|<>|quattro;

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El silencio rondaba por la habitación de Violet, ella estaba acostada en su cama, sus ojos cerrados y la oscuridad emanaba el lugar, sin contar la luz de los faroles que entraba por su ventana y le pegaba directamente en la cara, se oían las leves respiraciones de la chica, lo cual, en algún punto era calmante.

Hace un rato que había llegado de trabajar, intentaba relajarse, por más que en su mente intentara describir ése lugar como pacífico no podía, los gritos y risas se hacían presente en cada rincón de su memoria agobiándola, nuevamente la idea de llegar a la locura iba y venía en su mente, junto con la imagen de aquellos ojos verdes que la presionaban a más no poder.

La sensación de vida era opaca, por así decirlo, las sesiones que había tenido con algunos psicóticos ese día la habían agobiado "¿Qué es la vida si no tienes propósito, Violet, ¿lo has pensando?", recordó las palabras de uno de los prisioneros, que hizo que arrugara los ojos de madera inmediata.

Se levantó de la cama y miró hacia afuera de la ventana, ¿qué hay más allá del bosque?, quizás más casas, quizás más estructuras o quizás un lugar vacío.

Los pasos de Violet se hacían presentes en la escalera, de repente, la chica se alarmó y dio un pequeño salto al sentir el pomo de la puerta de entrada abrirse y dejando ver una silueta masculina que se adentraba.

-¿Violet?- Pronunció la voz masculina, inmediatamente la expresión facial de Violet cambió, dejando ver una sonrisa entre la oscuridad de la entrada.

-Blake.- Pronunció la azabache y bajó los últimos peldaños hacia su hermano, estrechándose entre sus brazos, era su hermano, aquel que siempre viajaba y casi nunca veía, y eso que vivían en la misma casa.

Se apartó del chico, dejándolo entrar, éste prendió la luz y dejó sus maletas un poco apartadas de la puerta, y cerrando ésta.

-No te esperaba tan tarde despierta Violet, ¿qué tanto has hecho?- Pronunció el moreno llevándose las manos a las caderas en forma de jarrón.

-Acaba de llegar de trabajar, tampoco es tan tarde.- Espetó la azabache juzgando la estimación de tiempo que dio Blake.

- Son las 12:40 de la noche, claro que es tarde y, ¿trabajar?- El moreno alzó ambas cejas de manera inmediata después de pronunciar, ¿Violet está trabajando, de qué tanto me perdí?, fue lo que su mente pensó en aquellos momentos.

-Bueno, supongo que también debo aportar algo de dinero, sabes.- La chica rodó los ojos.

- Tienes 18.

- ¿Y eso en qué influye?

- No deberías trabajar.

- Tengo 18, no 14.

-Es lo mismo.

- ¡Claro que no!, pareces una madre exagerada.- Dijo la azabache irritada, dijo acusándolo con su dedo índice, ¿qué tan exagerado podría ser Blake cuando se lo propone?

- Al menos podrías decirme dónde trabajas.- Dijo el moreno mientras caminaba por la sala con aire de aburrimiento, hasta ahora Violet no había notado que el chico llevaba una camiseta que decía "Fly" en letras blancas y unos jeans ajustados de color azul.

-No te va a gustar.- Susurró la azabache para sí misma, intentando que Blake no la escuchara, fue en vano, puesto que éste freno su paso y giró sobre sus talones, dedicándole una mirada a la chica.

-Eso me da muchas cosas que esperar, deberías ser más específica.- El moreno se cruzó de brazos examinando a la azabache.

-Arkham Aslyum.- Pronunció la azabache mientras su mandíbula se tensaba, ella sabía cómo podría reaccionar su hermano, solía ser muy protector e incluso extremista.

Black Rose. [Jerome V.]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora