Todo es un sueño

1 Lucy No me importa la verdad

Nunca sé si duermo o no, a veces sueño con Dave, aunque no lo conozca ni lo haya visto. Dave es uno de mis amigos imaginarios de la infancia, pero siento como si realmente existiera, como si realmente lo amara. Sé que los amigos imaginarios no existen, y lo sé perfectamente, porque tengo 18, casi 19, y estoy aun en el instituto.

Muchos de mis compañeros de clase me recalcan que Dave no es real, pero ellos no entienden mi forma de pensar, y no los culpo, es extraña y difícil de comprender, aparte es muy enredada, lo único que me hace "popular" es mi cuerpo. El increíble y fabuloso cuerpo de Lucy Prescott, el que muchos chicos anhelan y que muy pocos han probado. ¡¡MENTIRA!! Ningún chico me ha tocado nunca, aun soy virgen, y pretendo serlo hasta los 20 o hasta que me case. No soy demasiado creyente, pero creo en el matrimonio.

Mi historia comienza como cualquier otra, me enamore de el chico más popular de la escuela, y yo era la nerd anti-social de la escuela, solo que esta vez ese chico no existía realmente, y se hizo popular gracias a mí, le di cierta fama que lo ayudo a expandirse por toda la escuela, y desde ese momento las personas pensaban que era la loca que se había enamorado de su amigo imaginario, y que también tenía un cuerpo candente. – Aun me pregunto la razón por la cual todos amaban mi cuerpo, a demás, había chicas mejores que yo, llamadas "zorras" – En una cosa tenían razón, yo era la chica nerd anti-social que nunca se fijarían en ella, excepto por una razón, así es, mi maldito cuerpo, el que todos querían.

Un día, llegaron 3 chicos a hablarme:

– Hola, Lucy – Todos repitieron lo mismo en un corillo

– Hola – Dije yo – ¿Quiénes son ustedes?

– Tú eres la chica rara que habla con sus amigos imaginarios – Dijo uno de ellos – ¿Verdad?

– Con que a eso vinieron, que les incumbe eso a ustedes.

Después de ese comentario solo me miraron, y después de unos segundos se fueron diciendo <<Maldita anti-social>> No les respondí ni los mire en ningún momento. Lo mejor de todo esto es que todo esto fue 2 años después de lo de mi amigo imaginario. Entendí que quedaría marcada para toda la vida sin importar lo que pasara, nada cambiaría nunca, por más que lo intentara.