Samuel se quedo helado al oír esas dos palabras "Te amo". No podía ser cierto, la calentura le gano a Guillermo y lo hizo decir cosas que no eran verdad, claramente el no amaba a Samuel ¡no!.
Samuel mordió su labio y detuvo el salvaje sexo para desatar a Guillermo y salir de él acariciando sus mejillas.
-¿Que dijiste?- pronunció Samuel intentando no sonar inseguro, tímidamente tomó sus dos manos y se recostó a su lado aún teniendo la enorme ereccion.
-Q-que te amo- susurró el más joven.
Samuel no dijo nada... solo abrazo a ese pequeño niño y lo llenó de caricias y besos, y no eran de lujuria, quería demostrarle a ese niño que de igual forma lo amaba, pero pensaba que era muy pronto para decírselo, y el bien sabía que lo que empieza pronto, pronto termina... así que estaba decidido a decirlo en el momento adecuado. Aunque eso sonara totalmente cursi.
La cabeza de Guillermo estaba en blanco, quería seguir sintiendo el salvajismo de su Daddy pero también quería que esos suaves besos continuaran. Sabía perfectamente que esa era una buena respuesta ante su confesión amorosa.
...
Hicieron el amor durante toda la noche.
...
-Por favor Samueeeeeeel- chillaba el pelinegro queriendo que Samuel no se fuera a trabajar.
-Debo ir... quiero llevarte p...-
Guillermo no lo dejo terminar la oración cuando rápidamente asintió con la cabeza y jadeo diciendo: "¡Si voy, si voy, si voy!"
Samuel se resignó y le acarició el cabello indicándole que se metiera a la ducha.
[...]
-Estoy caliente- susurró Guillermo a Samuel en plena junta, Samuel se había puesto tan celoso que quiso sentar a Guillermo en sus piernas mientras sus empleados hacían algunas presentaciones y propuestas para intentar tener un mejor puesto, y vaya que Samuel estaba absorto en acariciar las piernas de su pequeño, quien se había puesto una mini falta y una blusa holgada.
Y ante esa declaración Samuel sonrió maliciosamente, era obvio que el hecho de tener a Guillermo así en sus piernas, solo para él, le ponía totalmente caliente, más de lo que pudo haber imaginado.
-¿Quieres que te folle aquí? ¿Frente a todos?-
El menor asintió fingiendo timidez y se bajo las braguitas mirando a todos los trabajadores los cuales no notaban nada pues estaba siendo bastante discreto.
Samuel sonrió mirando alrededor y se relamió los labios mirando todo, el salón de juntas era enorme, tenía colores sobrios que la hacían lucir muy elegante. Y justo cuando llegó al techo sintió como Guillermo le bajaba la bragueta y se sacaba las braguitas.
Los juegos sexuales de Guillermo habían comenzado, su fetiche era que todos vieran como el hombre más guapo del mundo lo hacía suyo de manera brutal, pero debía ser discreto porque tampoco quería afectar su trabajo, ya que de ahí obtenía sus regalos caros.Rápidamente el pequeño abrió un poco sus piernas y en un movimiento certero tiro una pluma al suelo y se metió debajo de la mesa para recogerla, pero solo logró que sus bragas se deslizaran hasta los pies de un empleaducho y Samuel se saco el miembro ya erecto de su bóxer, estaba siendo muy discreto y no notaba como su pequeño niño sonreía malicioso y dio un suave mordisco en la ereccion haciendo que Samuel diera un respingo, no se esperaba ese movimiento.
-J-joder- susurró excitado, en verdad ese niño lo tenía loco, su culo, sus pezones, su lengua, todo en el lo hacía enloquecer hasta abrumarse.
El pequeño comenzó a lamer la ereccion simplemente para lubricarla y salió de debajo de la mesa para sentarse metiendo en su ano la enorme extensión, y vaya que le dolía, pero no importaba.
-¿Te gusta?- susurró Guillermo moviendo suavemente sus caderas siendo discreto.
Samuel solo sonrió victorioso y acaricio las caderas de su pequeño mientras le levantaba la falda para mayor comodidad, le encantaba que esa personita que amaba fuera tan divertido, tan pervertido y tan inocente a la vez. Simplemente el pensar en eso lo excitaba, y es que no en cualquier lugar encuentras a alguien así, su único defecto era que solía ser una maldita puta, pero Samuel le quitaría eso a la buena o a la mala, dependiendo como se portara su bebe.
El hecho de solamente querer embestir a su pequeño lo hacía no poder concentrarse en la junta pero ¡a la mierda la junta! Estaba follandose de un modo delicioso a su chico y era una sensación en realidad nueva.
Guillermo soltaba suaves gemidos que por supuesto que llamaron la atención de algunos de los presentes quienes solo miraban al chico avergonzados y comenzaban a sudar, podían sentir sus pantalones mojados, y en ese momento no envidiaban a su jefe solo por el dinero, sino también por la belleza de amante que tenía...
-¡Señora no puede pasar!- se escuchó el grito de una mujer, y eso saco a Samuel de sus pensamientos y sostuvo la cintura de Guillermo con más fuerza, molesto, alguien estaba interrumpiendo su momento.
-AHÍ ESTÁ MI HIJO- chilló la mujer y entro a la sala de juntas con las secretarías rodeándola, solo para encontrarse a Guillermo montando a Samuel.
-¿MAMÁ?-
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YA SE YA SE, me tarde mil años, pero tengo un examen para la media superior y he estado estudiando muchísimo, y también he tenido güeva extrema y vida social :'vLos amo❤️