Desde que Lexa volvió del baño, Clarke notó como el ambiente de la velada se enrareció un poco. Cuando le preguntó si estaba bien, la castaña simplemente le dio la excusa de que se sentía algo mareada por el vino. Pero después de eso, y aunque intentaba disimularlo esbozando alguna que otra sonrisa, siguió bastante ausente mientras tomaban el postre. Clarke seguía sin saber si había hecho o dicho algo malo que no le sentara bien a Lexa, y aunque intentó indagar en ello varias veces, al escuchar las evasivas respuestas de la ojiverde, diciendo que todo estaba bien, decidió no preguntar más. Lo último que quería era estropear esa cita, que hasta el momento en el que Lexa desapareció, estaba siendo perfecta.Después de un silencioso y algo incómodo viaje en taxi hasta su apartamento, en el que Lexa parece estar evitándole la mirada todo el rato, por fin llegan a su destino.
- Bueno pues... – Clarke carraspea intentando aclararse la voz, dándose unos segundos para calmar los nervios que anudan su estómago – supongo que yo me bajo aquí – abre la puerta mirando una última vez a Lexa, la cual parece que sigue con la idea fija de no cruzarse con sus ojos.
Sale del vehículo soltando un suspiro, cerrando la puerta tras de sí. La verdad es que no entiende nada. Todo estaba siendo jodidamente perfecto, hasta que Lexa parece haberse ido muy lejos, y no puede dejar de preguntarse el por qué. Escucha el golpe de la puerta cerrándose al otro lado, y alza la mirada por encima del coche, viendo cómo Lexa se acerca a ella mientras lo rodea.
- Pensaba que no querrías quedarte... - dice casi en un hilo de voz.
- Y yo pensaba que tu cama me echaba de menos – ladea una sonrisa, intentando hacerle creer a Clarke que todo está bien. Las palabras de la rubia le han hecho reaccionar un poco, dándose cuenta de que con esa actitud, lo único que va a conseguir es el efecto contrario de lo que pretende.
Se miran unos segundos a los ojos, pero rápidamente Lexa baja su mirada. Sigue sin verse capaz de mantenerse perdida en ese mar, cuando el dolor y la rabia siguen corriendo por sus venas, quemándola cual lava volcánica arrasando con todo lo demás.
- ¿Vamos? – pregunta esperanzada de que Clarke no esté molesta con ella. Y cuando la rubia afirma con la cabeza y encamina sus pasos hacia la entrada del edificio, suelta un aliviado suspiro.
Se adentran en el ascensor, con esa extraña sensación de no saber cómo actuar metida en el cuerpo. Clarke porque no entiende el cambio de actitud de la ojiverde, y Lexa por la batalla interna que reina su mente y que no la deja pensar con claridad.
Pero en cuanto las puertas se cierran, todas las preocupaciones de Clarke se acaban esfumando de golpe en el momento en el que, en un rápido movimiento, se ve atrapada entre la pared del ascensor y el cuerpo de Lexa. La castaña se aferra a su cintura con ambas manos, atrayéndola con fuerza hacia su cuerpo, mientras empieza a devorar sus labios desesperadamente, besándola con tanta efusividad, que al principio consigue aturdirla unos segundos. Pero la rubia pronto reacciona, y empieza a devolverle el beso de la misma manera, dejando que sus lenguas batallen fuera de sus bocas entre gemidos y jadeos.
Lexa se separa de Clarke, jadeando sin control por culpa del ímpetu de ese intenso intercambio. La castaña por fin deja de rehuirle la mirada, clavando sus verdes ojos, ennegrecidos por el deseo, en los azules de la rubia, que también están bañados por un brillante negro. Lexa se gira sin pronunciar palabra, acercándose al panel de botones del ascensor, apretando el de parada de emergencia, provocando que el ascensor detenga su marcha de golpe, haciendo que ambas se tambaleen.
Vuelve a girarse, observando por unos segundos la sorprendida, y a la vez excitada, mirada que le está echando Clarke.
- Lexa... - pronuncia Clarke cuando la castaña vuelve a acercarse a ella, intentando controlar el temblor en la voz que le sale al sentirse algo intimidada por su hambrienta mirada – podemos hacer esto en mi piso sin nec...
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Alex's Nanny
FanfictionLa pequeña Alexandra Woods vive en una familia donde todo es más importante que ella, hasta que un día, su madre, Rebecca Woods, contrata a una nueva niñera que cambiará por completo y para siempre la vida de la pequeña Completamente AU NO SE PERMIT...