11- La cueva y el hada luminosa

2 0 0
                                    



Cuando ya estuvieron más cerca la saludaron muy sonrientes y Ashley más nerviosa y confundida que nada les devolvió una sonrisa algo fingida.

— ¿Te sientes bien Ashley? Te vez algo extraña—le dijo Harry siendo el mismo chico de amables y educados modales.

—Aaaa. Sí, estoy bien, muy bien ¿bien? Si bien—contesto con un poco de nervios.

— ¿Por qué balbuceas? —le pregunto Kimberly al notarla as rara que lo de costumbre.

— ¿Yo? No yo no, claro que pues, no debería, es decir, no yo no estoy balbuceando es por el aire ¿Es algo frio no? —volteo discretamente a su alrededor para corroborar una vez más que el hada luminosa se había ido por completo dejándola en la duda si había pasado o no—No fue real—murmuro lo más bajo que pudo mostrándose algo distraída.

— ¿Qué dijiste? —le pregunto Harry al alcanzar a ver que sus labios se despegaron para decir algo.

— ¡No! ¿Yo? Nada, nada de verdad ¿Qué decías tú?

—Ni he dicho nada aun—se extraño Harry pero le parecía muy divertida la manera despistada en que la chica era. —Mira te presentamos a un amigo nuestro es mi mejor amigo de la infancia y de Kim tambien, se lla...

—Se llama Tom, Tom Watson, así que Tom ella es Ashley la chica extraña de la que te hablo Harry y viceversa. Bien ya se conocieron, ya nos vamos y todos felices—interrumpió Kimberly rápidamente a quien no parecía agradarle esa presentación.

—Kim no seas mal educada. Discúlpala nuevamente—le dijo Harry al sentirse apenado por las palabras de su hermana. —Ya sabes cómo es Kim siempre tan divertida, grosera y egoísta. Pero si él es Tom un buen amigo con el que crecimos juntos Kim y yo, le hablamos de ti ayer y el tambien es muy bueno con las nuevas personas así que si necesitas cualquier cosa Tom y yo te podemos ayudar.

Tom se quedó muy serio y con una coqueta mirada le estiro su mano a Ashley para saludarla como se debía, pero estaba aún casi sin aliento por a ver visto una hada algo que nunca creería que le podía pasar y menos en ese día ni en ese momento. Tom se portó caballeroso y es que se trataba de un chico de la misma estatura de Harry de cabello rubio corto, piel blanca y un rubor natural rosado en sus mejillas por el momento que pasaba, sus ojos eran verdes y por su postura era muy llamativo y atractivo, teniendo un toque único que hacía que Ashley lo mirara fijamente sin darse cuenta de que lo estaba haciendo.

Extrañamente tenía el mismo color de cabello y ojos que Kimberly siendo estos los más parecidos a ser hermanos pero de facciones totalmente diferentes. Tom era el tipo de chico perfecto en diferentes maneras que obligaba a las chicas a mirarlo a quererle hablar sin conocerlo. En cierta forma algo le atraía pero no era tanto como para ponerle especial atención y menos cuando en su mente ella misma se hacía bolas pensando en la llave y el ave luminosa, en ese momento no quería saber nada de nadie ni ir a ningún lado, no pretendía salir corriendo pero tampoco quería hablar sobre eso ya que quedaría mal con ellos y la juzgarían de loca.

—Hola mucho gusto como ya dijo Kimberly Yo soy Tom Watson, y tú la famosísima Ashley Mark supongo, eres noticia en el pueblo, además Harry y...Kimberly me hablaron de ti.

—Hoo-laa...si mucho gusto en serio y pues famosísima no—aclaro. Luego de dejar de estrechar su mano aun se sentía algo en shock luego de haber estado de frente a un hada pequeña.

En ese momento Kimberly fijo su vista en el extraño collar que llevaba la chica de cabello castaño en su cuello, parecía tan extraño e inusual pues nunca había visto algo igual como lo era ese, pero no tardó mucho en poder distinguir que era una especie de reliquia antigua y de gran valor.

Al final del arcoirisDonde viven las historias. Descúbrelo ahora