Tenía una familia. Me habían aceptado con mis gritos, mis pesadillas con todo el paquete mal trecho que era mi existencia.
Esme me había abierto las puertas de su hermoso hogar. Me dio cariño y amor, sentimientos que no conocía... cambio esclavitud, abusos, golpes, maltratos por flores, caricias, te quieros y hermosos atardeceres en el jardín.
Evitaba salir de la casa, me daba miedo ir más allá de aquellas paredes. Mi seguridad vivía ahí, entre árboles, flores, y paredes. Y la soledad me abandono el día que cruce esa gran puerta doble de madera...
Los primeros días de mi estancia en la casa, Esme evito dejarme sola... no sabía cuan daña estaba mi alma, pero algo intuía... yo no tenía palabras para describirle mi infierno, o por lo menos no ese momento.
Una tarde tuvo que salir por unos trámites y me quedé en la casa con Carlisle, quien había llegado del Hospital, en cuanto Esme se fue me fui al cuarto que me habían dado. Me acosté en la cama y Morfeo llego a mi sin aviso... y con él una de mis tantas pesadillas... entre gritos, patadas, brazos que me sujetaban, mi cuerpo queriendo escapar de ese agarre, abrí mis ojos... y lo vi a él encima de mi con sus manos en mis hombros... "no me hagas daño, por favor" le dije con la poca voz que encontré cerré mis ojos con fuerzas y sentí como disminuía la fuerza que había en mis hombros. Cuando pude moverme, salí de la cama y me senté en la esquina oscura del cuarto, me abracé a mis piernas y me quede ahí "vete, solo vete" y mi cuerpo sin consciencia comenzó a moverse... no se cuanto tiempo había pasado hasta que escuche su voz... levante mi cara y la vi, parada cerca de mi, mis ojos se llenaron de lágrimas y una pequeña sonrisa nació en mi rostro...
-Mi pequeña... cuanto lo siento- me dijo una apenada Esme. Yo la abrace con todas las fuerzas que tenía mi cuerpo –Carlisle me contó lo que pasó... él jamás te hará daño.
Simplemente sonreí y la abrace, con su ayuda fui a la cama y mis parpados comenzaron a cerrarse... el sueño fue en paz.
Esa fue la única vez que Esme me dejo con alguno de los hombres de la casa... Me odiaba por haberle cambiado tanto la vida, se la modifique a todos y no era justo. Por más que sabía que debía irme no podía hacerlo, el terror a cruzar la puerta me perforaba las venas y mis pies se pegaban al piso como si estuvieran clavados.
Todo comenzó hacer más fácil después de que le había contado mi historia a Esme. Odiaban a Aro por alguna razón anterior a mí, y cuando Esme les contó lo que me había hecho su odio creció más.
Con el tiempo todos fuimos cambiando, su hijo Emmett y su yerno Jasper fueron los últimos en acercarse a mi, decían que yo era la frágil y pequeña hermanita. Su hija Alice era un torbellino de palabras y un huracán de compras, algo que no me gustaba mucho. En cambio Rose era más tranquila, era el equilibrio de Alice cuando estábamos las tres juntas. Charlas o desfiles de ropa... todo era divertido con ellas.
El día que conocí al segundo hijo de Esme sentí mis pies flotar. Sentí como mis pulmones se quedaban sin aire, como mi cara se transformaba en algo irreconocible y como en mi corazón nacía algo que no conocía: amor. Pero la realidad me pegaba duro. Cómo un ángel como el iba a querer a una dañada mujer como lo era yo... era imposible. Nadie toma una rosa cuando su tallo esta lleno de espinas...
Estaba rota, quebrada y aunque mi vida había cambiado por completo nada podía hacer para cambiar mi pasado. Era una botella perforada, jamás volvería a ser lo que era.
Guarde ese sentimiento en lo más profundo de mi memoria. Jamás lo tendría y él jamás se fijaría en alguien como yo.
El año termino con los nervios de todos en el límite. Aro no había dejado de mandar notas, telegramas, pedido, regalos... no descansaba y no dejaba descansar. Algo era claro, me quería a mí y no descansaría hasta tenerme de regreso. Pero de algo estaba segura: antes de volver con él me mataría.
Los golpes me despertaron, los gritos... su voz dentro de la casa... era el fin. Todo iba a terminar para mí y para ellos.
La puerta se abrió de golpe y mi corazón se detuvo...
-Bella soy yo –dijo en voz baja –ven conmigo –Salí de la cama y la seguí. Fuera nos esperaban Alice y Rose. Estaban asustadas como yo... no era sueño esta vez, era real.
Abajo pudimos oír la voz de Carlisle, Jasper, Emmett y Aro.
-Carlisle te he avisado por todas las buenas maneras que me devuelvas lo que me pertenece... y no lo has hecho
-Acá no hay nada que te pertenezca, es mi familia la que vive aquí Aro, no la tuya.
-Es verdad, pero tu mujer se llevo algo que no es de tu familia...
-¿Algo? Maldito hijo de perra... no es un objeto es una persona –dijo una Esme enojada y en un susurro.
-Aro vete de mi casa...
-Me echarás vos y tus pequeños cachorros –y soltó una fuerte carcajada.
Y de pronto me encontré sola, sola en un cuarto a oscura en algún lugar de la casa...
-Pues mira quienes se sumaron... tus cachorritas.
-Vete. –le gritaron al unísono.
Disparos, gritos, corridas, golpes... una mezcla de sonidos fue lo escuché desde aquel oscuro lugar. No sabía quienes eran, pero se habían enfrentado a Aro por mí... como estaban no lo sabía y salir... no podía. Me cubrí el rostro con mis manos y rogué que nada malo les pasara.
Los ruidos pararon de golpe... el silencio me atravesó; abracé mis piernas y escondí mi rostro en ellas. Esperé y esperé y esperé...
La puerta se abrió y todo era tan oscuro que no sabia si tenía o no los ojos abiertos...
-Bella
-Esme... -grité y me levante como pude y fui hasta el lugar de donde venía la voz... y ahí estaba mi protectora. La abracé con todas mis fuerzas.
-¿Qué ocurrió? –pregunte asombrada
-Nada, Aro se fue. Sabe que no le será nada fácil quitarte de nuestro lado pequeña.
Suspire y con una gran sonrisa la abracé. Luego bajamos y pude ver que el living había sido destrozado, lo habían encerrado ahí, habían impedido que fuera escaleras arriba...
Todos estaban ilesos... ¿Quiénes eran? Era el gran interrogante...
La restauración se llevo al cabo de unas largas semanas, existía la posibilidad de que su hijo vuelva al hogar pero nada era seguro... ya que por el momento había cancelado el regreso dos veces...
Esta es mi familia, con un poderoso secreto... pero con la misión de protegerme de Aro.
ESTÁS LEYENDO
La Tercera... La Vencida -FINALIZADA-
Fanfiction(...) Él se construyo una vida a su lado, pero jamás sospecho que ella no sería lo que él esperaba... La había forjado a su manera, había logrado que lo respete de la manera más cruel... Nadie lo desafiaba y no dejaría que ella lo hiciera... Pero e...