Mi Primera Opción (Editando)

Capitulo 50: Ese hombre

-Dímelo chicharrón- lo besé.

-Está bien, recuerdo la vez que estabas con Sebastián tenía unos celos enormes, verte cerca de él me enervaba la sangre- sonreí y lo besé, lo senté en el asiento.

-Pensabas que iba a hacer algo como esto- y empecé a besarle el cuello y a quitarle la camisa.

-Sí... sí- decía y terminamos haciendo el amor de la forma más dulce que se pueda imaginar.- No quería hacerte sentir así, lo siento amor- me besó.

-Pero me recompensaste, así que estás perdonada- reí- me encanta tu risa- le llené la cara de besos. Seguimos haciendo el recorrido y nos reímos con sus recuerdos.

-Gracias, por hacerme feliz- me hace feliz, todos en momentos de nuestras vidas nos sentimos totalmente vacíos, perdidos, sin rumbo; sin embargo en algún momento tendremos la tranquilidad de encontrar eso que nos hacía falta.

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Fuimos a casa alistamos nuestras cosas ya que mañana tendremos que volver a nuestra normalidad, terminar el semestre y yo tendré que volver con Verónica, pero no preocuparé por eso en estos momentos.

Nos despedimos de su madre ya que su padre nunca está mientras Josh subía todo al auto fui a comprar algo de comida para el viaje.

-No podrás ser feliz querida, jamás- se me heló todo, voltee y era ese asqueroso hombre, en ese mismo instante desperté no tenía a Josh a mi lado así que tenía que enfrentarlo sola.

-Ya lo verá- salí como pude de ese lugar, mis piernas me temblaban, llamé al teléfono de Josh pero me lo arrebataron, era otra vez esa bestia.

-Llamas a tu prometido, felicidades por cierto aunque también deberías felicitarme- no entendía lo que me estaba diciendo ¿felicitar a esa gran bola de mierda? ¿ por qué? al ver mi cara de confusión se aclaró la voz y dijo:

-Bueno.. cariño, deberías felicitar a tu nuevo papi, tu mamá y yo estamos muy felices, no sabes lo bien que la pasamos- se fue acercando a mi y yo no me podía mover, ¡mierda! mi mamá es una idiota, cómo puede estar con este hombre, es obvio que por su dinero pero por qué nunca me creyó, cómo pude reaccioné y retrocedí pero me atrapó con sus asquerosas manos y volví a ser una niña, esas imágenes volvieron a mi, intentar escapar de nuevo, sola, Dios ayúdame. Estaba totalmente aturdida mientras intentaba huir pero a lo lejos escuchaba a alguien gritar mi nombre y apartó las manos de ese hombre de mí, lo golpeaba y yo lo dejaba, estaba paralizada sin saber que hacer, una voz le decía que se detuviera, me llamaba para que lo detuviese pero no podía hasta que alguien lo quitó de encima de él, mi madre era la que gritaba.

-Amor, amor, perdón, perdóname por dejarte sola- me abrazó.

-Abbigail, ¿qué está pasando aquí?- dijo ella.

-¿Está preguntando eso, de verdad?- dijo Josh. vi sus manos ensangrentadas y me asusté más.

-Eres una cerda- fue lo único que le pude decir, Josh, mi heroe, de nuevo me tomó en brazos y llevó hasta casa, su casa.

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Ya llegó la noche y con el día que se iba también nos marchábamos nosotros después de lo horrible que fue, le había curado y vendado sus manos en medio de mis lagrimas, nos despedimos por ultima vez de su madre y cuando arrancó el auto Josh se detuvo en seco..

-¿Quién rayos es?- volteé a mirar y había una persona parada en medio que no nos dejaba avanzar- no bajes, amor- me besó y antes de que protestara salí del auto.

-Juntos, amor- le di mi mano y fuimos a ver. Sorpresa, sorpresa mi madre estaba ahí. -¿qué hace aquí? Adiós.- volteé para subir al auto.

-Espera hija, quería felicitarte por tu compromiso y ....- no la dejé terminar.

-Está bien, adiós- esperaba que me dijera: perdón por no creerte por tanto tiempo, por ser un horrible ser humano; pero es ciega.

-Espera, hice estas cartas para ti y tu hermano, espero que se la des- asentí y sin más subimos y nos fuimos.

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Después de un largo viaje llegamos a casa.... bueno mi casa, él se quedará conmigo y Ezra tendrá la casa para él solo ¡Que miedo! , mientras tanto busqué a Camil para darle su regalo y la encontré, deseé mejor lo haberla encontrado, que escena más comprometedora, cerré la puerta y fui a mi habitación con mi prometido, organizamos nuestras cosas y nos fuimos a su casa a ver al desastre a flor de piel, Ezra estaba en la cocina.

-Salut, comment allez vous?- dije.

-Bien, et vous?- respondió.

-Nosotros bien, dejen de hablar en francés me aturden- reímos y él bufó.

-Muéstrame lo que me trajeron- se lo mostramos y nos abrazó, empezamos a contar que hicimos, y así se nos pasó el día, entre risas, chisme y demás. Llamé a Julián que en unos minutos ya estaba en casa abrazándome con todo el cariño que se puede.

-Hola, cómo la pasaste?- preguntó.

-Genial- le mostré mi dedo con el anillo y se llevó sus manos a la cara.

-¿ En serio lo hiciste? Rayos felicidades, esto es una gran noticia- me volvió a abrazar, le entregué su regalo, lo cual le sorprendió.

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Ya otra vez re-insertados en la sociedad, fui a mi trabajo como siempre y cuando salí ahí estaba mi prometido esperándome para ir a casa, no le habíamos comentado a nadie que no fuera nuestro amigo del compromiso sin embargo sé que mañana cuando vaya a mi clase me preguntarán. Camil no estaba sola en casa sin embargo hablamos con ella y cuando le mostré mi anillo gritó de una manera loca que nos aturdió.

-Felicitaciones, espero ser una de las damas de horror- reímos.

-Claro que sí- ya tengo mis damas por supuesto, Verónica, Camil y Taylor; de hombres hemos pensado solo en Ezra, mi hermano y Julián aunque mi hermano debe hacer dos labores que es entregarme también, pero no me adelanto, faltan 7 meses aún.