"Pórtate bien y se una niña buena"
Esta historia contiene temas sensibles que serán romantizados a lo largo de la historia. Si eres sensible o menor de edad. No entres 🔞
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
ᴥ︎︎︎ᴥ︎︎︎ᴥ︎︎︎ Capítulo 3. Misery
Recorrí los pasillos del Westminster una y otra vez. Estaba tan aburrida. Preferiría estar adentro tomando clases haciendo algo productivo que en ves de estar aquí dando vueltas haciendo una zanja en el piso por tanta vuelta que doy.
Si alguien se debe de llevar la más tonta de la generación. Definitivamente soy yo.
Eran las 9:30 por fin sabía que saldría los alumnos de la clase del profesor McCartney. Me acerqué lentamente y vi como todos huían despavoridos. Asome mi cabeza y no había nadie. Solo el acomodando todos sus papeles en una carpeta.
¿Me disculpo o dejo que esto pase? No mejor si porque mañana me quiere con el director y sería peor... tal vez si voy ahorita logre convencerlo de que no lo haga y...
— Me está espiando al caso... — bufó — se que eres muy distraída niña
Lo miraba avergonzada. El estaba frente a mi. Estaba recargado sobre el marco de la puerta. Me digne solo mirar al suelo.
— Yo... yo solo vine a pedirle una disculpa por mi comportamiento de hace rato...
En verdad si estaba aunque sea un poco avergonzada aunque la otra parte decía que no se merecía ni una disculpa. El también era un ser muy grosero y que no le gusta que le digan las cosas.
— Profesor McCartney en verdad soy buena alumna y no se que ocurrió allá adentro que hizo que... — el me interrumpió y colocó su dedo contra mis labios
— No quiero más sermones. Como quiera te quiero ver mañana en la oficina del director a las 7:00 am... y más te vale que traigas a tu papá o un tutor... — se marchó
Yo me quedé atónita y corrí atrás de él.
— Yo tampoco quiero más problemas profesor. Estoy iniciando el año y ya estaré en dirección... — suspiré — escuché se que mi actitud no fue la mejor y lo lamento. No volverá a pasar profesor pero en verdad no me gusta que me dejen con la palabra en la boca.
— Jovencita. Solo me estoy comportando como usted se comportó hace rato conmigo — sacudió su cabeza y empezó a reír — trata como quieres que te traten
Pero que doble moral... pero que egolatra... que egoísta que es este tipo!
— Me disculpó en verdad por mi actitud de hoy en su clase
Que sumisa que eres Victoria. Por dios!
— Creo usted y yo no tuvimos un excelente comienzo señorita Reed — suspiró — le dire algo y quiero que sea la última vez que me falta el respeto en frente de toda la clase.
Sonreí levemente porque sabía que ya no tendría que venir al siguiente día y al menos no tendría un regaño de mi madre y las burlas de mi hermana.
— Lo prometo profesor. Yo no soy así — mire al suelo — una disculpa
El profesor McCartney solo se limitó a suspirar y se dio la vuelta para seguir su camino por el extenso pasillo que ahora está lleno de estudiantes. Suspiré de alivio y acomodé mi falda.
— De la que me salvé — hablé conmigo misma —
Mire a mi alrededor y vi aquel chico que también McCartney corrió de la clase. El chico sonrió exageradamente mientras apretaba la mandíbula. Se acercó y pasó a lado mío.
— Que no te diste cuenta cómo miraba la punta de tu falda — río sarcásticamente y siguió caminando
Idiota. Los chicos aquí son unos completos idiotas. Acomodé mi falda y seguí mi camino a la siguiente clase del día. Y eso que apenas inicia...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Estaba en la salida. Estaba haciendo frío. Me encontraba sentada en la banca esperando a mi mamá. Estaba sola. Rachel desde hace 1 hora había salido de clases y ella ya estaba en su casa a comparación de yo que apenas iba saliendo y no había sido mi mejor día.
— Todo bien señorita Reed —
Aquello voz me sacó de mis pensamientos. Voltee y estaba de nuevo aquel profesor que me estaba sacando de mis casillas completamente.
— Si profesor. Todo bien — suspiré pesadamente y cargué mi mochila para hacerle espacio
El solo se limitó a verme y río suavemente. Sacó una cajetilla de cigarros, colocó el cigarrillo en sus labios y lo prendió con un encendedor pequeño que traía guardado en la bolsa de su saco.