Capitulo 18

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 Me desperté a las seis de la madrugada porque Scorpius no dejaba de moverse, en un momento ahogo un grito y tuve que tomarlo de las manos para calmarlo. Estaba teniendo una pesadilla. 

- Scorpius- lo llamo en un susurro. El abre los ojos y su expresión era de espanto.

- Maddie- dice por fin- Maddie- repite y yo pongo cara de confusión.

 *¿A caso piensa que soy Maddie?*

- No soy Maddie- espeto y frunzo el ceño. El niega con la cabeza.

- Ya l-o ss-e - tartamudea.

- Scorpius. ¿Qué pasa?- comece a asustarme.

- Ella quiere hacerte daño, Lindsay- me informa con horror.

- ¿Qué quiere hacerme?- le pregunto temiendo.

- Matarte- suelta.

 No podía creer lo que decía, no era posible, no es posible que una chica de 15 años quiera hacerme daño. Le dije a Scorpius que solo había sido un sueño y que siguiera durmiendo, pero no podía ignorar el hecho de que Maddie me odia y quizá quiera hacerme daño.

 No podía dormir así que, con sigilo, me levante y tome la piedra de la resurrección, fui al balcón. Necesitaba un consejo y quién mejor para dármelo que mi abuela. Gire la piedra tres veces en mi mano y desee ver solo a mi abuela, que allí apareció. Me senté en frente de ella.

- Hola abuela- la salude con lagrimas en los ojos.

- Hola querida- me saluda con una sonrisa marchita.

- Que lindo conocerte al fin.

 No podía creer que tena a mi abuela en frente mio.

- Siempre estuve contigo, si no quién te habría defendido de los nargles- comento y supe que no era un chiste así que solo sonreí.

- Gracias abuela- agradecí- Abuela, necesito pedirte un consejo.

- Lo que sea mi niña, sabes que estoy para ti.

- Ay una chica que me odia y que quizá atente contra mi vida- asintió atenta- ¿Qué me recomiendas que haga?

- Nada- me responde y yo lo creí broma, luego de reírme un momento la miro y su expresión era seria-  No hagas nada, deja que los adultos se encarguen de ello.

 Tiene razón, soy muy joven para luchar a su nivel de magia.

- Gracias abuela- le agradecí con una sonrisa e intente abrazarla, pero es solo un reflejo de ella, no puedo tocarla- ¿Te volveré a ver?

- Claro cariño, me llevas en tu corazón. Ademas tienes la piedra- dijo y e reí con torpeza.

 Me había agarrado sueño así que, deje la piedra escondida entre mis cosas y volví a acostarme. Abrace a Scorpius y me dormí.


 Me desperté con el cielo resplandeciente y con la vista de Scorpius clavada en la mía.

- Buenos días preciosa- me dice con voz ronca, aunque sonó hermoso.

  - Buenos días Scorpius- le responde mi mamá entrando por la puerta. 

 Scorpius y yo nos alejamos rápidamente, mamá río incomoda.

 Me levante y me lave los dientes, tome una ducha y mientras me bañaba recordé aquel día en las duchas cuando le saque forunculos a Penelope Corner. 

 No paraba de pensar en Maddie, el hecho de que sea mi hermana es impactante. No creo que papá lo sepa, necesito decírselo.

 Bajé las escaleras casi corriendo y tropecé en el ultimo escalón.

 - Cuidado Lidsay- me dijo papá saliendo de la alacena de abajo de la escalera.

 - ¿Intentas ser el tío Harry?- le bromeé. 

 Se rió un poco y por un momento pensé que fue por complacerme.

 - Papá- lo llame y me  miro extraño- Necesito contarte algo.

 Y así lo hice, le conté todos los detalles de aquel día. Noté que las lagrimas le comenzaban a caer cuando mencioné el hecho de que Maddie había sido criada por Rolf y no por el.

 - Gracias por contarme hija- me susurra y me abraza. 

 Mamá justo bajaba las escaleras, y yo necesitaba socorro... Bueno, yo no, el. Mamá noto mi intensa mirada y vino de inmediato a preguntar qué había pasado.

 Papá no hablo en toda la semana, estaba muy extraño, ya no nos decía cosas lindas ni tampoco era cariñoso. Había días que ni siquiera los pasaba en casa, yo estaba preocupada. 

 - Mamá- la llamé cuando papá salió por la puerta, se acercó a mi- ¿Sabes lo que le sucede a papá?

 - Esta... como mi madre diría... Supermegaultraarchi perdido- yo no entendía ni tres nargles y mi hermosa mamá lo notó en mis ojos- No se encuentra a si mismo.

 Necesitaba entender a mi papá, seguramente estaba triste por lo que le conté pero, el hecho de que este así no significa que puede andar solo por la vida, no tiene a nosotras, somos su familia.

 Mamá y yo fuimos a pasar la noche en la casa de los Potter. Esa casa antigua y acogedora que ellos tienen, siempre me gusto esa casa. Llamamos a la puerta y de inmediato abrieron, abrió Albus. Tenía la cabeza vendada, las vendas cubrían su pelo y su frente por completo.

 - Hola Abus- le sonreí.

 - Hola Lindsay- saludó cortante- Hola tía Luna.

 ¿QR le pasa a Albus?

 -  ¿Cómo estas hijito?- le preguntó mamá con su mirada de lastima.

 - Mucho mejor, me cuesta bañarme... aunque prefiero no hacerlo- se ríe con dificultad.

  - ¿Hice algo?- le pregunté pero ni siquiera me miró al contestarme.

 - Pues claro.


Longbottom Y LovegoodDonde viven las historias. Descúbrelo ahora