Ella tenia un montón de problemas encima, más en los que ella misma se había metido. Todo se le había ido de las manos, su vida ya no era normal. Tenía que recuperar su vida de nuevo de alguna forma, pero ella sola no podía. Aunque no quería admitir...
Liam y Sophia seguían en su rutina, Marie siempre intentaba cruzarse para molestar a su nieta, para hacerle la vida imposible. Por suerte Liam hacía todo lo posible para que eso no fuese así.
—¿Liam?—dijo Sophia al llegar del trabajo—¿Liam, dónde estás?
—Estoy en la cocina—se escuchó la voz de Liam.
—Hola—sonrió Sophia dulce cuando entró a la cocina.
—Hola preciosa—sonrió Liam abrazándola por la cintura y besándola.
—¿Cómo ha ido en el trabajo?—preguntó Sophia.
—Bastante bien, ¿y a ti?
—Genial—sonrió Sophia—Pero tengo una sorpresa para esta noche, ¿estás ocupado?
—Tengo dos pacientes pero puedo decirles que vengan antes—dijo Liam pensativo.
—A las ocho te quiero listo, es una cita—lo besó.
—Señorita estilista, ¿qué ropa es la adecuada para nuestra cita?—dijo Liam riendo por el apodo que había usado.
—Normal, jeans, camiseta básica, lo que quieras—sonrió Sophia.
—Vale.
—Por cierto he traído la comida—sonrió Sophia.
La pareja se puso a comer entre bromas y besos, después de la comida Sophia estuvo viendo fotos de su última sesión fotográfica. Mientras que Liam revisaba cosas del instituto y de los pacientes que recibía en casa.
Sophia por la tarde hizo dos cafés por si Liam quería uno, paso por donde pasaba consulta y vio que estaba solo, entró dejando la bandeja con el café en la mesa que tenía.
—Vengo a dejarte un café—dijo Sophia.
—Quédate conmigo mientras que no llega mi paciente—sonrió.
—Este sitio de la casa no me trae buenos recuerdos—dijo Sophia riendo.
—Lo hice a propósito porque Margaret me insistió que fuese un poco duro, porque había intentado hablar contigo varias veces y no querías hablar. Entonces fui un poco duro para ver si dabas tu brazo a torcer, pero tú te hiciste aún más la dura—explicó riendo.
—Me sentí humillada.
—Ya te lo expliqué y sigo diciendo que no pretendía hacer que te sintieras así—hizo una mueca Liam.
—Lo sé, cariño—beso la mejilla de su novio.
—¿Quieres qué te diga lo que creo sobre tu abuela?—dijo Liam mirándola a los ojos.
—Sí, por favor—dijo Sophia muy atenta.
—Lo que pude averiguar sobre tu abuela anoche es que se sienta muy sola y creo que sobre todo estaba muy enfadada con tu madre, por eso lo paga contigo porque tú madre, por mala suerte ya no está. También pienso que en cierto modo tu nacimiento... Para ella no fue muy agradable, y creo que es porque no le gustaba tu padre por lo que expresó—dijo Liam cuidado de las palabras que estaba usando.
—Quizás tengas razón, ella nunca ha tenido buena relación con mis padres pero sobretodo con mi padre.
—Entonces es eso Sophia—dijo Liam cogiendo a Sophia de las manos, esta se levantó de su asiento y Liam hizo que se pusiera en se regazo.
—Yo lo que no quiero es que pienses lo que dice mi abuela sobre mí, no soy ninguna aprovechada y lo único que quería al venir aquí era una habitación donde dormir no quería ni quiero tu dinero Liam—dijo Sophia con tristeza.
—Sé que no me quieres por mi dinero, las cosas que te compraba o te invitaba era porque yo quería—sonrió Liam acariciándole la mejilla—Yo no quiero tampoco que pienses lo que dijo tu abuela sobre nuestra relación porque no es verdad, no estoy contigo por pena. Estoy contigo porque te quiero.
—Te quiero Liam—sonrió.
—Y yo a ti, Sophia.
Se terminaron el café y Sophia fue hasta el aseo para ducharse y prepararse para su cita con Liam. Decidió no arreglarse demasiado iba con unos pantalones negros y una camiseta negra, el pelo lo llevaba recogida con un par de horquillas. Al bajar al salón Liam ya estaba preparado también, iba de negro, Sophia se puso a reír al ver que iban muy similares.
Para que fuera más sorpresa Sophia le pidió a Liam que si podía conducir su coche, él no puso ninguna objeción.
Él al ver dónde estaban miró muy sorprendido a su novia que aún estaba muy concentrada buscando un sitio para aparcar el monovolumen.
—Sophia esto es demasiado—dijo Liam mirando el perfil de su novia.
—Liam, te lo mereces—sonrió Sophia—Además tú me llevaste a la nieve y apenas nos conocíamos, y yo quería regalarte esto. Así que vamos.
—Sophia...—empezó a decir Liam pero Sophia lo interrumpió, mientras se bajaban del coche.
—No te quejes y vamos—dijo tirando de su brazo para ponerse a la cola para entrar al estadio.
Estuvieron en la cola esperando su turno para entrar, una vez dentro del estadio y ya colocados en su sitio, Sophia compro unas bebidas y unas palomitas.
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Ambos estuvieron bastante atentos a aquel partido de la NBA, aunque Sophia a veces le preguntaba varias cosas a Liam sobre el partido y este le resolvía dudas. Durante casi todo el partido estuvieron cogidos de la mano. Al acabar el partido, que acabó con la victoria de los Lakers, salieron del estadio con pensamientos de cenar en In-n-Out, Liam quería invitar pero Sophia finalmente lo convenció para pagar ella.
Estando allí Sophia recibió un mensaje de un número desconocido, dejando a Sophia sin aliento.
