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Estábamos en silencio ambos de pie en aquella inmensa sala. Mi hermano miraba las paredes mientras que yo lo miraba a él desde atrás.

—Sigue igual, ¿Verdad?—le hice aquella pregunta a la cual el respondió asintiendo con su cabeza.

—¿Porque volviste aquí? Papá la puso en venta.

Me quedé en silencio mientras sentía la repulsión de mi hermano ante esta casa. Sabía que ambos habíamos pasado por mucho aquí adentro pero también tenía decenas de recuerdos bonitos.

—La compre.

El se volteó al momento en el que dije aquellas palabras.

—¿Como puedes comprar algo que prácticamente es tuyo?—decía ante mi respuesta sin sentido.

—Bueno, en realidad no lo hice. Solamente arregle algunas cosas con el agente de ventas y es nuestra de nuevo.

—Yixing, había pensado en dejar todo esto atrás. Mi vida aquí, tu vida e incluso a Kyungsoo, pero al parecer todo sigue volviendo a mi—el se acercó a la puerta principal de la casa y tomó el pómulo de esta.

—Voy a proponerme a Soori.

Mire como apretaba aquel pómulo ante mis palabras. Sabía que todo estaba pasando muy rápido pero lo tenía todo muy claro, iba a comenzar a tomar control de mi vida a como yo quisiera y mi primera decisión iba a ser el estar junto con la mujer que me robó el corazón desde hace cuatro años y lo sigue haciendo.

—Se que no es de tu agrado que deje atrás a Jiyeon y se también lo que planeabas trayéndola a verme, pero ya todo quedo en el pasado. Iré por mi hija y la traeré conmigo, de todas formas ella no fue planeada pero le daré la vida que merece y se que no tendrá con su madre.

—No tengo nada que decir, realmente espero que tu vida sea la mejor de ahora en adelante. No me meteré más.

El abrió la puerta saliendo y está volvió a cerrarse cuando el ya se había ido. Suspiré en calma, realmente pensaba que el iba a estar igual de feliz que yo así que estaba un poco desilusionado.

De todas formas pensaba que era tiempo de que ambos tomáramos nuestros caminos y así iba a ser.

Tome mi móvil y marque el número de mi secretario. Era hora de comenzar a trabajar en lo que quería aquí en Corea.

Quería mi vida de vuelta.

No tenía noticias de Yixing desde que me dejo en la universidad

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No tenía noticias de Yixing desde que me dejo en la universidad. En este momento me estaba subiendo a un taxi para viajar de nuevo a la casa de mis padres, donde estaría viviendo hasta que por fin encontrará un apartamento para mí misma.

Le di propina al conductor del taxi y me baje frente a la casa de mis padres. Todo parecía estar igual a como lo recordaba a excepción de unas cuantas cosas nuevas.

Subí las pequeñas escaleras que había para llegar a la puerta principal y toque el timbre unas cuantas veces.

Escuche unos pasos por dentro de la casa y finalmente el rostro de mi padre se asomó por la puerta. Sonreí al verlo y el lo hizo también al verme a mí, me sentía tan feliz de volver a casa que solté la maleta y envolví en un abrazo a mi padre quien me correspondió al instante.

Su abrazo era lo que necesitaba después de tener tanto miedo en mi, sabía que uno de los lugares donde iba a estar a salvo era envuelta en sus brazos. Casi caen algunas lágrimas por mis mejillas pero logré retenerlas.

—Volviste antes—me dijo mientras dejaba una tasa de te en frente de mi. El se sentó en el otro sofá mientras me miraba.

—Si, termine antes de lo esperado y finalmente pude volver a casa.

—Te vez como si hubieses madurado mucho más—comentó mientras que yo tomaba un sorbo de aquel te.

—¿Tu crees?—le respondí incrédula. El asintió suavemente.

—Conozco demasiado a mi hija como para saber qué hay algo que te molesta.

Intenté mantener la compostura pero el sabía que algo pasaba dentro de mi. Deje el té a un lado y tome un respiro.

—Vaya, si que sabes cómo sacarle las historias a alguien.

Ambos reímos ante mi comentario y luego otra vez nos quedamos en silencio.

—Hay muchas cosas que quiero contarte papá. Pero no creo que este sea el momento adecuado, apenas vengo llegando y solamente quiero pasar tiempo de calidad contigo.

Pasamos gran parte de la tarde hablando de las cosas que habían sucedido durante este tiempo, tenía ya casi que un año de no ver a mi padre. El preparo dos tazas de café frío, mi favorito y ambos nos sentamos en el porche que había en la parte trasera de la casa.

—Papá—le llame haciendo que este volteara a verme en un instante—¿Recuerdas a Yixing?

El asintió suavemente con la cabeza y yo me removí en mi asiento.

—¿El chino?—comentó con una sonrisa—Con el que salías en secundaria.

Me quedé en silencio intentando no ponerme nerviosa.

—Vino a verme a la graduación. Y yo realmente quiero estar con el, pero hay muchos problemas en su vida.

—¿Que tipo de problema no tiene solución?—bebió un poco de su chocolate y yo fingí una sonrisa ante su respuesta.

—Hace ya un año que estuvo casado e incluso tiene una pequeña hija.

—No ha faltado algún tipo que nos haya robado el tiempo más que el corazón—fruncí el ceño ante el comentario de mi padre—Mamá siempre decía eso y cuando conocí a tu madre me di cuenta de que era cierto.

—No estoy segura de que retomar de nuevo la relación sea buena idea, no tuvimos un final bonito.

—"Las personas que más aman son las que más se lastiman"—el volteo a mirarme mientras me sonreía—Si te hace feliz, no creo que debas tener miedo. Cuando conocí a tu madre tu abuelo no estaba seguro de si era la mejor opción el casarse conmigo. Pero antes de eso el charlo conmigo y me dijo que me estaba llevando una parte de su corazón y estaba plantando una parte nueva a la misma vez.

—¿Dices que si le amo me arriesgué sin más?

—Digo que si le amas, se lo digas antes de que sea tarde.

Linger » Yixing » BP #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora