Líos De Verano

Cap.11

Pov.Sara

- ¡Aiden espera! - grité mientras me levantaba de la mesa en dirección a él. Tenía que pararlo.

- Deja, ya me ocupo yo - dijo alguien mientras me ponía la mano en el hombro, era Maggie.

Pov.Maggie

"Deja, ya me ocupo yo."

Camino con la cabeza gacha mientras pienso.

¿¿En que diablos pensé cuando dije eso??

Si yo no me llevo para nada bien con Aiden. Siempre está metiéndose conmigo y eso me saca de quicio. Pero bueno... Levanto la cabeza y busco a Aiden con la mirada. Está todo desierto.

- ¡Aiden! - grito - ¿Estás ahí?

De repente unos arbustos se mueven detrás de mí y me giro sobresaltada. Es Aiden. Veo que le ha dado tiempo de ir a su cabaña y cambiarse de ropa porque lleva puesto unos pantalones largos y una camisa abrigada, también lleva colgada a la espalda su guitarra. Recuerdo que se la regalaron Sara y Marta por su cumpleaños hace dos años, desde el momento en el que la tuvo en sus manos no ha parado de tocar canciones con ella en las fiestas y aunque me cuesta mucho admitirlo pero me encanta su música.

- Hola, no esperaba verte por aquí - me dice con un tono de voz muy apagado - Me sorprende verte. Creí que te habrías quedado en la fiesta con los demás.

- Ah, si. Pero es que decidí venir a buscarte porque...

¿Qué le iba a decir, que había ido a buscarle por algo que ni siquiera yo misma sabía? Mentira. Si sabía el porqué me había ido. Me sentía incómoda con todos ellos que se pasaban todos los recreos juntos y no se separaban. Aparte también me incómodaba la forma en la que Chuck me miraba. Pero no se lo pensaba decir a Aiden.

- ¿Porque...? - preguntó y empezó a reírse.

- ¡Oye, porqué te ríes! - Su risa era muy contagiosa así que yo también acabé riéndome.

- Pareces una niña pequeña.

Ya estaba otra vez Aiden metiéndose conmigo. Argg, no lo soporto. Paré de reírme al instante.

- Aiden. Me puedes decir porque te estás metiendo todo el rato conmigo. En serio me molesta - le dije enfadada

De repente su rostro cambió por completo. La sonrisa que tenía en la cara se tornó a una cara seria en unas milésimas de segundo.

- ¿Te molesta?

- Si

- Lo siento - dijo - la verdad es que me recuerdas a alguien. Me recuerdas a mi hermana pequeña.