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Era raro, tenía 8 miembros, incluso un pequeño grupo d fans pero seguía sintiéndose sola. Extrañaba a su conductor, al chico de hombros anchos y labios lindos, al que tocaba la guitarra (por pésimo que sonara) para ella. — Unnie ¿Estas bien? — Pregunto Dahyun sentándose junto a su líder — Dubu ¿Cómo superaste a YoonGi-Sunbae? — Pregunto la ahora pelirroja, tantos cambios de cabello iban a cocerle el cerebro (Solo en caso de que sus pensamientos sobre Jin no lo hicieran primero) — No lo hice, unnie. Nunca deja de doler, solo intentan disimularlo muy bien y si te haces notar... Pues tal vez el pueda verte algún día y quiera volver a ti — Atino a decir la menor. JiHyo no lo había notado, tal vez por sus pequeños ojos o por su casi permanente sonrisa pero la chica estaba tan triste como ella. — ¿Que tal si vamos a hundirnos en helado y depresión? — Sonrió la lideresa. Era triste no poder ver al chico que había convertido sus defectos en seguridad y que había querido a sus dos yo; JiHyo y JiSoo por igual. Triste, doloroso. (...) Jin observo a Suga, escribía sin parar, tanto como para crear 6 discos — Ojalá yo pudiera escribir para JiHyo, así al menos tendría algo que hacer — Jin sonrió de manera triste — Igual sentirás que te falta algo, ni te distrae para nada — Musito YoonGi, sacándole punta a su lápiz. Jin me observo aún más triste — Deberías decirle a Jiminnie que te enseñe el nuevo debut que descubrió, es bastante bueno — atinó a decir YoonGi — Si quieres que me vaya solo tienes que pedirlo, no me mandes con los otros miembros — Gruño Jin, quien había estado demasiado sensible estas ultimas semanas — Es en serio Hyung, si no te gusta al menos conocerás una canción nueva — sonrió YoonGi, esta vez de una manea distinta, era una sonrisa real. — Bueno, ya voy — Bufó el mayor y salió rumbo al departamento, condujo un poco alrededor hasta que se harto un poco y llego a su barrio, subió hasta su departamento y se dirigió al cuarto de Jiminnie. — YoonGi me dijo que me enseñarías un debut nuevo — Suspiro el mayor, dejándose caer en la cama de su dongsaeng — ¿Oh? Bueno si... Déjame buscarlo — Sonrió el menor tecleando ágilmente en su celular. Jin comenzó a escuchar. Flautas, zombies y ¿Ruinas de una escuela? Cabello rojo, zombies en caminadoras y notas altas... — JiSoo... No, Jihyo — Musito el castaño. Ah, al fin lo había logrado, había debutado y no quedaba otra que estar feliz por ella.
