ahí... -le digo señalando el cuarto.Ella entró al cuarto primero. La ví que se quedó parada en la puerta como asombrada. Ella comenzó a gritar.
Yo: ¿Qué te pasa Fabiola?
Fabiola: Tío Gerardo no...Entré al cuarto y ví algo que nunca pensé que pasaría.
Yo: ¡Tío Gerardo!
Fabiola: ¿Quién lo hizo, quién?
Yo: Fue Ángel. Ángel lo mató.
Fabiola: Nooo...Ángel había matado a mi Tío Gerardo. Esta vez si lo veo lo mato.
Yo: ¡Te juro que lo voy a matar!
Fabiola: ¡Vámonos, no quiero seguir aquí!Nos retiramos de la casa de Ángel.
Yo: Le voy a dar un recuerdo a Ángel.
Fabiola: ¿Qué vas a hacer?
Yo: Le quemaré la casa.
Fabiola: ¡Te meterás en problemas!
Yo: ¡Sal, lo haré!Fabiola salió. Cogí gasolina y unos fósforos de la cocina. Heché gasolina por toda la casa. A lo último tiré los fósforos. La casa se prendió en fuego. Minutos después explotó la casa.
Yo: Ese es un recuerdo para ese idiota.
Fabiola: No debiste haberlo hecho... Te meterán preso.
Yo: Estoy seguro que no lo harán.Nos fuimos para mi casa. Cuando llegamos, Fabiola corrió a donde la Tía Regina y le brincó encima.
Regina: ¡Mi niña, estás bien!
Fabiola: Si, yo sabía que los vería otra vez.
Fransisco: ¡Que bueno que estás bien Fabiola!
Fabiola: Si, igual cariño.
Yo: Jajaja, bueno ya.
Regina: ¿Dónde está Gerardo?
Yo: Tía, Ángel lo mató...
Regina: ¡Nooooo! ¡Mi hermano no! Ayy mi Dios. ¿Dónde está ese imbécil? ¡Lo voy a matar!
Yo: Tía, yo me vengaré. Le quemé la cass y ahora lo mataré.
Regina: Ayyy no puedo con ésto. ¡Lo quiero matar!
Yo: Yo también lo quisiera matar.En esos momentos recibo una llamada. No se de quién era.
Conversación:
Yo: Hola, ¿quién me habla?
Ángel: Jajaja, te habrás llevado a tu hermanita pero maté a tu tío.
Yo: ¡Eres un imbécil Ángel! Juro matarte idiota.
Ángel: Voy a tener a Fabiola en unos meses. Eso te lo juro...
Yo: ¡Vamos a resolver esto tu y yo!
Ángel: ¿Qué quieres?
Yo: Vamos a resolverlo... ¿Dónde estás?
Ángel: Estoy en otro país.
Yo: ¡Dime ahora! Vamos a resolverlo los dos. ¡Dale, vamos!
Ángel: Estoy en la casa de Justino.
Yo: ¿Qué haces ahí?
Ángel: Nada...
Yo: Si Justino está muerto.
Ángel: Eso lo sé...
Yo: Está bien, iré mañana por la mañana.
Ángel: No vayas con la policía por que juro que te voy a matar...
Yo: Tranquilo Ángel, no iré con la policía. Voy mañana solo.
Ángel: Muy bien, solo.Cuelgo...
Regina: ¿Con quién hablabas?
Yo: ¡Con nadie tía!
Regina: No me digas que es con el patán de Ángel.
Yo: ¡Tía no!
Regina: No soy boba. Yo sé que hablabas con él.
Yo: ¡Sí tía! Me dijo que me encontrara con él pero que no llevara a la policía. Que fuera solo me dijo. Si voy con alguien me matará. ¿Eso quieres?
Regina: No he dicho nada... Pero debes llamar a la policía.
Yo: ¡No lo haré!
Regina: Si no lo haces, lo hago yo...
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Detrás de la máscara {Terminada}
ActionEsta historia trata sobre un adolescente llamado Gabriel que se deja llevar por sus amistades. Él es un niño educado. Uno de sus amigos comienza a apuñalarlo por la espalda poco a poco sin que Gabriel se de cuenta. Detrás de esa máscara, hay otra pe...