"La única verdad es la realidad."
- ...Ayer me encontré con Ian -dijo Edith con la respiración entrecortada y sin pararse un segundo-, y cuando se iba, ¡Me guiñó un ojo! -aumentó la velocidad y dio un salto de alegría- ¿No te parece guapísimo?
Elizabeth no contestó.
- ¿Eli? -dejó de correr y puso los brazos en jarra- ¡Eli! ¡No me estabas escuchando!
- ¿Qué..? -jadeó cansada- ¡Si te estaba escuchando!
- ¿Qué acabo de decir?
- Pues... -suspiró- vale, tal vez no te estaba escuchando...
La miró con aire de culpabilidad.
- ¿En qué pensabas? -preguntó Edith reanudando la marcha.
- En el examen de matemáticas.
Soltó una carcajada.
- Mejor dicho: ¿En quién pensabas?
Elizabeth hizo una mueca y miró los ojos azules de su amiga, solo para luego torcer la mirada. Para el poco tiempo que llevaban siendo amigas, Edith la conocía demasiado bien.
Volvió a mirarla. Había que ver el cariño que le había cogido a aquella simpática pelirroja.
- Solo... -suspiró- nada, olvídalo.
- ¿No tendrá nada que ver con un chico de ojos verdes, verdad? -soltó una carcajada.
Frenó en seco y la fulminó con la mirada.
- ¿Cómo...? Quiero decir, ¡NO! ¿Qué estás diciendo?
- Te gusta -rió entre dientes.
- ¡Por supuesto que no! -frunció el ceño-. Vale, a veces me lo paso bien con él, ¿y qué? Sigue siendo un imbécil y un capullo.
- Y a ti te encanta que sea así.
- Tonterías -bramó-. Y date prisa si no quieres quedarte atrás.
Ambas cogieron carrerilla e hicieron un sprint hasta la puerta principal.
********
Después de comer, Saun y algunos del equipo de baloncesto se fueron a una de las salas de descanso, a jugar al billar.
- Esta noche espero verte en las gradas, tío -dijo Ian mientras golpeaba la bola blanca con el taco.
- Allí estaré -respondió Saun.
- El primer partido de la temporada -dijo otro chico- ¡Vamos a ganar!
- Lo mejor son las animadoras -comentó otro, divertido.
- A mi no me van -puntualizó Ian-. ¿Sabéis la pelirroja que anda con la nueva? ¡Esa si que merece la pena!
- Deja de babear y atiende a lo que estamos -reprochó Saun.
Era su turno. Golpeó la última bola que le quedaba y a continuación metió la negra con facilidad. Victoria.
- ¡Oh, tío! -se quejó Ian.
Saun soltó una carcajada.
- He ganado, otra vez. Mis veinte pavos.
Ian se los entregó de mala gana.
- Bien, ¿Quién es el siguiente al que le apetece perder? -se rió.
- Yo -todos se giraron hacia la puerta al escuchar una voz femenina.
Elizabeth avanzó hasta el medio de la sala y se apoyó en el billar.
- ¿Puedo jugar? -preguntó inocentemente dirigiéndose a Saun.
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Naughty girl
Romance¿Qué pasaría si eres el chico malo del colegio hasta que llega alguien dispuesto a desbancarte el puesto? Saun Crowell estaba acostumbrado a hacer lo que quería entre los muros del Castle High School, un internado donde estudian los hijos de la gen...