25: Desorientación.

914 35 3
                                    

La noche había caído en Madrid, llevándose toda la luz natural que el día nos proporcionara. La visita a casa de Luzu había dado su fin, dejándonos a Rubius y a mí con una alegría evidente en nuestros rostros.

Las cosas estaban bien con los chicos. En realidad, no recuerdo la última vez que la había pasado tan bien; riéndonos hasta que los estómagos duelan, tomando cerveza, conversando con Lana. Lana era una chica demasiado divertida y simpática. Además, me hacía bien la amistad femenina. Hace mucho tiempo que no la tengo.

Sin darme cuenta, nos encontrábamos recostados en la cama viendo un aburrido programa de televisión.

-Quiero que estés feliz  -masculló Rubius, entre dientes, aun mirando la televisión.

Le miré curiosa. ¿Qué cosas estaba diciendo? ¿Acaso el no sabía que tan solo con el hecho de existir era perfecto?

-¿Qué estas diciendo?  -le pregunté entre risas.

-Siento que no eres feliz  -me miró  -Siento como si algo faltara.

Gatee hasta colocarme encima de su regazo, tomando su rostro entre mis manos para besarlo brevemente.

-Rubius, soy feliz con el hecho de que existes  -susurré  -¿Por qué crees eso?

-No lo sé  -respondió sin despegar su mirada de la mía  -No lo sé  -susurró.

Nos quedamos mirándonos por unos largos minutos, sin antes que un beso nos uniera. Mis brazos rodearon su cuello inconscientemente, mientras que el rodeaba mi cintura delicadamente.

-Te amo  -masculló contra mis labios.

-No más que yo  -respondí, soltando una pequeña risa.

Al final de la noche, me quedé dormida profundamente acurrucada en su pecho.

                                            

                                                       […]

 

 

Eran las nueve de la mañana y no sabía exactamente porque me había despertado a esta hora, aunque no había sido voluntariamente. Rubén no para de decir que me llevaría a un lugar sorpresa. Sin duda Rubén tenía algo con las sorpresas.

Estaba vestida con un simple vestido porque el sol comenzaba a hacer acto de presencia en Madrid. Tenía mi cabello recogido en un simple moño, porque no me gustaba sudar demasiado.

Valerie(Rubius)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora