Tras agendar el número de Adam (y anotar su Facebook) volví a mi casa caminando solo por las desoladas calles nocturnas con las manos en los bolsillos. Llegué a casa y me dejé caer medio muerto sobre mi cama, me sentía derrotado, en todo sentido.
Me quedé abrazado a mi almohada mirando a mi mesa de luz, donde descansaban los tomos de Victorian Undead. Suspiré y tomé el primer número con mis dedos torpes y sudados. Empecé a hojearlo mientras descansaba en mi cama y poco tardó en escaparse de mis dedos y caer contra mi nariz.
–¿Esto cuenta como ser atacado por un zombie? –murmuré mientras me frotaba la nariz, ¿Cómo es que pueden doler un puñado de hojas?
Al final simplemente me dormí y sentí que los siguientes días fueron un sueño, encerrado en mi casa, mirando la computadora o mis cómics prestados.
Y una notificación de mi teléfono me despertó de un sobresalto de mi sueño lívido, devolviéndome a la vida con un simple mensaje: "Abre la página de la convención YA"
Se trataba del chico de los cómics, me quedé inmóvil leyendo ese mensaje una y otra vez, sin saber cómo reaccionar, ya no sabía qué pensar de él, temía que se volviera un Alex2 para mí.
A regañadientes encendí mi computadora y abrí el sitio web oficial de la convención de historietas, como me habían indicado. Mis ojos saltaron de sus cuencas al ver a Adam en la portada del sitio.
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La chica del pin de la sonrisa
General FictionUn chico encuentra en el piso de su escuela un inusual pin, de esos que se abrochan a la ropa o mochilas, de color amarillo con una gran sonrisa, pero parte de su alegre diseño incluye el dibujo de una gota de sangre... ...
